Director: Dionisio Sánchez Rodríguez. El Pollo Urbano. Desde 1977 la primera revista de sátira política, información, ocio y cultura . Zaragoza. España. Nº 223. Marzo 2023
Hemos llegado al verano del 2021 con este número Extraodinario atravesando la “pandemia” en nuestra nave pollera sin tener que apuntar en su cuaderno de bitácora la desaparición de ninguno de sus marineros. Es pues, motivo de satisfacción en toda nuestra dispersa redacción haber llegado al puerto del verano con los motores renqueantes pero dispuestos a iniciar una nueva travesía tras efectuar los necesarios retoques en la nave.
Y hemos superado todas las expectativas que nos habíamos propuesto en cuanto a lectores y difusión de la revista
Esto no es una becerrada
Las elecciones en la Comunidad de Madrid han puesto en el candelero la existencia de una violencia que-de momento y por suerte- no parece existir en otras comunidades de España. Al menos en la nuestra, las palabras siguen valiendo sin necesidad de gritarlas o liarnos a hostias por un “quítame allá esa ideología que mantiene cada cual”. En Aragón, salvo excepciones políticas que disfrutan mimetizándose con sus modelos matritenses, mantenemos la violencia en el armario para emplearla cuando realmente ha sido necesario.
Y lo cierto es que nunca hemos sido mancos. Lo ridículo es que a un concejal que se mete casi diez millones al año de las antiguas pesetas se le permita tirarse el moco del insulto a sus compañeros de corporación estando tan fácil acudir a la cola del paro a hacer proselitismo o, simplemente, hacerle pagar de su nómina los múltiples errores cometidos durante su nefasta gestión en la corporación anterior. Lo del concejal Cubero, no tiene ni medio pase en una becerrada de pueblo. ¡Tira a cascala, chaval!
Tiempos de reflexión
Parece que la “pandemia” deja de arreciar aunque sus coletazos son de “órdago a la grande”.
Nos estamos metiendo en una situación de paro escalofriante y, por consiguiente, con familias que se quedan a la intemperie sin visos de cobertura segura. Parece que, poco a poco, mientras llegan las vacunaciones a golpe de tam-tam, nos vamos viendo abocados a un “sálvese quien pueda” de difícil solución…
Cuidado con el bozal
Por fin se acaba este “Anus horríbilis planetarium” con la confianza puesta en que las vacunas en curso hagan su trabajo y podamos pasar página aunque lo de “volver a la normalidad” cada vez parece más el comienzo de un cuento que una próxima y cotidiana realidad. Ya nada va a ser como antes y la experiencia que hemos vivido ha sido extraordinariamente desalentadora y castrante aunque los más veteranos ya teníamos experiencia aunque rápidamente olvidada recordando lejanísimos recuerdos cuartelarios.
El árido panorama que se nos presenta en el horizonte sólo lo estamos atisbando porque, seguramente, nos negamos a creer el descacharre social que se va a producir cuando se acaben las ayudas que están apuntalando nuestra fragilísima sociedad. Y eso que nosotros, como europeos tenemos un paraguas privilegiado. Los otros, los pobres, los pobladores del tercer mundo las van a pasar todavía más canutas (si eso es cruelmente posible)
Nosotros, sabedores de ser unos privilegiados vamos a continuar la andada, ciertamente desconcertados, por no saber el destino `próximo de nuestros pasos.
Nos habíamos creído que vivíamos en Jauja y, de repente, un bicho informe, diminuto según dicen, ha noqueado implacable a toda la humanidad.
Ojala sepamos sacar conclusiones y no se convierta esto en un barrizal donde los depredadores aprovechen para engullirse privilegios y sinecuras. En el país de Mad Max también estará peleando, en primera línea nuestro Pollo, ya bregado en otra batallas de las que siempre, siempre, hemos salido indemnes, y sin bozal, mientras nuestros enemigos se han quedado viejos, con mascarilla, y arrugados en las cunetas.
Hace ya 30 años que anunciamos que los medios de comunicación clásicos estaban destinados a las hemerotecas y los museos. Este año que dejamos atrás, ha sido la puntilla que en el 2021 desangrará a los pocos que aún quedan. Nosotros aquí estamos cual simeones clamando en el desierto. Aquí seguimos zozobrando en las mareas pero navegando al fin rumbo al puerto del arte, la libertad y la palabra. Amén.
Ya es hora de actuar
Corren malos tiempos para la lírica y esta pandemia maldita está comenzando a enseñar la patita de un modo terrible. Ya no solo tenemos que contar muertos, contagios ingentes y confinamientos de todo tipo sino que la plaga comienza a roer las cabezas de nuestros conciudadanos impotentes ante tanta impericia política, tanta mentira y tanto desastre económico como va a causar, arrasando, seguro, con los modelos de vida que hasta ahora eran los habituales. Algo se cuece y no huele nada bien.
De mascarilla a bozal
Poco a poco, la NN (Nueva Normalidad ) va formando parte de nuestras vidas coronadas por esta novedosa peste que nos está convirtiendo en moñacos teledirigidos por el Nuevo Orden Mundial que la NN va generando en el planeta.
Parece ser que ya no van a ser vitales los conflictos bélicos tradicionales hasta la WW-II con algunos coletazos regionales donde balas y bombas engrosaban los bolsillos de aquellas empresas dedicadas al control numeral humano con la firme anuencia de países y gobiernos de cualquier signo. Un bichito con corona o “boina” puede ir equilibrando la presencia humana hasta cumplir objetivos que marquen las directrices que impongan, sin control alguno, los jefes de este apocalipsis que estamos comenzando a vivir
Más que broma pesada
Y van pasando los días y esperemos que antes del verano concluya esta broma pesada y los que tienen que sacar conclusiones las saquen rápidamente porque la temporada –y larga- que se avecina no va a ser “moco de pavo”. Y algunos se engolaban hablando de la otra “crisis” la más reciente que tuvimos y de cómo la superamos con sus recetas.
Y por fin asomaron el morro
La últimas declaraciones del Vicepresidente coletudo ya han dejado, bien a las claras, que Podemos no es un club de jovencitos idealistas sino una formación política al más rancio estilo parlamentario español desde que tenemos conocimiento de su retrógrado funcionamiento, que tantas veces sufrió las agrías crícas del casposo dirigente que se nos infiltró como el colmo de la modernidad política del venidero siglo XXI e incluso del XXII.