Por Jorge Marqueta
Que estamos en una época de reforzamiento del nacionalismo español es evidente y, en los casos más extremos y excluyentes, éste llega a hacer afirmaciones sin rigor.
Se puede decir, desde posiciones nacionalistas españolas excluyentes, que no se puede ser de izquierdas y nacionalista…. Aparentemente, solo se puede compatibilizar ambas variables si se es nacionalista español; se obvia que CHA es socialista y aragonesista; que PSC es socialista y catalanista; que ICV es progresista y catalanista; que Compromís es progresista y valencianista o que Més per les Illes Balears es socialista y nacionalista. Todos ellos con representación es sus parlamentos autonómicos y, salvo PSC o ICV, con responsabilidades de gobierno.
Se puede decir que el castellano peligra en Catalunya por la inmersión lingüística, obviando que en Catalunya se habla un perfecto castellano y que las generaciones educadas en la inmersión lingüística, según datos del Ministerio de Educación de España, el almnado obtiene notas en la PAU, que están en torno a la media estatal. En Catalunya, la nota media fue de 6.41 (la estatal, 6.45) y un porcentaje superior de aprobados en lengua y literatura castellanas (83.80% en Catalunya, frente a la media estatal de 82.20%). En Aragón los datos son 6.42 y 82.24%, respectivamente. Por cierto, en los últimos lugares de esta clasificación se sitúa Castilla-León, con unos datos de 6,29 y 78,97% de aprobados en la asignatura.
Ese es el gran problema de algunos nacionalismos. Su carácter excluyente. Y ese es el problema del Estado Español como proyecto, el no comprender la pluralidad, que la diversidad lingüística es una riqueza a preservar, que el Estado Español o integra y convive son su pluralidad ideológica y las diferentes nacionales que la integran,….. o, tarde o temprano, no será.
