Aunque todavía faltan más de dos meses para las elecciones autonómicas y municipales en nuestra comunidad, día a día ya se va engrasando la maquinaria electoral de todos los partidos que aspiran a participar en los diferentes gobiernos que habrán de conformarse una vez escrutados los resultados de las convocatorias.
En esta ocasión el espectáculo del “rifi-rafe” y el “quítate tú pa poneme yo” lo están dando los afines a la que en su día se denominó la “nueva política” y que a día de hoy ya podemos hablar de “vieja” o si se prefiere para denominar a todos ellos, (viejos y nuevos partidos) “casta generalizada”.
Ya están todos en el bote, unos con candidatos elegidos y otros aún peleando por ocupar puestos destacados en la parrilla de salida. Son muchas las prebendas que se llevarán al bolsillo los elegidos y la lucha es a muerte. En unos partidos con sordina y en otros a grito limpio. Lo que sí es seguro que ya, ni unos ni otros, va a engañar a nadie.
Los votantes elegiremos según nuestro criterio y cada vez serán menos los que se crean que unos u otros van a cumplir lo que nos vayan a ir anunciando de aquí a la jornada electoral. Cada vez votaremos más con el cerebro y menos con el corazón. De ahí que contra toda lógica, la segunda preocupación más importante para los españoles es su clase política. Es decir aquellos que nos habían de aportar las soluciones ¡Tiene huevos la cosa, queridos lectores!
