Poemas / Hugo Ester Laín

Por Hugo Ester

AÚN

Todavía puedo oír las campanas al son del tiempo

la risa de la gente que bebe café en las terrazas

puedo sentir el frío que vendrá en los últimos meses del año

la jauría de músicos que trotan por las notas.

 

Todavía puedo ver luthiers arreglando viejos violines

puedo oler el azafrán mezclado con índico,

observar un pueblo que se observa

y que dice: así no podemos ser pueblo.

 

Todavía encuentro corazones similares al mío

y corazones que algún día lo fueron.

Todavía es demasiado para un niño

todavía es el bramido de un viejo.

 

Todavía se derraman los ríos

en los grandes mares y océanos

y las almas de las voluptuosas montañas

luchan por seguir su paroxismo a lo más alto del cielo.

 

Todavía se escenifica ahora; todavía es aún y siempre

Todavía se recordará en un futuro

como lo que algún día fueron las leyes de la naturaleza

y el hombre.

 

Y a pesar de lo fácil que parece todo, no me encuentro

y me sorprendo cayendo en lo mas bajo

para secamente frenar a un milímetro del suelo

que es la medida de mi ética

y así rozar la decadencia que ostentan

los seres que creó la noche.

 

LA JUNGLA DE CRISTAL I

Cuando se ha bebido demasiado vino de cartón

te das cuenta de que la vida no es como Jungla de Cristal

y que uno no es el teniente Mcclain , entonces no entiendes

por qué todos te parecen terroristas alemanes

y tu mujer ya no es tu mujer ni lo será

aunque en el fondo te quiera, Roy, ella ya se ha cambiado el apellido.

Por mucho que le eches cojones y sigas

y sigas y sigas salvando todas las situaciones

y acabando con la gente que quiere hacer daño a otra gente

incluyéndonos a todos.

A pesar de que el FBI ya no sea de los buenos

y quieran volar la azotea por los aires con todos los rehenes

Cuando el dinero caiga del cielo en forma de lluvia

y un compadrito negro y obeso te salve la vida

del último terrorista alemán con vida

que te odia porque mataste a su hermano,

por mucho que beses a tu mujer sabes

que en la segunda parte estarás en las mismas

como en todas las que vengan.

 

ECOS

Grito mi nombre en el aire

Y el viento me contesta:

 

“Los muertos son cicatrices

Los vivos heridas abiertas

Los viejos son estatuas de plata

Las almas de los niños son las nubes”.

 

AMOR

Mi vientre parece estar

Lleno de mariposas

Compruebo que no es así

Cuando defeco.

 

Lloro cuando observo

Que mi forma de amar

Es destructiva.

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