Por Cristina Beltrán
En extenso jardín entro con este artículo que me ronda por la cabeza hace tiempo, escribir sobre sentimientos y obligaciones para el bienestar de nuestra familia necesariamente va unido a socializar problemas.
Parece que a las personas mayores nadie las quiere a su lado pero si no llegamos ahí… mal apañadas vamos, y hasta que caen enfermas vienen muy bien.
La actual forma de vida está transformándonos en longevas que suponemos un motor social impresionante, es decir, producimos muchos puestos de trabajo.
El momento en el que una persona pasa a depender de otras es cruel, para afrontarlo se trabaja duro y vamos avanzando, sin embargo, es un tema sensible que nos toca la fibra. La investigación sobre las personas mayores va en auge, este sector de población va en aumento y los prejuicios van cayendo en favor de puntos de vista realistas con sus peculiaridades a tener en cuenta, lo mismo que hacemos en otras etapas de vida como la infancia y la juventud.
Tengo la suerte de Trabajar con y para personas mayores de sesenta años, se diferencian del resto en la experiencia que acumulan, puede que ni ellas mismas sean conscientes de su gran valor porque sus días transcurren deprisa y a tope, se dedican a múltiples quehaceres, unas son el comodín de las familias otros la rémora, hay una gran diferencia entre las que se acaban de estrenar en su jubilación y los que ya han cumplido los noventa pero no es una regla matemática esto de la edad, la dependencia y su prevención. Dependientes también son los nietos y nietas que cuidan, dependientes muchas de las hijas e hijos que alumbraron.
Deseamos tener una esperanza de vida saludable cuando envejecemos, es duro estar a la altura de las necesidades, el tiempo y las obligaciones sumados a las condiciones de las viviendas son difíciles de compaginar. Hablamos ¡cómo no! de cuidados; un terreno escabroso y mal pagado, un ámbito con muchos condicionantes pero que habitualmente era solucionado por mujeres.
Mi madre vive en una residencia, mis padres la eligieron después de barajar y probar otras posibilidades, mi padre murió allí, le echamos de menos cada día. ¿Como hablar de lo íntimo? ¿Cómo valorar situaciones? no tengo mas que buenos deseos y sentimientos hacia las mujeres que trabajan en esa residencia, reivindico que sus condiciones laborales sean óptimas reconociendo que desempeñan una dura tarea. Sí, todas son mujeres excepto el gerente, es un hombre.
La población en España y especialmente en Aragón está envejeciendo ,somos el quinto país europeo con mayor número de personas mayores, tras Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, nos encontramos ligeramente por debajo de la media, casi un 68% de mayores jubilados extranjeros que viven en nuestro país son de la unión europea. En consecuencia, crecen los negocios alrededor del disfrute del tiempo libre para mayores, crecen los departamentos destinados a la prevención y el cuidado, crece el presupuesto para abordar todo tipo de necesidades de la población mayor de 65 años, los departamentos de gerontología . El 15 de junio se celebró el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, una realidad que atenta contra la dignidad de las personas, la Organización Mundial de la Salud se implica para concienciar y hacer que las ciudades y comunidades comprendan, gestionen y eviten el maltrato, desde los ayuntamientos se lleva a cabo un papel importante.
Simone de Beauvoir escribió en 1970 una obra titulada “La Vejez” en ella resalta la importancia y diversidad de la vejez. Es un libro visionario anticipándose a dos de los problemas del S. XXI: el envejecimiento de la población y el descenso de la tasa de natalidad, lo leí hace 25 años por recomendación de otra gran persona Emilio Alfaro, concejal de acción social en el Ayuntamiento de Zaragoza y precursor de la actual configuración de los Centros Municipales de Convivencia para mayores. Desde esta red de Centros Municipales (unos 30 solamente en Zaragoza) se llevan a cabo grandes y pequeños proyectos enmarcados dentro de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores que a su vez coordinan y dinamizan equipos de profesionales y vecindades muy heterogéneas.
Ya te digo, mucho tajo abierto en torno a mayores y… ¡lo que queda por hacer!, a considerar remito: La juventud es un problema que pasa con el tiempo, quien no llega a vieja es que le ha ido mal….. y sobre todo, las personas se hacen mayores, no tontas. Vamos a cuidarnos mutuamente que cuando no es por el frío es por el calor que se acerca, el tema es que nos necesitamos mucho.