EDITORIAL

Cuidado con el bozal

    Por fin se acaba este “Anus horríbilis planetarium” con la confianza puesta en que las vacunas en curso hagan su trabajo y podamos pasar página aunque lo de “volver a la normalidad” cada vez parece más el comienzo de un cuento que una próxima y cotidiana realidad. Ya nada va a ser como antes y la experiencia que hemos vivido ha sido extraordinariamente desalentadora y castrante aunque los más veteranos ya teníamos experiencia aunque rápidamente olvidada recordando lejanísimos recuerdos cuartelarios.

    El árido panorama que se nos presenta en el horizonte sólo lo estamos atisbando porque, seguramente, nos negamos a creer el descacharre social que se va a producir cuando se acaben las ayudas que están apuntalando nuestra fragilísima sociedad. Y eso que nosotros, como europeos tenemos un paraguas privilegiado. Los otros, los pobres, los pobladores del tercer mundo las van a pasar todavía más canutas (si eso es cruelmente posible)

  Nosotros, sabedores de ser unos privilegiados vamos a continuar la andada, ciertamente desconcertados, por no saber el destino `próximo de nuestros pasos.

  Nos habíamos creído que vivíamos en Jauja y, de repente, un bicho informe, diminuto según dicen, ha noqueado implacable a toda la humanidad.

  Ojala sepamos sacar conclusiones y no se convierta esto en un barrizal donde los depredadores  aprovechen  para engullirse privilegios y sinecuras. En el país de Mad Max también estará peleando, en primera línea nuestro Pollo, ya bregado en otra batallas de las que siempre, siempre, hemos salido indemnes, y sin bozal, mientras nuestros enemigos se han quedado viejos, con mascarilla,  y arrugados en las cunetas.

   Hace ya 30 años que anunciamos  que los medios de  comunicación clásicos estaban destinados a las hemerotecas y los museos.  Este año que dejamos atrás, ha sido la puntilla  que en el 2021 desangrará a los pocos que aún quedan. Nosotros aquí estamos cual  simeones clamando en el desierto. Aquí seguimos zozobrando en las mareas pero navegando al fin rumbo  al puerto  del arte,  la libertad y la palabra. Amén.