Editorial


Editorial: Feliz 2023

    Acabamos el año ilusionados y tristes. Ilusionados porque las expectativas polleras se han cumplido con creces aumentando lectores y colaboradores y mejorando sensiblemente su maquinaria y contenidos. Ya hemos puesto el listón muy alto aunque eso no nos hace seguir mirando a más altos logros que pronto incorporaremos a la revista.

Y tristes porque poco a poco vamos viendo cómo nos vamos quedado solos en este arduo camino de mantener vigente y con salud de hierro la libertad de expresión como una conquista irrenunciable de nuestros conciudadanos. Cada vez los monopolios locales aprietan más las plumas de los incorrectos y se pone proa a la palabra libre. Sutilmente, a veces, burdamente  otras, están cercando los pocos foros y las breves voces  que alientan caminos propios y no los senderos del paso firme y marcial que creíamos olvidados. Ahora, hoy, ya no hace falta la porra. Basta con hacer gotear discrecionalmente los euros que marca la Ley para el uso (y abuso) de la publicidad institucional.

Pero en el Pollo estamos acostumbrados a las largas travesías sin agua ni carne seca. No pudo el “abuelo” ni podrán los nuevos-viejos caciques que arrasan nuestra tierra con la sonrisa complaciente de la clase política. No hay redaños  para pararlos desde dónde se debe. A nosotros, solo nos queda ir metiendo el cuchillo por las pequeñas rendijas para ver si algún día revienta la purulenta vejiga que hace que el 80 % del dinero aragonés navegue plácidamente en  las mismas y únicas manos de esta comunidad ¡Anda que no tiene huevos la cosa!


Editorial: Otro Curso pollero

Otro curso pollero

     En nuestra revista, los Pilares marcan el inicio de cada nuevo curso. Así comenzamos la temporada pollera 2003/4 y estamos muy ilusionados con las nuevas secciones que ya están operativas como las entrevistas en directo y una nueva, que comenzaremos el mes próximo, que va a estar dedicada a las nuevas tecnologías y que la llevaremos a cabo en colaboración con la empresa Blazar Studio de Zaragoza.


Fin de curso

Con este Pollo 218 Extra Verano, cerramos el curso pollero 2021 / 2022 y, como todos los años, ahora llegan los momentos de  meterle mano a la estructura de la página para perfeccionarla, engrasarla y solucionar los pequeños problemas que,  a lo largo del curso, se han detectado. Pero, en general, podemos decir que ha sido un buen año: hemos aumentado en el 15% nuestra “presencia” como medio de comunicación, llegado al tope convencional de seguidores en Facebook y aumentado significativamente el número de suscriptores. Se han incorporado nuevas firmas y se ha ampliado la nómina de corresponsales. El camino, de momento, está despejado aunque seguimos trabajando en nuevas aplicaciones que hagan que los lectores se sientan cada vez más a gusto con nuestros contenidos.


La soberbia soberanista

 La Primavera se nos ha echado encima manteniendo en pleno fragor la masacre ucraniana para la que no hay flores sino más bombas y destrucción.

    En nuestra tierra, los primos catalanes haciendo justo alarde de su insolidario soberanismo nos niegan la alícuota parte de los posibles juegos de Invierno 2030 que se iban a celebrar en los valles del norte de nuestras regiones  y es probable que, con esta actitud de soberbia, la candidatura se vaya por el desagüe pirenáico.


Vivir en la paradoja

La izquierda radical aragonesa ha entrado en la paradoja con la invasión de Ucrania por parte de sus referentes en la Rusia soviética.

    Es muy difícil entender como siguen cobrando de las instituciones aragonesas sin haber manifestado su condena a la agresión que sufre el pueblo ucraniano. Un hombre (mujer u hombra) con principios, y más si ocupa un cargo público, lo menos que puede hacer es renunciar a su nómina y destinarla a paliar el zancocho en que han metido a inocentes ciudadanos de aquel lejano país la gran potencia de sus amores.


Feliç any 2022

   Y como quien no quiere la cosa, vamos a encarar  un nuevo año que se presenta con múltiples incógnitas que habremos de sortear  -esperemos- con la mayor de las fortunas ya que no es en vano que la Virgen del Pilar sea la capitana de la tropa aragonesa.  Porque si  hemos de esperar que el club político que nos gobierna atienda con mano firme el timón para que la frágil nave ciudadana atraviese los temporales que se divisan en el horizonte próximo, casi mejor que busquemos chaleco salvavidas y nos arrojemos cerca de alguna patera para garantizarnos la llegada a tierra firme y aprovechar la travesía para aprender catalán, porque las cosas se están poniendo de Circo de los Hermanos Tonetti.


Ojo con perder la oportunidad renovable

   Efectivamente se ha impuesto en nuestra sociedad, y sobre todo entre la progresía militante, la cultura del “no”. Y menos mal que estamos bajo un gobierno socialista (además de sus alucinantes socios) Porque si mandara en España un gobierno conservador, las calles estarían rellenas de paseantes pancarterors  con la anuencia, eso sí y como siempre,  de los apesebrados sindicatos.

  Dios, en su bendita bondad y, sin duda, con la sempiterna intercesión  de la Virgen del Pilar, ha colocado a Aragón en un entorno privilegiado para el florecimiento espectacular de este tipo de energías y sus evidentes reflujos económicos.


El paraíso de los catetos

    Si durante el año la ciudad se va caracterizando día a día, por una mediocridad aplastante en materia cultural parece que los integrantes del cado de la Calle Torrenueva  25 y adyacentes, esperan la llegada del  Pilar para sacar a la calle lo más cateto que han ido cociendo durante el año  y,  lo que es peor, con la pretensión de que están poniendo a la ciudad y a las fechas en el mismísimo centro de España, Aragón y Rioja como una ciudad  capaz de aplacar la sed cultural de los viajeros que, desgraciadamente nos visitan, casi únicamente,  bajo el magnético polo pilarístico.


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