Oso pirenáico:¿renacer o extinguirse?

CUADERNOS DE NATURALEZA: Oso pirenaico: ¿renacer o extinguirse?

Por Eduardo Viñuales / Escritor y naturalista
http://www.asafona.org/default.aspx?info=000320

     El oso pardo es actualidad en estos días primaverales. Pero no porque se haya despertado y desperezado en el interior su cubil, en su osera escondida entre peñas y vegetación, sino porque el Gobierno francés ha anunciado que nuevamente soltará más osos eslovenos en los Pirineos hasta el año 2013.

    Ello ha motivó que el pasado sábado 13 de marzo más de 2.000 personas se manifestaran en Tarbes, convocados por la Asociación en Defensa de la Identidad de los Pirineos, para pedir que se paralicen todos estos planes de reintroducción. Y por otro lado, días después, Los Verdes de Aragón convocaban una concentración de apoyo al oso en la villa de Ansó, montes por donde aún campean los plantígrados llamados «Camille», «Aspe-ouest» y «Nére».

    Pero, como telón de fondo de todas estas opiniones y confrontaciones humanas, está el panorama real: del oso pardo que habitó gran parte de los bosques y montañas pirenaicas y del resto de la península Ibérica ya tan sólo quedan 3 ejemplares autóctonos -dos adultos y un osezno huérfano-, a los que se les suman una quincena reintroducidos. Los científicos consideran que ésta es una cifra inviable para garantizar la supervivencia de este animal. Además, el núcleo occidental osero pirenaico está formado por tan sólo ejemplares machos, sin ninguna hembra con la que aparearse y reproducirse, con lo que está en jaque la garantía de perpetuación de una especie que es algo más que un eslabón en la cadena ecológica, pues el plantígrado supone tanto para conservacionistas como para montañeses un símbolo del paisaje y la cultura de los Pirineos.

    Rosa Burgos, presidenta de Los Verdes-SOS Naturaleza, explica que «hoy tenemos el reto de decidir sobre el futuro inmediato de una criatura que perteneció a estas montañas. Hemos de decidir si el oso tiene cabida entre nosotros. Si molesta, si realmente es un obstáculo», y se pregunta «¿Es rentable renunciar a estos planes? Yo pido que seamos valientes, que le demos al animal la oportunidad de sobrevivir. Apostando por la vida, todos saldremos ganando». Su compañero, el ecologista Jesús Vallés, cree que bajo las palabras «debate sosegado» o «pasos cautelosos» se esconde el no hacer nada, el dejar que el oso se extinga. Pero otros grupos ecologistas prefieren luchar por la salvación del oso intentando plantear propuestas que contribuyan a mejorar la conservación de la especie, apoyando las reivindicaciones justas de los ganaderos e impulsando un desarrollo sostenible en las zonas oseras.

    Los ganaderos de ASAJA que viajaron a Francia a manifestarse recalcan que los osos liberados al otro lado de los Pirineos no entienden de fronteras. «No aportan nada estos animales, ni al turismo, ni a la ganadería», añaden. David Solano, secretario del sindicato agrario UAGA, puntualiza que «el mundo rural habitado no está reñido con la biodiversidad, pero lo más grave en este caso es que no se cuenta con los gestores del territorio». La Fundación Oso Pardo opina que hay que dialogar y buscar fórmulas de entendimiento: «Ese es el error que no se hizo en su día, y que no podemos volver a repetir», dice Guillermo Palomero, partidario de debates, encuentros y charlas que anulen la actual desinformación del territorio.

    Mientras, el Gobierno de Aragón, partidario de esta opción de diálogo y de acercar posturas, defiende el gran esfuerzo económico y humano que se está haciendo en las zonas oseras de Huesca, especialmente con el sector ganadero: compensando y sensibilizando a la gente de los valles, aportando ayudas económicas, trabajando, sensibilizando, divulgando y vigilando en los municipios donde habita aún este el animal.

    Fuentes oficiales explican que «por primera vez este año el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón asume íntegramente con recursos propios estas líneas de actuación, ya que no se reciben fondos europeos. Hasta el ejercicio pasado, Aragón recibía financiación europea a través de la medida agroambiental sobre compatibilización de la ganadería en zonas de presencia de oso. El Departamento de Medio Ambiente invierte este año 640.000 euros a través de la Orden de ayudas para incentivar la ganadería extensiva en espacios de la Red Natura 2000 del área pirenaica aragonesa y para compensar los costes indirectos causados a las explotaciones ganaderas en las zonas de presencia del oso, y de las que se han beneficiado unos 580 ganaderos. De ellos, 220 se encuentran en zonas oseras».

    Ecologistas irritados con esta situación como Jesús Vallés, de Los Verdes, valoran muy positivamente este esfuerzo que los ganaderos reciben, pero aseguran que para ellos «la reintroducción de algunas hembras de oso es irrenunciable».

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