Por Cristina Beltrán
Así nos han dejado las riadas , las olas de calor y algunos episodios del verano infumables, para algunas esperando que pasara pronto y buscando los resquicios de sombra…
…y tranquilidad, de esta manera hemos llenado los depósitos del alma, a ratos de arte en pequeñas dosis muy disfrutonas, apacibles, dedicando tiempo a la conversación y al reconocimiento. Transitando parajes conocidos, redescubriendo sus luces y sombras.
Lejos de las atiborradas playas y los viajes vacacionales en tropel, dentro de casas antiguas y frescas en pueblos muy pequeños, se han convertido en el reposo de frikis que és el mosaico de lo que aparece en este artículo.
Dar una vuelta por el museo del dibujo Julio Gavín en el Castillo de Larrés de la Fundación Amigos del Serrablo en la cercana población de Larrés, es constatar que lo bien hecho, bien hecho está, aquí y en cualquier parte del mundo, no es necesario ir demasiado lejos. Es fundamental para el desarrollo y el fin de sus objetivos, cómo no, el buen hacer y la profesionalidad del personal que trabaja en este espacio. Contemplar, serenamente, la calidad de sus exposiciones temporales, una colección de dibujos de los más prestigiosos artistas desde el S. XIX a la actualidad, con una pulcritud exquisita y un fondo de casi 5000 obras, significa poner el orden de las cosas de otro modo. Transitando el silencio del prado y el elevamiento en el que se sitúa, solamente con las obras exteriores, la presencia de su arquitectura y el fresco de su verde rodeando los espacios nos invitan a detener el reloj, a desear el aislamiento necesario y vital, aunque solamente sea por una mañana. Ha sido necesario el compromiso y el trabajo de muchas para conseguir lo que actualmente puede verse. El regreso está asegurado y les invito a visitarlo.
Jaca lució vestido de arte su palacio de Congresos y venido desde el mismisimo Banaguas, Juan Casbas y Laura Linares expusieron del 6 al 24 de julio. Con el título
“Imágenes de un mundo”, obras fundamentadas en un relato muy didáctico y actual que expresan la locura del tiempo y las contradicciones a la que nos vemos sometidas. Desde su entorno trabajan libremente lo que les gusta, huyendo de las quimeras de los países del norte europeo para vivir en esa pequeña pedanía dando otro sentido a su vida y al tiempo. Cuando el discurso predominante genera un mundo hostil, los seres humanos nos transformamos en algo que nos es imposible ser. Una exposición vital y colorista con la ironía que solamente nos pueden dar los estudiosos de filosofía.
La pedanía de Ipies se llenó de amor y buenas vibraciones ante la convocatoria de Miguel Mainar en un acto de homenaje a Montse, su compañera, gentes venidas de rincones muy diversos para escuchar una ópera digna del mejor de los auditorios, se llevó a cabo en la pequeña iglesia ante un atardecer de principios de agosto. La música de extraños instrumentos y las canciones de la estrenada ópera acompañaron un ambiente muy moderno, diferente y alternativo que terminó bien entrada la noche comiendo y bebiendo anécdotas y cariño entre abrazos, bailes e interesantes conversaciones.
En Alberite de San Juan ya nos tienen acostumbrados a la calidad en actos artísticos y culturales veraniegos. Miguel Mainar muy activo este verano, fue uno de los artistas invitados del 19 de agosto al 23 de septiembre, que con el título “Transfiguración” ha puesto el final de las exposiciones esta temporada en el espacio Huecha. Sus obras realizadas sobre papel hecho a mano con pigmentos, óxidos y su fundamental forma de elevar el arte, fueron el fondo de una divina tarde en la que se escuchó la voz de la mezzosoprano Paloma Laporta y la música al piano de Sandra Lanuza, adentrándonos en nosotros lucimos henchidos junto a gentes que brillan con luz propia. Siempre aprendemos.
El Villar de los Navarros quiso programar por fin cultura en los espacios de su lavadero y del matadero antiguo ya renovados, para ello invitaron al pintor Paco López Francés y a la que esto escribe a exponer una pequeña muestra de su recorrido artístico. Didáctico y entrañable resultó el acto de inauguración, además de acoger durante veintisiete días al río de visitas que quisieron ver, por no preguntar, el modo en el que nos expresamos, aprovechamos para desarrollar talleres de pintura y reinterpretación de las obras expuestas con una nutrida asistencia infantil y de personas adultas con alma creativa. Explicamos a través de visitas guiadas las distintas técnicas y las colecciones a las que pertenecían las variadas obras, y la gente quedó encantada de ver esos edificios abiertos y de disfrutar del arte y de la cultura de personas que conocen en otros aspectos, pero que no conocían en su vertiente artística, en resumidas cuentas, para nosotros y para la nueva corporación fue un placer pasar esos días en agradables y sorprendentes conversaciones, no hay nada como darse para recibir.
Nunca es una población pequeña para realizar eventos culturales, nunca es suficiente lo expuesto. Siempre es bueno lanzar propuestas culturales en núcleos rurales pequeños porque sorprende a todos los niveles. Esperamos que repitan las puertas abiertas de estos espacios para otras exposiciones y actividades culturales, todos los eventos mencionados han merecido la pena.
En la Asociación de Artistas Plásticos Goya Aragón Julia Reig expone sus grabados y coloridos cuadros acrílicos sobre lienzo. Julia es una mujer asidua con su presencia en los eventos artísticos y culturales de Zaragoza. La sala de exposiciones lucía plena, con amistades ansiosas por ver sus obras, fue una ocasión perfecta con una anfitriona que solamente con su figura llena e irradia la sala, sus azules, amarillos y combinados coloristas muestran la vida que fluye dentro de ella, esas ansias por expandirse y salirse de los marcos trazados, sus composiciones resaltan los espacios donde son colocadas, larga vida a la artista.
Larga vida al arte que nos hace olvidar lo ordinario y rutinario, lo casposo y la falta de creatividad, el arte es sentimiento y este verano hemos sentido mucho arte y a todo lo que él acompaña, a pequeñas dosis, sin grandes fastos, entre nosotras, el otoño nos espera ocre y con los colores encendidos de las hojas en la tierra.
