La vieja guardia se descompone y Alegría se impone


Por Al Caponi

     A pesar de los empeños de Lamban y sus fieles, la lógica partidista se ha impuesto en el Psoe y la candidata de Sanchezzi ha barrido en las filas del socialismo aragolés, como siempre. Los jefes son los jefes y los que no están con éllos, son carne de cementerio

     La falacia de la democracia interna no es más que un sueño de afiliados novatos. Los partidos, todos, abedecen a uno de los  principios estalinista en el que se basan: el culto a la personalidad y el que no está con el “aparato” ya puede irse a silbar a la vía. Solo el jefe (“Sánchez”) garantiza las nóminas que es, en definitiva de lo que se trata.

   El aparato derrama dádivas y favores para los afines en aquellos huecos que ocupa aunque, en Aragol, la cosa está bastante negra pues el Partido Popular ha arrasado todo el espectro de poder político a excepción de la DPZ que es muy difícil que pueda albergar a más naúfragos.  Pilar Alegría tiene ante sí una ardua labor si quiere abrir  expectativas laborales entre los suyos. Enorme tarea la que le espera después de la debacle sufrida.

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