El quid de la cuestión

  Bueno buenooooo, señoras y señores, damas y caballeros…¡cómo está el patio!

   Es cierto que no nos han intervenido como a Grecia, pero día a día, el goteo de parados, recortes y desesperanza va haciendo mella en el personal: ¡Nos están acojonando con una mentira inmisericorde! No es cierto que el anterior gobierno fuera derrochador así como no es cierto que el de ahora sea un tijeras. El problema es que antes como ahora, “ellos” vivían de puta madre y los que vivimos ahora atropellados somos los mismos de siempre.

 

   Se equivoca la Izquierda cuando nos quiere hacer mirar su dedo que señala a la derecha. ¿Viven mal los cargos políticos y liberados sindicales de la izquierda? No, los que viven mal son los currantes de izquierda. Y se equivoca la derecha cuando nos quiere hacer mirar su dedo acusador que señala los despilfarros de la Izquierda. ¿Viven mal los profesionales políticos de la derecha y liberados patronales? No, los que van viviendo cada vez peor son los que les votan.

   Así pues, ya vamos acotando la ensaimada donde se sufre realmente la que está cayendo. ¿Y los funcionarios? ¿Viven mal? No. Quien vive de verdad mal y va a vivir cada vez peor es la legión de currantes y profesionales que creyeron los unos en sus empresas y los otros en la iniciativa privada. ¿Viven mal los ricos? No, viven mal los pobres a los que se les quiere arrimar a una pared luego de haberles exprimido el último euro en tranvía y pan y vino para subsistir.

   Ya hemos visto pues para quien es la vida y para quién es la crisis. Por eso, sería conveniente reflexionar y no obcecarse en derecha o izquierda sino en preguntar por qué hay unos que, pase lo que pase, siempre viven bien y otros, que solo viven medianamente regular cuando los otros explotan de pasta y gusto y muy mal cuando los otros viven simplemente de cojón con sus nóminas y gabelas. Ese, creemos, es el quid de la cuestión

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