Por Eduardo Viñuales
¿Qué podemos contar del acebo, huyendo del tópico de que sus ramitas con frutos rojos son un símbolo de la Navidad? Si nos vamos a las sierras aragonesas veremos que a este arbolillo, el acebo (Ilex aquifolium) le gustan los suelos ácidos o descalcificados, aunque también prospera bien en substratos calizos. Es un arbolillo que requiere humedad y no soporta los largos periodos de sequía. Crece mejor a plena luz,…
…en zonas de bosque aclarada,si bien necesita protección de otros árboles de sombra durante los primeros años de vida. Desde hace muchos siglos se ha empleado en jardinería, tanto recortado como para formar preciosos setos de lustroso color verde oscuro, como discretamente podado, siendo muy valorado en concepciones paisajísticas. Por otro lado, su madera ha sido y es muy querida por los ebanistas, gracias a sus cualidades de pesadez –no flota en el agua-, textura, color y compactidad, así como por su facilidad para aceptar colorantes. En caso de tintura negra, le hace imitar con gran perfección a la madera de ébano.
Pero quizás lo más curioso del acebo es que es un árbol dioico, es decir, que hay ejemplares machos y otros hembras, como en las personas. Mejor dicho, sus flores blancas o sonrosadas son unisexuales y las de cada sexo se producen en plantas diferentes, no en un mismo ejemplar. Unos machos y otros hembras. Por tanto, esos acebos que vemos a partir de octubre cargados de frutos rojos del tamaño de un guisante son todos ellos de sexo femenino.
Es una planta que los botánicos clasifican como un “fanerófito” –planta leñosa que en la época desfavorable mantiene las yemas situadas por encima del medio metro de altura-, además de ser una planta útil en el alimento forrajero del ganado, con usos artesanales, empleada en el linde de los campos como seto, venenosa y con propiedades medicinales. Las hojas en decocción son diuréticas y laxantes, mientras que los frutos tienen efectos purgantes, pero en ciertas dosis son vomitivos y en dosis mayores muy peligrosos en caso de ser ingeridos por niños, donde se han dado casos muy graves.
FICHA
NOMBRE VULGAR
Acebo, cardonera o cardón. También llamado en algunos lugares de Aragón alebro, aligreu, arébel, areulo, cardo blanco, crébol y escardón.
NOMBRE CIENTÍFICO
Ilex aquifolium.
CATEGORÍA DE AMENAZADA EN EL CATÁLOGO ARAGONÉS DE ESPECIES AMENAZADAS
De interés especial.
FACTORES DE AMENAZA
El acebo debe ahora recuperar el terreno perdido en los últimos años por culpa de unas tradiciones centroeuropeas y anglosajonas, importadas a nuestro país, que le han considerado un talismán antimaléfico y que le han convertido para su desgracia en motivo de decoración navideña.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
Es una especie protegida por la ley. Ya en el año 1986 lo protegía una norma del Gobierno de Aragón. Y en el año 1995 la especie se mantuvo en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón con la categoría de “Interés Especial”. El acebo, considerado como “la madre de la caza”, cumple un importante papel en la difícil alimentación invernal de aves –como el urogallo o el camachuelo- que comen sus bayas redondas, así como cobijo para ciervos, corzos y sarrios que además de ramonear sus hojas encuentran protección y abrigo bajo su tupida, densa y frondosa cubierta vegetal.
HÁBITAT
En el Pirineo ocupa un piso altitudinal comprendido generalmente entre los 1.000 y los 1.700 metros sobre el nivel del mar, si bien puede bajar a 700 y ascender a 2.100 metros. En el Prepirineo y Sistema Ibérico ocupa, por lo general, barrancos y pies de cantiles umbrosos.
Este arbolillo busca refugio en los lugares más sombríos y apartados de las sierras y montañas de Aragón, acompañando al roble, al haya, al boj y al pino silvestre, bajo cuyas copas a menudo se guarece.
DISTRIBUCIÓN EN ARAGÓN
En su distribución mundial, los naturalistas determinan al acebo como una planta “lateurosiberiana”, es decir, que ocupa toda la Europa media y alta, y llega hasta Siberia. En España se reparte por toda la mitad norte y zona mediterránea, siendo muy escaso en sierras del sur y centro peninsular. En Aragón está localizado en los Pirineos, Prepirineo y sierras ibéricas como Moncayo, Cucalón, Fonfría, Algairén, Javalambre, Gúdar, Albarracín y otras.
