Historias de Sánchez: de alimañero a  jefe de la USMC (I)

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Por D.S.

   Han sido muchos los lectores polleros y seguidores de facebook y twitter que me han pedido que publicara en orden cronológico estos humildes hechos de mi vida que me han llevado de comenzar como un simple alimañero a convertirme en el orgulloso jefe de la Unidad Secreta de Matacochinos primero del Ayuntamiento de Zaragoza y luego, finalmente, del Gobierno de Aragón. Aquí comienza pues el relato…

    Jabalí 03: Somos muy pocos en Aragón los que todavía cazamos jabalíes a cuchillo. El oficio se está perdiendo. Por eso es muy importante que se prohíba la caza con escopeta para que podamos comer los alimañeros ¡A ver qué hace la CHA!

Jabalí 04: Anoche estaba bastante aburrido y me fui a pasear por la ribera del río. Cerca del puente de Piedra oí unos ruidos sospechosos y me puse en guardia. Efectivamente allí estaba el jabalí «Jerónimo». Luego de unos cuantos revolcones, pude sacar mi cuchillo finlandés y le rebané la yugular. Lo despelleté rápidamente y enterré su piel para que la policía municipal no encontrara pista alguna y una vez desviscerado cargué con él hasta un merendero amigo donde lo cenaremos en guiso y a puerta cerrada el día de Nochebuena. ¡Excelente el jabalí de ribera!

Jabalí 05: Con dos cojones y un palo, caminito de Belén ¡Feliz Noche, pecadores!

Jabalí 06: Ayer, harto de navidad e hipocresía me fui caminando por la orilla del Ebro aguas abajo. China chana llegué hasta La Alfranca. Allí evité los nidos de las fochas y me metí en el fango. Pronto escuche un chapoteo que me resultó conocido. Eché mano a mi cuchillo finlandés y ya había amanecido cuando después de una gran pelea conseguí matar al hipopótamo Jeromín de la Alfranca. Con gran esfuerzo lo acerqué a la orilla y aún todavía lo estoy despelletando. Necesito tener una nochevieja diferente y seguro que el jamón de hipopótamo asado hace milagros…¡Y qué os voy a decir del pedazo de collar que me voy a hacer con sus colmillos! ¡Ni los legionarios! Mañana, después de enterrar toda la carne, probaré a ir con la moto no sea que los arrastre y me multen los munipas por rayar las vías del tranvía (que están muy sensibles los chavales)….

Jabalí 07: Anoche, el sargento de la policía de la fauna salvaje del Ayuntamiento de Zaragoza, me avisó acerca de la posible detección en La Alfranca de un búfalo de agua africano herido. Esta mañana, antes de que amaneciera, sin avisar ni a Jeromín ni a nadie, me he ido al galacho. Me he descalzado y entre los carrizos oí su respiración muy alterada. Efectivamente era un poderosísimo ejemplar de «syncerus caffer» de unos 800 kilos de peso. Acaricié mi cuchillo finlandés, lo desenvainé y salté de costado sobre él para meterle la faca en el nacimiento del cuerno, lugar de muerte instantánea. Tuve que pegar un salto acrobático para que en su extertor no cayera sobre mis piernas. Seguramente ahora hay muchos animales aprovechando su carne y los vecinos de Zaragoza pueden dormir tranquilos….

Jabalí 08: Ayer fue un día duro sobre todo cuando atardecía en la faldas de la Peña Oroel. Íbamos rápido porque queríamos llegar a Jaca para la cena. Volvíamos de la ermita de la Virgen de la Cueva de enterrar unos manuscritos cuando al llegar al Collado de las Neveras comenzamos a oír los bufidos característicos. Me acompañaba Ramón «Cabeza de búfalo» que se había dejado las armas en el Parador para que se las engrasasen así es que solo quedaba mi machete finlandés. Nos separamos. Él iba soltando trozos de chorizo y pan y el grupo le seguía. Yo iba detrás para esperar el momento….En un claro, antes de llegar a la carretera, me tiré sobre el macho que dirigía la manada y le atravesé la yugular. Después, su compañero se revolvió y hube de darle matarile. Así hasta cinco ejemplares de más de 120 kilos. Al desrtripar al segundo, vimos que, efectivamente, se habían comido la bolsa de cuero que envolvía los manuscritos.

     Tuvimos que regresar y volver a enterrarlos con más precauciones….¡Así es mi vida en el SFSAZ!

Jabalí 09: Tal y como os anuncié, este pasado fin de semana pedí permiso a los mandos del SFSAZ y me fui con una cámara nocturna para intentar demostrar que los jabalíes se pirran por el pan con chorizo. Acampé cerca del río en Pradilla de Ebro. Allí, desde tiempos inmemoriales, hay hermosas choperas, barbos gigantes y una especie de jabalí de agua que en la zona los conocen como «morros d`Ebro». Son peligrosos y atacan a traición. Dejé un bocadillo de chorizo en el hueco que se abría en la base de un chopo cabecero, seguramente un refugio de un castor de río (Castor fiber remoulinensis), y me escondí en un zarzal cercano. Al poco empecé a oír sus característicos bufidos, acaricié mi cuchillo finlandés y lo cité a pecho bravo. Arrancó furioso contra mí. Me arrodillé firme y con la mano izquierda le cogí su pata derecha, lo voltee y una vez en el suelo, le asesté una cuchillada mortal. Entre sus afilados colmillos pendía el resto del bocadillo de chorizo que no pudo acabar….Que se sepa, amigos. Los miembros del SSA jamás mentimos: a los jabalíes les encantan los bocadillos de chorizo….

Continuará

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