El Pollo Urbano haciendo un alarde de potencia y del extraordinario equipo de colaboradores que han venido pedaleando desde hace 46 años, ha encarado la etapa de montaña más complicada del año. El cambio en algunas instituciones a raíz de las últimas elecciones, nos han hecho volver a pedalear con los nuevos jefes de prensa y -¡otra vez!- volver a explicar quienes somos, dónde estamos y de dónde venimos. Y eso, ciertamente, es muy cansino y desalentador.
Menos mal que en esta rampa de subida, también encontramos buenas personas, preparadas y que, sin duda nos facilitan el esfuerzo mensual de la serpiente multicolor (que decía aquel) para completar mes mes las etapas de una publicación como la nuestra.
A los que animan y empujan la carrera, muchas gracias. Y a los que meten palicos en las ruedas, ojo que el Pollo ya ha demostrado, sobradamente, que no le falta pico ni conocimientos para plantar batalla a quien asi lo desee.
De cualquier manera, y sin rencor, de momento, un Feliz Año para todos los aragoneses y a nuestros fieles lectores con especial énfasis. Salud, amigos y camaradas.