República Dominicana: De dónde viene y dónde está


Por Manuel Sogas.

       La República Dominicana fue el país al que primero arribo el colonialismo europeo (1492),  y el último en ser invadido militarmente en el Caribe (1965), el mismo que, por otra parte,  no estuvo nunca ni está en el centro…


Por Manuel Sogas Cotano
Corresponsal del Pollo Urbano en República Dominicana

….del desarrollo capitalista, en el que  habitan más de diez millones y medio de habitantes, de los que 400.000, representando el 3,8% de su población, viven dentro de la extrema pobreza; 2.942.000 de personas, el 27,7% de la población son pobres. Es decir, más de un tercio de la población dominicana vive en un estado de pobreza [[i]].

     Su situación actual no se puede concebir ni atribuir a la confluencia de malignas fuerzas procedentes del más allá confabuladas para castigar a los dominicanos por los pecados cometidos, ni nace por generación espontánea, así como tampoco cabria considerarla como la materialización de una luminosa idea de una mente privilegiada de nadie en particular, sino que es la consecuencia de un proceso histórico determinado que origina y desarrolla el individuo mediante su trabajo en el transcurso del tiempo. En este caso concreto, el proceso histórico en cuestión se data el principio del mismo en 1492 con la llegada de Cristóbal Colón a lo que hoy conocemos como la República Dominicana. Proceso histórico que continúa (puesto que al tiempo es imposible detenerlo) en el momento presente con la situación concreta que parcialmente reflejan los datos antes expuestos.

    El origen del mencionado principio histórico nos lo cuenta “Pedro Cieza de León, cronista de la conquista hispana de América, dejando escrito que prefirió omitir en sus textos referencias a la crueldad empleada porque, de lo contrario, aquello sería un “nunca acabar si por orden las hubiese de contar, porque no se ha tenido en más matar indios que si fueran bestias inútiles”.  Otro cronista, Jerónimo de Mendieta, señaló que “tratan a los indios con tanta aspereza y crueldad, que no bastaría papel ni tiempo para contar las vejaciones que en particular les hacían” [[ii]].

    No debería pensarse que los castellanos (más tarde españoles) tuvieran planeada un tipo de violencia particular para ser aplicada específicamente en el Nuevo Mundo, sino que, por el contrario, ha de ser considerada como un tipo de violencia normalizada inherente a cualquier tipo de imperialismo, aunque se presente de diferentes formas. “El libro de Espino López  –La invasión de América– permite advertir cómo la codicia ensayada con anterioridad en la conquista de Al-Ándalus y las Islas Canarias, cruzó el Atlántico para exportar una crueldad de grado extraordinario para la historia humana.” [[iii]].

     Todo el proceso colonizador que se ha mencionado está jalonado de actos violentos de las más diversa naturaleza constituyendo la espina dorsal de todo el recorrido imperialista,  así como diferentes sus actores; unas veces entre los propios castellanos, como fue el caso del levantamiento de Roldán y los suyos contra el propio Colón poco tiempo después de haber llegado a la Isla; otras de los conquistadores contra los aborígenes, que fueron las más generalizadas y prolongadas en el tiempo y las más crueles; otras veces entre los propios nativos, como sucedió con el cacique Enriquillo, el que después de luchar contra los imperialistas españoles una vez conseguido de estos lo que pretendía para él y los suyos, se puso al servicio de los españoles para luchar contra los nativos que se oponían al imperialismo español, también  entre los diferentes imperialismos conquistadores y  entre las diferentes capas sociales que se van formando con el desarrollo histórico que aspiraban a convertirse en las clases dominantes para  apoderarse de los aparatos de poder y control del Estado a fin de facilitar la realización de sus intereses particulares.

     Hoy el mayor exponente representativo de la violencia imperialista que se ejerce en todo el Planeta Tierra corresponde a los Estados Unidos de América, lo que sin embargo, tampoco debería ser atribuido a la maldad personal específica de sus dirigentes, lo que no significa ni puede ser deducido de ello que tales dirigentes encarnen la prístina representación de la moral, ni siquiera la de la moral declarada y formalmente aceptada por ellos, como es la moral que le corresponde al cristianismo, sino que es atribuible  y resulta objetivamente explicable observando y estudiando la naturaleza misma de la dinámica de funcionamiento del sistema capitalista, que es la que irremisible y necesariamente la impone, por estar basada en relaciones sociales y relaciones técnicas de violencia y explotación de unos por otros.

    La guerra constituye un instrumento político más al servicio del capital para imponer socialmente y en última instancia sus propios intereses sobre y por encima de cualquier otro de la naturaleza que sean, cuando las circunstancia así lo aconsejen. La guerra siempre es inevitables en cualquier sistema capitalista al margen de la denominación que utilice y con independencia de la propaganda política que pueda realizar.

    Varias decenas de miles de soldados norteamericanos invaden y ocupan la República Dominicana en 1916, en plena I Guerra Mundial, cuya ocupación se extendería hasta 1924. El motivo declarado que justificaba la invasión militar y ocupación  fue el de cobrar la deuda que mantenía la República Dominicana con empresarios norteamericanos. Pero la razón verdadera y no declarada, fue la de dirigir y apropiarse de la producción agraria dominicana para ser vendida en los mercados europeos, en los que comenzaba a escasear recursos como consecuencia precisamente de la guerra. Avala la validez de esta tesis el hecho de que los americanos habían invadido militarmente Haití un año antes 1915) con objeto de  poner a disposición de los empresarios norteamericanos mano de obra abundante y barata, para la fabricación de azúcar que se realizaría en la República dominicana.

    A este respecto es significativa la declaración que hizo en 1935 el general Smedley Butler ante un comité de los EE.UU. “He servido durante treinta años y cuatro meses en las unidades más combativas de las fuerzas armadas norteamericanas, la infantería de marina. Pienso que durante ese tiempo actué como un bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios de Wall Street y de sus banqueros (…) Entre 1909 y 1912 participé en la limpieza de Nicaragua para ayudar a la firma bancaria internacional de  Brown Brothers. En 1916 llevé la civilización a la República Dominicana por cuenta de los grandes azucareros norteamericanos.” [[iv]].

    “Es posible que algunos lectores lleguen al final de este libro –advierte Juan Bosch- con la impresión de que el pueblo dominicano ha fracasado porque al acercarse a los quinientos años de vida como sociedad occidental no ha podido organizarse según los esquemas de esa sociedad. Esto sería una conclusión errónea, pues lo que ha fracasado no ha sido el pueblo dominicano; ha sido el sistema en que ha vivido.” [[v]].

     Juan Bosch gana las elecciones a finales de 1962 con más del 60% de los votos emitidos. Una vez en el gobierno hace un llamado a una Asamblea Constituyente con el objeto de convertir en actores de la escena política a los que hasta ese momento no habían sido más que espectadores y sufridores de la misma, las clases populares, lo que constituye el primer intento hasta esas fechas de una profunda transformación económica, política y social de la nación dominada por la oligarquía dominicana siempre dependiente cuando no representante efectiva de los interés de los capitales extranjeros.

    “El propio Bosch resalta que en la Asamblea Constituyente de 1963 “había obreros, estudiantes, mujeres de casa, hombres cuyos apellidos no se habían oído nunca en un salón. Verdaderamente eso era imperdonable en una democracia representativa de un pueblo que de tres millones de habitantes, 2 millones 700 mil eran campesinos y obreros” [[vi]].

    Con el gobierno de Juan Bosch se tomaron medidas efectivas e impactantes que los capitales norteamericanos y oligarquía nacional consideraban contrarias a sus intereses, pero que eran necesarias para favorecer y mejorar las condiciones de vida de toda la población dominicana en general. Durante su mandato de nueve meses, desde la elección al derrocamiento, “tuvo que sobrevivir, al menos a cinco planes de golpe de Estado” [[vii]]. Hasta el definitivo que supuso su derrocamiento el 25 de septiembre de 1963, apoyado por USA, la fracción del ejército más pro americana y, en cierta medida, dependiente  de Norteamérica y la oligarquía y la iglesia católica dominicana, a cuyo golpe de Estado “el pueblo dominicano tuvo la gallardía de levantar en 1965 el primer contragolpe cívico-militar de al historia latinoamericana y lograr vencer, a no ser por la intervención (nuevamente) norteamericana, y luego de tener que sobrevivir a la dictadura de los Doce  Años de Joaquín Balaguer, establecida por la bota invasora yanqui y mantenida por fraudes electorales, corrupción, asesinatos, persecución, desapariciones y destierros” [[viii]].

    Para Juan Bosch “la invasión de 1965 en Santo Domingo fue, a un tiempo, el estreno en sociedad del pentagonismo y el comienzo de la pentagonización del ejército dominicano”. Y en el mismo texto nos pone en alerta al decir que “el pentagonismo, sustituto del imperialismo”, nos invita a ver los grandes peligros que pueden cernirse sobre América y el mundo si la política exterior y de defensa de una potencia como Estados Unidos es manejada al margen del poder civil y respondiendo a objetivos privados, la “economía de guerra”. Estados Unidos está en crisis” [[ix]].

    “Es clave, por lo tanto, reconocer y denunciar siempre la relación entre estrategias militares y económicas. La consolidación del control económico depende del control militar y viceversa (…), la estrategia de Estados Unidos plantea la existencia de tres anclajes en la región: uno en Centroamérica y el Caribe, otro en la cuenca amazónica, y otro en la punta del sur para cubrir, entre los tres, todo el territorio del continente. El objetivo de la presencia militar de Estados Unidos es el de controlar las grandes reservas del agua, petróleo, biodiversidad y los movimientos sociales” [[x]].

    La existencia de la Escuela de las Américas (School of the Américas), situada actualmente en Columbus, Georgia, “que desde 1946 a 1984 estuvo ubicada en Panamá. Desde allí se graduaron más de 60.000 militares y policías de hasta 23 países de la región, algunos de ellos de especial relevancia por sus crímenes contra la humanidad (…) El senador por el Partido Demócrata Martin Meehan ha dicho: “Si la Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex alumnos, reuniría a algunos de los más infames e indeseables matones y malhechores del hemisferio” [[xi]].

    La alerta lanzada por Juan Bosch  en la segunda parte del siglo XX en relación a la actuación y situación de los Estados Unidos de su tiempo, sesenta años después (en el primer tercio del siglo XXI), continúa teniendo vigencia.

 

[[i]] Pablo Mckinney. La desigualdad, estúpidos, es la desigualdad. Listín Diario. 25.05.2023, hoja 5.

[[ii]] Alejandro Pedregal. La historia de América nos obliga a reparaciones como sociedad heredada de un imperio colonial. El Salto / Rebelión, 13.05.2023

[[iii]] Alejandro Pedregal. Obra citada.

[[iv]] Matías Bosch. El espejo de la historia. Los golpes de Estado en Honduras y República Dominicana. 30.11.2021.

[[v]] Composición social dominicana. Ediciones Juan Bosch Inc., 2013. Pág. 7.

[[vi]] Matías Bosch.  Obra citada.

[[vii]] Matías Bosch.  Obra citada. 

[[viii]] Matías Bosch.  Obra citada.

[[ix]] Matías Bosch.  Obra citada.

[[x]] Expansionismo económico y militar en Américalatina y el Caribe.  Centro de Estudios Internacionales. Managua. Nicaragua, 2005. Pág. 9.

[[xi]] Expansionismo económico y militar en Américalatina y el Caribe.  Centro de Estudios Internacionales. Managua. Nicaragua, 2005. Pág. 13.

 

 

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