Pilar Laura Mateo Gregorio. Serenidad y esperanza.


Por Cristina Beltrán

      Pilar Laura Mateo disfruta mirando el mar. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza y ha trabajado como profesora de Lengua y Literatura españolas.

   Premio Nacional para Material Didáctico Emilia Pardo Bazán (1992). Ha sido coordinadora del Programa Educar en Relación de la Casa de la Mujer, profesora del Máster Relaciones de Género de la Universidad de Zaragoza y Agente de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza.

    Autora de numerosas publicaciones culturales en diversos medios y formatos: libros, prensa y revistas especializadas( El Periódico de Aragón o Tribuna feminista por ejemlo). Su relato «Las flores del almendro» fue finalista del XVIII Concurso Ciudad de Zaragoza, y su novela «Agua entre los dedos» (Prames) obtuvo el Premio Nacional Ínsula del Ebro, 2010.

      Sus novelas conjugan hábilmente suspense con denuncia social y sus tramas desarrollan una mirada irónica hacia una sociedad que se lucra con los abusos y desigualdades. Es adicta al arte, la música y el cine, además de a la literatura. Una vez perdió la voz y su pasión por fabular y juntar palabras la ayudó a recuperarla, por lo que cree firmemente en el poder renovador y reparador de las ficciones. Vive en Zaragoza, lugar en el que nació. En su vida profesional ha diseñado, realizado y colaborado en múltiples proyectos sociales y culturales, muchos de los cuales han sido recogidos en diversas publicaciones: prensa, revistas especializadas y textos didácticos sobre coeducación.

     Sabe lo que cuesta llegar a conseguir un sueño y el esfuerzo para mantenerlo y ampliarlo en el tiempo. Se crió en un barrio obrero, hija de una familia trabajadora, consiguió sus  estudios a golpe de becas. Lo recuerda y está agradecida por ello, esto le ha animado desde sus primeras experiencias ya en el movimiento estudiantil universitario.

     Los temas secundarios hacen perder el tiempo que dedicamos a lo que realmente nos interesa y el tiempo es un tesoro para aprovechar en lo que a una le satisface, no se puede estar a todo y aprender a descartar no es fácil, las disyuntivas y el poder de decisión van hilvanando la tela de nuestro lienzo personal. Pilar Laura tiene una aparente serenidad que esconde un hervidero de sensaciones, creo que una de sus cualidades es no perder la esperanza, y sobre todo, es un placer escucharla.

     Forma parte de las asociaciones: Abolicionistas de Aragón y Clasicas y Modernas. Su compromiso es firme, para no andarse por las ramas y dejar claro que esto del feminismo existe, tiene fuerza, la utiliza y progresa indefinidamente estando de actualidad y acompañando en procesos bien difíciles para las mujeres.

     Las preguntas que se hace en su libro de ensayo «TOMAR LA PALABRA Escritoras y crítica literaria feminista. Interacciones» nos muestra hasta qué punto nuestras vidas están impregnadas por las ficciones, por el peso de historias, mitos y leyendas sobre el lugar que las mujeres debemos ocupar en el mundo.  Nos recuerda al mito de Casandra como arquetipo y va nombrando ejemplos como Hipatía de Alejandría, Ariadna  o el movimiento Me Too. Defender la palabra de las mujeres ha sido y es un acto revolucionario.

      Debemos hacer un ejercicio muy profundo de deconstrucción cultural, la violencia simbólica prolifera en nuestra sociedad, tomar la palabra y utilizar nuestro lenguaje es imprescindible para poner encima de la mesa lo que nos importa. Hay que sacar a la luz la historia de muchas mujeres, si bien desde el S.XIX las mujeres se han ido colando en la literatura queda mucho por investigar de ellas. En su libro hay multiples referencias de novelas, películas y ensayos para tener en cuenta, nos abre caminos para profundizar en esa investigación.

    El apoyo recíproco y constante de su compañero y amistades  son un buen estímulo para seguir adelante con sus trabajos.

    Pilar Laura Mateo tiene un magnetismo especial que hierve y traslada a quien lo sepa ver bajo esa templanza innata que tiene, así que para terminar voy a trasladar literalmente el último párrafo de la introducción del ensayo mencionado porque ahí encontramos el porqué elegirla para este artículo.

    » Parece que, tras mucho esfuerzo, la tendencia empieza a cambiar y las mujeres se lanzan a explicarnos cosas porque han descubierto que tienen mucho que decir. Ha llegado la hora de que se nos escuche y de que las escritoras, maestras, científicas y pensadoras aporten también su conocimiento a nuestro mundo, que bien que lo necesita. Seguro que sus saberes y su habilidad para hilar nuevas historias lograrán entablar una relación mejor entre las personas, sean del sexo que sean, y construir una representación simbólica más justa de lo femenino y lo masculino.

     Hoy como ayer Troya nos necesita, ha llegado la hora de romper la maldición de Casandra y TOMAR LA PALABRA  sin cortaprisas, ni prohibiciones.»

     Estoy segura, la honestidad de su trabajo contribuirá a ello.

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