Se pierde  accidentalmente un miniremolque en el monte


Por Lolita Piedrahita

    Estos días invernales son propios para, entre otras cosas, cortar y podar carrascas en el monte. El Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) tiene una zona asignada para estas actividades cerca de un paraje denominado “La Balsilla”.

    En su día, Pedro, el que fuera jefe de los forestales de la zona y amigo de Sánchez, pintó con un spray azul aquellos pies que eran susceptibles de ser cortados, siempre teniendo en cuenta que se fuera abriendo camino hacia otro perpendicular mientras fuera posible. Normalmente las carrascas destinadas a su corte son aquellas que están muy torcidas o que hacen grupos muy densos impidiendo el paso de la luz. Así pues son expurgadas para beneficiar el engorde a las que presentan mejores condiciones.

   Bueno pues ese día en cuestión se desplazó un equipo hasta la zona para cortar unas cuantas carrascas, trocearlas y dejar los restos apilados para, en su momento, proceder a su quema o bien a hacer gavillas.

    Terminada la faena, abandonaron el lugar monte a través y cuando el equipo llegó a un camino de herradura que bordea la zona, observaron que habían perdido el remolque. Después del susto correspondiente volvieron sobre sus pasos y en lo alto de la pequeña colina que había atravesado, allí estaba  el miniremolque, descansando al sol

   El pasador que atraviesa el bulón que lo amarra al anclaje trasero del Rocky se había partido y con los abundantes baches, y se soltó finalmente. Así las cosas, buscaron en la caja de herramientas un pasador  de la medida adecuada y se pudo continuar el viaje con la leña lista para almacenarla. ¡Son los gajes de la silvicultura!

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