Violeta: Un ejemplo de coherencia

    El anuncio de la decisión de Violeta Barba de renunciar a su acta de concejala tras analizar el fracaso podemita al ayuntamiento de Zaragoza , nos devuelve, por un momento, la fe en el ser humano “político”.

Pero solo por un momento porque naturalmente este gesto no cundirá entre sus compañeros que se enrocan (algunos como  su  famoso jefe de filas  Tin tin escondiéndose por los rincones como la señora de la copla  para no perder la bolsa que tan alegremente obtuvo en las tacadas anteriores.

  Otros que ni siquiera lo piensan aunque fuese por  simple solidaridad entre rojillos  porque este gesto violeta ni más ni menos que le ha abierto las puertas del Olimpo y nadie, en cuatro días que pasen, le recordará su doble faceta de tránsfuga destacado cuando alardee desde los atriles que le esperaran durante su previsible  ascensión olímpica, de pureza y gestión democrática.

    Está claro que la política no es para todos los genios y que hace falta tener una capa de buena grasa para que resbalen las críticas y se escurran las manos y  principios que argumenten los compañeros puretas  de ese viaje y que impidan lograr los objetivos que han de cumplir los elegidos por los dioses de la cosa.

   Desde El Pollo Urbano, queremos felicitar el gesto de Violeta Barba aunque estamos segurísimos que no ha de servir para nada porque sus compañeros ya se frotan las manos ante el hueco dejado en el circuito de vasos comunicantes de la formación y que, naturalmente, ocuparán ellos. Como hemos repetido hasta el hastío desde estas páginas, el 15-M fue una ilusión y la realidad se encarga de que las ilusiones en política, pongan pie a tierra cuanto antes. Violeta ha querido estamparse con la realidad. Suerte y bienvenida al club