Lucas Mallada, pionero geólogo de Huesca

Por Eduardo Viñuales

    Una de las figuras oscenses más ilustres en el mundo de la naturaleza es la de Lucas Mallada, ingeniero de minas, autor del Mapa geológico de España y del catálogo de…

…Especies Fósiles. En el mundo de la montaña se le considera el gran pionero del pirineísmo aragonés.

 

Texto y fotos: Eduardo Viñuales Cobos.
Escritor, naturalista de campo y miembro de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental
http://www.asafona.es/blog/?page_id=1036 Twitter: @EduVinuales 

    Huesca es, en efecto, una región natural desbordante y muy atractiva. Y a veces más que mirar a la naturaleza pura y dura, conviene también conocer a sus personas y echar la vista atrás unos cuantos años para descubrir gentes de brillante trayectoria naturalista como Mallada, hombres que nunca deben caer en el cajón del olvido. Nacido en Huesca ciudad el 18 de octubre de 1841, el geólogo Lucas Mallada y Pueyo desarrolló una fructífera labor por toda España, pero sintió en realidad gran predilección por esta provincia del norte de Aragón, donde le gustaba profundizar en los aspectos físicos al considerar que “Huesca posee unas condiciones especiales que le hacen ser tal vez la provincia más escabrosa de España, además de ser limítrofe con Francia”.

     En el año 1866 finalizó sus estudios en la escuela de Minas, completando sus prácticas en Almadén y siendo inmediatamente enviado a la comarca asturiana de Langreo. En el año 1870 es adscrito a la Comisión del Mapa Geológico de España, para el que elabora entre 1876 y 1912 los correspondientes estudios cartográficos de las provincias de Cáceres, Huesca, Córdoba, Navarra, Jaén, Tarragona y Toledo. Son más de 5.600 páginas que resumen una labor titánica. Huesca sería su primer destino para este trabajo, pero la tarea cesa por falta de fondos. Tres años más tarde regresa a la provincia altoaragonesa de nuevo para dedicar una campaña de nueve meses intensos a recorrer y entender geológicamente los rincones naturales de la provincia de Huesca. Ello le acerca al mundo de las montañas pirenaicas y prepirenaicas donde persigue el propósito de “que se forme, en poco tiempo, un cuadro descriptivo de todos los Pirineos españoles, ampliando datos, rectificando errores de diversas publicaciones francesas y completando la descripción topográfica de la zona”.

    Lee a los clásicos del pirineísmo, y según nos cuenta Alberto Martínez Embid, en su libro “Memorias” se revela como un completo explorador pirenaico, hasta el punto de que se la denominado el “gran pionero del pirineísmo aragonés” y se le ha adjetivado de “el Ramond de Aragón” en comparación con el barón de Carbonnières. En un folleto que reparte a los visitantes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se citan estas palabras suyas de la “Descripción física y geológica de la provincia de Huesca, año 1878” dedicadas al río Arazas: “Se recogen las aguas de la Brecha de Rolando, Tobacor y la Catuarta en un sinuoso torrente cercado en el verano por manchas de nieve y relleno totalmente por ésta en invierno. Da origen al Ordesa, que desde su comienzo se encauza en arco de círculo, entre escarpas y tajos a pico al entrar en tan formidable garganta, y antes de llegar a la mitad de su curso se derrama en cinco cascadas en escalinata. Pasa de 300 metros de las altas escarpas, que a modo de cuchillos y murallones le sujetan por la izquierda, y todavía son más altos los altos tajos verticales de la orilla opuesta (…) El río llega sitios donde se justifica el apodo de paraíso de los Pirineos con que algunos le designaron al valle de Ordesa. Frente a Cotatuero, por muy habituado que uno se halle a contemplar grandezas de la naturaleza, no puede menos que quedar absorto de tanta belleza reunida en un solo punto”.

    Lucas Mallada pronto mostró desde Madrid, en sus primeras etapas de vida, un interés por la geología. A los 29 años ya estaba trabajando en el referido Mapa, elaborando la cartografía básica de la geología de nuestro país, tomando como base la división provincial. Paralelamente, Mallada está también considerado como uno de los más grandes paleontólogos de la historia científica de España. En el estudio de los fósiles desarrolló una gran tarea, resolviendo dificultades que tenían sus colegas del Mapa Geológico a la hora de utilizar los fósiles en la interpretación de los estudios estratigráficos. En la Sinopsis el oscense describe primeramente unos 1.500 fósiles, la mayor parte de ellos dibujados en cerca de 200 láminas.

Con muy pocos medios y en un tiempo récord, Mallada logró catalogar 4.058 especies de fósiles, de las que 758 son del Paleozoico, 1.820 del Mesozoico, 1.364 del Cenozoico y 115 de la Era Cuaternaria.

    La explotación de las aguas superficiales y subterráneas, además de la situación política, económica y social de España interesarían un Mallada con visión humanista y regeneracionista. La antología de textos del montañismo español, “Del Teide al Naranjo”, de Ediciones Desnivel recoge un escrito de Mallada titulado “El clima” que cuenta con una biografía-introducción de Alberto Martínez Embid.

     Y no debemos olvidar el trabajo que sobre su persona hace unos meses mostó a modo expositivo el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, en el Edificio Paraninfo.