Preparando los alveolos de bellotas de carrascas y otras labores invernales.


Por Lucho Gasca

    Estas fechas invernales se aprovecha en el Instituto de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) en Hinojosa del Campo (Soria) para preparar la futura siembra de bellotas, tanto de carrasca como de roble. Esta labor conlleva varios pasos esenciales.

     En primer lugar su recogida. Este año, por ejemplo ha sido muy malo para las bellotas sorianas a causa de heladas intempestivas  y en el pueblo ha sido prácticamente imposible conseguir algunos ejemplares. Así pues nos pusimos en contacto con un viejo amigo de Cetina, José Luis Solana y su hijo Ruben, quienes proporcionaron al Instituto un par de calderos de bellotas de aquellas hermosas tierras.

   Una vez repasadas  y seleccionadas a vista, se procede a su lavado. Y en un vaso de la pileta de la bodega lleno de agua, se sumergen y limpian exteriormente. Todas aquellas que floten, son desestimadas pues casi siempre tienen dañados los cotiledones. Las que  quedan sumergidas se ponen a secar y esperamos unos días manteniéndolas en un lugar seco y preferiblemente umbrío

   Al cabo de un tiempo volvemos a observarlas y eliminaremos aquellas en las que el gusano se ha desarrollado (deja un pequeño rastro de serrín en su salida de la corteza). Estas bellotas también han de ser desechadas y hemos de eliminar los gusanos.

    Finalmente, prepararemos los alveolos con una mezcla de tierra buena a la que añadiremos una porción adecuada de sustrato y colocaremos tres bellotas en cada uno.

  Lo cubriremos de sustrato hasta rasear los receptáculos, lo regaremos someramente y procederemos a guardarlo en un lugar seco y con luz limitada. Y, naturalmente, esperaremos a su  florecimiento en marzo o abril para poder trasplantarlas.

    Aquí podemos ver un vídeo de la preparación de la temporada anterior

 

 


Pelando almendras

     Otra de las actividades que se desarrolla en el Instituto en estos días invernales es la limpieza de las almendras que se cogieron en octubre.

    Con un simple cuchillo, se le quita la piel y se guardan en botes para posteriormente, cascarlas y guardarlas para sus múltiples usos culinarios. En el Institulo, poseen la variedad marcona que es, seguramente , la más cara y demandada


Curando olivas negras con sal y al hielo soriano

   En una zona al abrigo, donde se apareció la Virgen del Costávaro, llamada también Virgen de los Molinos, muy cerca de la Dirección general que el Instituto tiene en dicho paraje, existen cuatro árboles de olivas “veras” también conocidas como “empeltres” (originarias de Aragón) que sin una frecuencia específica, y solamente cuando el año no ha sido extraordinariamente frío, dan unas exquisitas olivas que se recogen del árbol una vez ennegrecidas.

  Se curan de un modo natural y cuando ya han perdido su amargor, las colocan en un cubo de plástico cuyo fondo está agujereado para que suelte los líquidos pertinentes y  se ponen en él una capa de sal gorda, otra de olivas y así sucesivamente hasta llenar los recipientes.

   Posteriormente el cubo se coloca debajo de un asador (para evitar la lluvia) y se deja para que las heladas hagan su labor hasta que las olivas estén tersas y sabrosísimas. Cuando llega ese momento, se lavan superficialmente y se ponen a secar. Las olivas ya están en perfectas condiciones para aliñarlas y comerlas


Algunas mejoras en el BJR

    Y, cómo no, también se han aprovechado estos días para realizar pequeñas mejoras en el BJR tal cuan han sido el traslado del “carcaj” donde van depositadas los testigos que habitualmente se usan para marcar las plantaciones de bellotas o los alcorque realizados en las pequeñas plantas. Antes constituían un problema al girar el volante y ahora quedan fuera del ángulo de giro, favoreciendo su conducción.

   Por otra parte también se ha sustituido la vieja bolsa de “sprays” marcadores  y reubicado su posición en la palanca de bloqueo  del diferencial   delantero.

¡Enhorabuena a los miembros del ISSIPU que han realizado estas actividades!