Por Al Caponi
Una gran mayoría de los analistas políticos de Aragol estaban convencidos de que el “eterno” líder de la oposición municipal, Giorgio Azconetti, cometía un error aspirando a la Diputación General de Aragol ya que podía repetir como alcalde en las pasadas elecciones y,..
…en las próximas, con un Lambano Lambani en posible retirada, tendría el camino despejado para trincar el sillón faraónico de la pirámide pignateliana. Pero el hombre propone y Génova dispone: había que meter la directa y, vistos hasta por los ciegos, los errores monumentales de la estrategia electoral de don Pedrito el Sobradito, aspirar a meter el morro en el sarcófago de Aragol.
Nunca, en Aragol, el partido Popular estará lo suficientemente agradecido a don Pedrito el Sobradito, ya que su inútil campaña de asustar a los aragoneses con la terrible llegada de la hordas de la extrema derecha al Puente de Piedra, y el infantilismo revolucionario de barra de bar de las masas rojas (ajenas a su necesaria unidad frente al ogro nazi y sólo pendientes de sus respectivas nóminas públicas), no solo le ha permitido arrebatarle el bastón del sillón a Lambano sino que, además, (“oído premio, oído regalo”) la “ratita Capulina” de la feria electoral le ha puesto a su protegida Chuecatti en el sillón dela plaza del Pilar. Es decir, doblete para Azcón, el nuevo Faraón de Aragón ¡Enhorabuena a los ganadores y ánimo y buena estancia en Salamanca para intentar aprender del batacazo, a los perdedores!