«Aragol, Aragol, ¿por qué me has abandonado?»


Por Al Caponi

     Estos días de Semana Santa parece que estaban conjurados para que se llegara, entre jueces, fiscales, expresidentes , millonarios eléctricos, notarios, abogados de doble cara y pelotas de bote “a conveniencia” al predecible final de un partido que tanta importancia llegó a tener en Aragol. Y lo peor de todo es con que crueldad se le ha atado a la columna al que hasta hace cuatro días era su “factótum” aunque ni él ni su entorno supieron “leer”el chocho…

…que le estaban preparando las diferentes tribus que habitaban el partido cachirulero por excelencia.

       Pero la procesión va a estar muy entretenida porque según se rumorea, en la taberna del «Tres de Espadas», entre guitarras,  anís de mora y saetas cincovillesas, la  intelligentsia socialista está llamando a filas a todos aquellos que tengan un tambor o unas castañuelas  para que acudan a la sede, se disfracen con capirote y saya, y  acudan –obligatoriamente- a cualquier procesión que hubiere por su agrupación para pedir el voto de los vecinos y cofrades pues la cosa está que arde y los números están prietos de “cojones” como diría un castizo

Mientras, Aliaguetti, hombre de fe, ha susurrado a sus fieles:

-“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”

-¿Pero qué estás diciendo? –dicen que le dijo Trillonettis al oído zarandeándole el brazo. ¡Estate callao y no digas nada! Pero Aliaguetti, en pleno y fervoroso éxtasis continuó: “Aragol, Aragol, ¿por qué me has abandonado?”.

   Los diferentes partidillos en los que se ha descompuesto la formación regionalista se han citado para el Viernes Santo para tocar una tamborrada en su honor en los alrededores de la balsa de Jaulín.  Bajo el eslogan: “Alea jacta est”.

    Mientras, en los alrededores de la balsa jaulinera, Aliaguetti ha mandado colocar una gran pancarta que dice: “Memento semper: Aragonum non solvit proditores!”. “ Es para que alguno reflexione un poco estos días” dicen que dijo mientras lo ataban a la columna dispuesta para la ocasión.

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