En un futuro muy, muy cercano…/ Manuel Medrano


Por Manuel Medrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

    Tenemos 6 candidatos que se presentan para ser elegidos Presidente del Partido Popular de España. El o la que lo consiga, será también candidato a ser Presidente del Gobierno de España. Así de simple, pero mucho más complejo en el fondo.

   En primer lugar, la elección tiene dos fases. En la primera, los afiliados al corriente de pago han tenido además que inscribirse, y sólo así podrán votar. Los que no están al corriente de pago, si quieren ejercer el sufragio han tenido que abonar 20 euros, mucho menos de lo que sumarían sus deudas impagadas y menos que la cuota anual de los afiliados cumplidores, siendo ya esto un elemento nítido de desigualdad y distorsión.

   Bueno, una vez los “inscritos e inscritas” voten, el 5 de julio, se elegirá a los dos más votados/as salvo que uno/a haya arrasado (lo que parece poco probable). Estos dos son quienes se propondrán ante el Congreso Nacional del PP, que será el 20 y 21 de julio. Ese congreso, a su vez, estará formado por compromisarios. Para ser compromisario: 1) Hay que ser “inscrito o inscrita” desde la primera fase. 2) Hay que haberse presentado expresamente después, además, a compromisario, y que te elijan en nueva votación.

  Así llegamos a la segunda fase. Los inscritos que, después, se presentaron a compromisarios y, además, se les votó como tales, van al congreso. Y eligen entre los dos que allí se postulan. No hay ponderación prevista: el más votado en la primera fase por los inscritos a secas, puede no ser el más votado por los compromisarios en el congreso. Así de asombroso.

   Porque los aparatos del Partido Popular pueden influir, más o menos, en los votos de los inscritos, pero desde luego influyen, y muchísimo, en quiénes serán compromisarios. Y son estos los que deciden, finalmente, al margen de la preferencia mostrada antes por la militancia inscrita.

   Hay estructuras provinciales y regionales del PP que pensaron en manifestar su apoyo explícito a un candidato de los 6 en la fase de sufragio general de inscritos, o primera fase. Alguien debió decirles que eso pondría completamente en duda la naturaleza democrática del proceso. Pero después de la fase primera, sí se van a pronunciar. Las estructuras territoriales del PP, lo han avanzado varias, dirán antes del congreso qué candidato/a les gusta y, por ende, a quién van a votar “sus” compromisarios.

  El censo de votantes para todo esto es: se supone que hay unos 869.000 afiliados al PP. De ellos pagan la cuota, al parecer, unos 100.000, y se han inscrito para votar unos 66.000, un 7’6 %. De estos últimos, no sabemos el número de los que pertenecen al grupo que ha apoquinado los 20 euros, pero si suman muchos habrá sospechas.

  Por lo que respecta a los compromisarios en el congreso del PP, serán 3.134, de ellos 522 natos y 2.612 electos.

   Y este es el mecanismo que, a la vista está por la actitud y declaraciones de algunos presidentes provinciales y regionales del PP, no les gusta a muchos.

    Bien, dicho todo esto, ¿les parece que el proceso ofrece garantías? ¿Por qué no es, directamente, candidato electo el más votado por quienes están al corriente de pago (y déjate de lo de los 20 euros que trae recuerdos de actualizaciones de cuota masivas en elecciones internas anteriores)? ¿Y por qué a los que están al corriente de pago no se les convoca a votar y ya está, sin tener que ser “inscritos e inscritas” además? ¿Y si se aprovechase el congreso para la constitución de equipos y la definición de programas, estrategias y tácticas, y no para hacer una elección por cooptación?

   Misterio. Veremos cómo acaba el asunto. Es decir, no quien sale vencedor, sino en qué se traduce para el Partido Popular y, muchísimo más importante, qué beneficios obtenemos los españoles de ese resultado.

   Pues, como saben, yo soy partidario del “egoísmo democrático”: ¿qué hay de lo nuestro?

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