Por Max Alonso
Recientemente se celebró en Astorga lo que se calificó de Cumbre Política sobe la Despoblación, organizada por la Fundación Monteleón.
A la misma acudieron autoridades de la Junta, la provincia y numerosos alcaldes para debatir una vez más el gran problema que agobia a toda la comunidad y a Astorga en particular, que acusa sobre el problema general de la despoblación el de su especial envejecimiento.
Fue una jornada de ponencias y mesas redondas en las que se formularon unas propuestas que quedaron recogidas en los medios de comunicación. Se señalaron medidas concretas como aumentar la natalidad y retener el talento. Es decir lo que ya sabíamos todos y que son consecuencias y no soluciones, que llegan cuando se hayan tomado medidas. Es penoso tener que reconocerlo pero estas medidas, dichas así, entran en la categoría de majaderías.
Datos publicados en estos días reflejan que en nuestra provincia en el último año la mortalidad ha sido más del doble de la natalidad. Dígannos como se va a conseguir ese aumento de natalidad que al menos equipare estos índices.
Si nos confiamos en jornadas como estas ya sabemos el resultado: el problema se irá incrementando sin que se presenten soluciones. Que debe haberlas, pero no por este camino de soluciones de política casera que no pasan de ser cantos de sirena.
Existen diversos estudios nacionales que se han realizado con solvencia, uno de ellos en el Senado, y tras de estos hay que ir y exigir que se estudien más y se ejecuten y en primer lugar que se cumpla la Ley de Desarrollo Sostenible.
Cuando la sanidad rural está en sus peores momentos y el Centro de Especialidades de Astorga se mantiene desasistido y sin concluir, ahí sí que se está incidiendo en aumentar la despoblación. Como cuando se aumentan las tarifas postales para las zonas rurales y cuando se consienten otras medidas que la propician.
Ni podemos esperar que estas soluciones nos lleguen por los políticos locales que se entretienen en inaugurar con alharacas la apertura de una puerta para acceder a pediatría, tras un año de gestión, o acompasan su paso al de funcionarios que es el espíritu que desgraciadamente les domina. Abogar por los grandes planes nacionales ya sería una buena opción y no dejar de esperar que va a venir una gran empresa salvadora.
Recientemente en una reunión similar a la comentada, en León, y refiriéndose a la misma capital, el presidente de los empresarios lo dijo: Las grandes empresas se deciden en el triángulo de las Bermudas que es Madrid, Cataluña y el País Vasco y León capital no tiene ninguna fuerza para romper ese triángulo. Menos en Astorga. Podemos seguir esperando que venga una gran empresa salvadora. Que viniera una sola empresa, aunque no fuera grande, ya empezaría a ser solución, porque hasta ahora no ha venido ninguna. Podemos escudarnos en que no disponíamos de grandes terrenos para ese tipo de empresas para pasar a tenerlos y sin empresas.
Publicado en: http://astorgaredaccion.com/not/18887/majaderias/