Por Marisa Clarisa
Días pasados visitamos la finca experimental que el amigo, actor y corresposal pollero que fue en Vietnam del Sur, Chema Mazo tiene y explota en las cercanías de Calatayud. “La idea es tan vieja como el mundo: se trata de dejar hacer a la naturaleza y, de vez en cuando, recoger los resultados”- nos comentó el artista
Con este principio fundamental, Chema Mazo, se dedica esencialmente a no hacer nada, asunto de extrema delicadeza mental porque no todas las personas están capacitadas para desarrollar esta posición vital. Y como consecuencia de esta no/actividad es un fiel seguidor de las pautas que se apuntan en la Introducción al Testamento Agrícola de sir Albert Howar donde, entre otras cosas, se dice: “Uno de los principios fundamentales de la agricultura de la naturaleza es el cultivar mezclado de las plantas que se encuentran siempre con los animales: muchas especies de plantas y de animales viven juntas. En el bosque cada forma de vida animal, desde los mamíferos a los invertebrados más simples, lo hacen. El reino vegetal exhibe una gama similar: no existe ninguna tentativa en el monocultivo: las cosechas mezcladas y el cultivar mezclado son la regla”.
Tal y como se puede apreciar en este reportaje, incluso el tractor no se usa porque está roto. “No lo arreglo porque lo que pretendo es que las plantas (que tienen en su huella genética el sonido del tractor cuando destrozaba con el arado a sus abuelas y tatarabuelas) vean que hay un tractor vigilando. Simplemente vigilando.. Así ellas siguen floreciendo a pleno rendimiento y yo no me gasto ni una en gasoil ¿comprendes”.
El gran artista, por tanto, en lugar de intentar dar continuadamente un pequeño pasa más cada vez, ha buscado el camino de «hacer menos» y de eliminar trabajos innecesarios.
Y de este modo, aplicando la teoría de Fukuoka, sus terrenos son más ricos cada año. Ha ido reduciendo gastos, equipamiento y técnicas a un mínimo absoluto, rechazando la competición que mantiene el caballo desbocado de la política económica relativa, cambiando el sistema a un ciclo natural más sensato y equilibrado.
Chema Mazo, se está convirtiendo entre sus seguidores en piedra angular para construir una sociedad de suficiencia, de permanencia y de autorrenovación. Y desde aquí queremos darle la enhorabuena al artista y desearle ¡éxito con las cosechas que nunca siembra!
