Por José Luis Llera
Cuando llega fin de mes recibo el cariñoso recordatorio del camarada Dionisio indicándome que debo enviar mi artículo ya que el número próximo de su Revista sale a la luz el primer día del mes siguiente.
Debo decir que me agrada enormemente esta misiva y me apresto a ponerme ante el ordenador y dar a conocer mi opinión sobre alguno de los temas de actualidad. Pero he ahí que aun cuando no preciso de borrador, sino que lo hago directamente en el teclado que tengo ante mis ojos, siempre llegan al final a un tema político de los que los escritores de medio pelo, como yo, se nutren con gran éxito.
Ciertamente yo no lo hago así. Como digo, no me ocupo, ni doy mi opinión, sobre temas políticos que me corrompen aun cuando ciertamente podría hacerlo por mis vivencias anteriores y mis numerosos viajes al extranjero con los que he obtenido unos conocimientos que podría trasladar a mis lectores.
Dejo por tanto para otros momentos mis opiniones sobre política, políticos y democracia.
Voy a ocuparme ahora del BLACK FRIDAY, una reciente nueva moda americana, que arrasa en España y a la que se sumarán otras todavía sin calar en nuestras costumbres como es el DIA DE ACCION DE GRACIAS que, en el país norteamericano, tiene más preponderancia que las propias Navidades. Pero tiempos vendrán en los que será una copia más de las que nos pasan veladamente. Lo que ocurre es que de momento, por la importancia económica del BLACK FRIDAY y la todavía arraigada celebración de las Navidades, requerirá un mayor esfuerzo para implantar este DIA DE ACCION DE GRACIAS que parece tiene tintes religiosos y eso no agrada a muchos.
Pero refiriéndome al VIERNES NEGRO hay que reconocer que es esperado por los timados en general para hacer sus compras con unos descuentos que si fueran ciertos harían desaparecer todos los establecimientos que ahora hacen su agosto en el mes de noviembre, antesala de las Navidades, de Reyes, de San Valero ventolero y de Semana Santa sin contar con los días simples de descuentos,.
Hace unos días, en un importante medio de comunicación, hacían un estudio de los precios que regían esos días y que, como norma generalizada, los habían subido fechas antes para situarlos después, en los días tan gratos de compras, al precio habitual.
¡ Que pitorreo¡ Pero lamentablemente, por de pronto, todo sigue igual o seguirá con la sartén por el mango de los establecimientos que harán sus cuentas NO PARA DISMINUIR SUS STOCS SINO PARA AUMENTAR SUS VENTAS.
Debo decir finalmente que prefiero el POLLO (urbano), pero NO la IRRUPCION DE ESTAS CELEBRACIONES QUE, COMO TODO EN LA VIDA, SIEMPRE VAN EN DETRIMENTO DEL BOLSILLO DE LOS CIUDADANOS.
Para mis amigos lectores, editor y compañeros de pluma mensual, mis mejores deseos de felicidad en estas FIESTAS DE NAVIDAD y que el AÑO PROXIMO sea portador de las mayores dichas para TODOS.
