Por Al Caponi
Hacía tiempo que en la vida política de la ciudad no se veía una izquierda tan dividida y recelosa con sus afines.
La operación podemita, organizando desde Madrid el tandem perdedor del faraón Echenikón (derrotado y machacado por su propia estructura local) con un novedoso y visionario alcalde (Santiveri) que aunque creó espectativas inicialmente luego demostró ser incapaz de llevar a la práctica “política alguna ” en toda la legislatura con su aliado natural, tal cual era el grupo socialista.
Hubiera sido más sencillo, práctico y elemental que Carlos Pérez hubiera pactado una moción con el PP y desalojar de las orillas del Ebro a la Banda del Empoderamiento Inclusivo Segundo Derecha y con Anchoas que corregir las meteduras de pata diarias del Club Ciclista Comunista del Excelentísimo. Rodeado dicho alcalde de “pobrecitos habladores” que a la primera de cambio se han transfugado unos a un inconcebible sector terciario podemita uspiciado por otra que se ha creído imprescindible en la política regional por haber presidido cuatro plenos en las Cortes y estar convencida de que los votos llegan a capazos a las urnas por las sonrisas que una sea capaz de lanzar en los círculos afines y otros, los “brazos de madera” que siguen esperando la crecida de las mareas, confluencias y otros fenómenos marinos o que el podemismo iluso les entregue, por su cara bonita, armas, bagajes y puestos de salida con nómina incluida.
Así las cosas y tras el desmorone de la derechita cobarde todo parece indicar que en Zaragoza los populares han perdido ya las dos últimas oportunidades de tocar marro. La primera ya citada ante el canguelo de Lambano Lamabanni que creyó que los podemitas de las Cortes eran miembros de un partido armado y con correa y no una pequeña banda de aspirantes a los mismo de lo mismo que quieren los mismos. Y la segunda, inviable ya, an tela debacle de su partido y la pérdida de esa oportunidad única que llevan acariciando desde los tiempos de Palafox de hacerse con el gobierno “según todas las encuestas”. Así las cosas, decía, la izquierda guapa e inclusiva cada día se lo pone mejor a Pilar Alegría. Si así fuere, mírense bien y aprendan los enanitos en esta genial photovisión que el Pollo Urbano pone a su disposición.