Por Lucia Echandía
Un centenar de obras de gran vistosidad y singularidad se exhiben hasta el mes de mayo. Retablos, lienzos, esculturas, piezas de platería y mobiliario de numerosos estilos manifestaciones artísticas que abarca el largo periodo que va desde la Baja Edad Media hasta el siglo XX.
EL PALACIO DE SÁSTAGO, CONVERTIDO EN MUSEO DE LAS JOYAS DEL PATRIMONIO PROVINCIAL RESTAURADO
Un centenar de obras de gran vistosidad y singularidad se exhiben hasta el mes de mayo. Retablos, lienzos, esculturas, piezas de platería y mobiliario de numerosos estilos manifestaciones artísticas que abarca el largo periodo que va desde la Baja Edad Media hasta el siglo XX.
Casi un centenar de estas obras, procedentes de 140 municipios zaragozanos, ocupan desde hoy el Palacio de Sástago hasta el mes de mayo, integrando la exposición Joyas de un Patrimonio IV.
Son piezas, en su mayoría de carácter religioso o litúrgico, -aunque también las hay de naturaleza profana-, que han sido restauradas por el Servicio de Restauración y las diferentes escuelas-taller de restauración promovidas por la Diputación de Zaragoza desde 2003 y que ahora se exhiben en todo su esplendor.
Los visitantes podrán apreciar obras góticas, renacentistas, clasicistas, barrocas, academicistas y vanguardistas de excepcional calidad, hasta incluso pequeñas joyas de gran singularidad, como el extraordinario mueble cabinet de ámbar donado a la parroquial del municipio de Olvés, conocido como el Peinador de la reina.
Labor restauradora
La Diputación Provincial de Zaragoza ha desarrollado desde la fundación en 1985 del Servicio de Restauración una ingente labor de restauración del Patrimonio Histórico de la provincia de Zaragoza. Su dedicación principal es la recuperación de aquellos bienes inmuebles y muebles en serio peligro de conservación, especialmente los templos parroquiales y sus pinturas, retablos y órganos de tubos, así como los bienes municipales.
Su otra gran aportación es el plan de restauración del patrimonio cultural de la propia Diputación Provincial: los edificios del monasterio cisterciense de Nuestra Señora de Veruela (Vera de Moncayo, Zaragoza), el Palacio de Sástago, la Real Capilla de Santa Isabel (vulgo San Cayetano) y el Real Coso de la Misericordia, todos en Zaragoza, y del Palacio de Eguarás en Tarazona, declarados Bienes de Interés Cultural.
Además, la Diputación Provincial adquirió y restauró también varios edificios monumentales de la provincia como la casas: de las Cinco Villas, en Ejea de los Caballeros, Piazuelo-Barberán, en Caspe, Angulo, en Borja y el torreón de Navardún, en las altas Cinco Villas.
Dentro de esta labor de cooperación municipal, la Diputación ha creado varias Escuelas Taller de Restauración, con las que se han restaurado cientos de bienes culturales pertenecientes al rico patrimonio de los municipios zaragozanos: documentos de archivo, códices medievales, retablos… que abarcan desde la Edad Media a las vanguardias históricas del siglo XX.
La Diputación Provincial de Zaragoza, luego de su labor restauradora, ha promovido desde 1987 la divulgación de sus actuaciones en cinco grandes exposiciones: la pionera Recuperación de un patrimonio. Restauraciones en la provincia celebrada en 1987 en un recién adquirido y restaurado Palacio de Sástago y las tres siguientes ediciones intituladas Joyas de un patrimonio, habidas en los años 1990, 1999 y 2003, y la de Órganos históricos restaurados expuesta en Veruela, en 1991, además de la exposición Tesoros de Veruela. Legado de un monasterio cisterciense celebrada en 2006.
Ahora se presenta Joyas de un patrimonio IV, que repasa casi una década de labor del Servicio de Restauración del Área de Cultura y Patrimonio y de las Escuelas Taller Bartolomé Bermejo, Pietro Morone, Blasco de Grañén y Juan Arnaldín.