El Muro de Berlín o el horror del comunismo

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Por Jesús Saínz Maza

    El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer) dividió Berlín entre 1961 y 1989. Su construcción fue ordenada por las autoridades comunistas de la Alemania del Este (GDR) y se comenzó a construir el 13 de agosto de 1961.

“La verdad es siempre revolucionaria” (Lenin)

     Ese día, la policía comunista empezó a colocar alambre de espino y a cerrar las comunicaciones entre las dos partes de la ciudad. La operación fue militarmente controlada mediante unidades del Ejército de Alemania del Este y del Ejército Soviético que vigilaban en los alrededores. El muro aisló completamente el Berlín democrático hasta que los propios habitantes de la ciudad lo empezaron a derribar con sus propias manos en noviembre de 1989.

     La demolición oficial comenzó el 13 de junio de 1990 y terminó en 1992. La barrera formada incluía torres de guardia colocadas a lo largo de grandes muros dobles de hormigón a ambos lados de una amplia franja (más tarde conocida como la «franja de la muerte») que contenía fosos anti-vehículos, «camas faquir» y otra sistemas para dificultar la huída del pueblo alemán desde el Berlín comunista al Berlín democrático.

    El bloque del Este utilizó como propaganda el argumento de que el muro fue construido para proteger a su población de elementos fascistas que estaban en contra de la «voluntad del pueblo» quien, en teoría, quería construir un estado socialista en la Alemania del Este. La realidad era completamente diferente de la propaganda comunista. El muro se construyó para prevenir la emigración masiva de los ciudadanos alemanes que tenían la desgracia de vivir en el sector soviético controlado por la URSS.

    El Muro de Berlín fue nombrado oficialmente el » muro anti-fascista de protección» por las autoridades comunistas, sugiriendo que los países de la OTAN y la Alemania Occidental democrática eran «fascistas». El alcalde del Berlín Occidental democrático, Willy Brandt, lo llamó de manera muy diferente: «el muro de la Vergüenza».

    Los políticos del Berlín democrático mostraron su ultraje y protestaron de los disparos hechos a los berlineses que intentaban escapar de la dictadura comunista. Veintiocho personas fueron asesinadas por intentar cruzar el muro durante el primer año de su existencia. El 16 de agosto de 1961, cientos de miles de manifestantes protestaron contra la construcción del muro en el Berlín democrático. En el Berlín comunista las manifestaciones fueron reprimidas brutalmente y las sentencias de encarcelamiento aumentaron de forma dramática.

    El berlinés del este Gunter Liftin de 24 años trabajaba como sastre en el Berlín Oeste. Después de que el muro cerrara la frontera, decidió escaparse. El 24 de agosto de 1961, trato de cruzar a nado el río Spree en la zona del puerto Humboldt. Fue muerto de un tiro en la espalda por la policía comunista que ese mismo día había recibido órdenes de disparar a matar. Era el primer fugitivo asesinado. El 17 de agosto de 1962, Peter Fletcher de 18 años, fue disparado sin previo aviso y herido de gravedad por guardas fronterizos cuando intentaba cruzar el muro. Durante 50 minutos pidió ayuda a gritos. Una vez muerto, los guardas se llevaron su cuerpo sin vida. En 1963, ocho jóvenes trataron de cruzar las fortificaciones en un autobús. Fueron heridos de gravedad por 138 disparos efectuados por los guardas fronterizos.

   Los fugitivos fueron arrestados y sentenciados a largas condenas en prisión. Harry Seidel, era un ciclista de carreras con gran éxito y muy popular en la GDR al que no le fue permitido participar en las Olimpiadas de 1960. Se escapó al Berlín democrático en cuanto se cerró la frontera que dividía la ciudad. Posteriormente, se dedicó a ayudar a otras personas para escapar del Berlín comunista. Fue capaz de sacar a su mujer e hijo a través de los alambres de espino. En 1962, ayudó a construir varios túneles de escape. En marzo de ese mismo año durante una fuga a través de un túnel, escapó por poco de una emboscada de la policía comunista, pero otro alemán de los que ayudaban a los fugados, Heinz Jercha, fue asesinado de un disparo.

    En noviembre de 1962, fue arrestado cuando ayudaba a una fuga. Fue condenado de por vida a la cárcel. Había ayudado a escapar a 100 personas a la Alemania democrática. Las protestas masivas poco a poco desparecieron por miedo a la brutal represión. Sin embargo, el resentimiento siguió. Los guardas fronterizos fueron atacados verbalmente y con piedras. Hubo incluso algún ataque con bombas en el Muro.

   El plan de construcción del socialismo por los comunistas en Alemania del Este causó la expropiación numerosas empresas, desventajas para los empleados autónomos, la represión de la Iglesia, y la colectivización forzosa de la agricultura. Estas medidas provocaron la huida de millones de alemanes y el empobrecimiento de la Alemania comunista.

    En 1952 la GDR cerró las fronteras para dificultar el éxodo masivo. En 1953, el dictatorial aumento de las normas de trabajo, provocó una rebelión popular en la Alemania comunista. Los manifestantes exigían que el gobierno comunista resignara y se celebraran elecciones libres. La rebelión fue aplastada por los tanques soviéticos.

       Por las razones anteriores y otras, antes de la construcción del muro, 3,5 millones de alemanes orientales desertaron de la Alemania comunista, muchos de ellos a través de la línea fronteriza entre Berlín Oriental y Berlín Occidental. Estos ciudadanos alemanes que escapaban del “paraíso” comunista, una vez en el Berlín democrático, viajaban libremente hacia Alemania Occidental u otros países de Europa occidental.

    Entre 1961 y 1989, el muro hizo mucho más difícil la fuga de la Alemania comunista hacia la Alemania democrática. Durante este período, alrededor de 5.000 personas intentaron escaparse a través del Muro. Se estima que más de 138 personas murieron en el intento, la mayor parte por disparos de los guardianes del Muro.

    El Muro de Berlín se convirtió en un símbolo de la guerra fría y de la dictadura comunista en la Alemania del Este, llamada irónicamente la “Republica Democrática Alemana” (GDR). Su caída, representó para el mundo la eliminación pacífica de una dictadura y el final de la división entre media Alemania y Europa. Al construir el muro, el Partido Comunista en la Alemania del Este, con el apoyo de la Unión Soviética, se aseguró el controlar a la población en el este. Para los alemanes del este, la división tuvo consecuencias dramáticas: no podían viajar al oeste y la presión para aceptar la dictadura se hizo mayor.

    Los habitantes de Berlín perdieron parte de su ambiente vital y fueron separados brutalmente de sus familiares, amigos y conocidos en el otro lado de la ciudad. Muchos no lo aceptaron, lo que resultó en más de 138 muertos por intentar cruzar el muro. Las consecuencias se hicieron notar también en Berlín del Oeste. Antes de que se cerrara la frontera, muchos berlineses cambiaban de sector para trabajar, visitar amigos y familiares, comprar, ir al cine y al teatro.

   Todo esto se acabó con el Muro. Se hizo difícil mantener empresas y trabajadores en el Berlín Oeste. El número de parados aumentó y la economía se estancó y Berlín Oeste cada vez necesitó más los subsidios del gobierno de Alemania del Oeste.

     En 1989, empezaron una serie de cambios políticos en el bloque comunista del este, asociados con la liberalización de los gobiernos autoritarios del bloque del este y la pérdida de poder político de los gobiernos pro-soviéticos de Polonia y Hungría. Después de varias semanas de protestas de los ciudadanos, el gobierno comunista de la Alemania del Este, anunció el 9 de noviembre de 1989, que todos los ciudadanos de la Alemania Oriental eran libres de visitar Alemania Occidental y Berlín Occidental. Una muchedumbre de alemanes saltó el muro para reunirse en un ambiente de celebración y alegría.

    Durante las semanas siguientes, la gente en un ambiente eufórico se dedicó a derribar el odiado muro con sus propias manos. Algo más tarde, los gobiernos utilizaron equipos industriales para eliminar la mayor parte de lo que quedaba. Contrariamente a la creencia popular, la demolición real de la pared no se inició hasta el verano de 1990, medio año más tarde, y no se terminó hasta 1992. La caída del muro de Berlín facilitó el camino para la reunificación alemana, que concluyó formalmente el 3 de octubre de 1990.

    Hoy, en Berlín, ciertas partes del Muro se han conservado para que las futuras generaciones recuerden un horror que nunca debió producirse y que debe de evitarse en el futuro. Hay varias secciones del Muro que hoy se pueden visitar en Berlín. La más extensa, tiene unos dos kilómetros de extensión y se ha convertido en una galería de arte donde muchos pintores han creado sus obras.

    El Pollo Urbano publicó el mes pasado un reportaje sobre el arte en la calle en Berlín donde las pinturas en dicho muro eran una parte notable del reportaje. En Bernauer Strasse se puede visitar el Memorial del Muro de Berlín. En dicho memorial se pueden ver restos de los túneles utilizados para escapar, documentación, y muchas fotografías incluyendo las de personas que lograron escapar y de otras que fueron asesinadas en el intento. La mayor parte de las fotografías en este reportaje fueron tomadas en dicho memorial. En su comienzo un cartel resume así lo que vamos a ver:

    “Cuando se cerró el Muro en Bernauer Strasse el 13 de agosto de 1961, el efecto en los vecinos del barrio fue devastador. El Muro se extendía a lo largo de toda la calle, dividiéndola en dos. En el lado este de Berlín, sus desesperados habitantes saltaban desde las ventanas al suelo en lado oeste. Algunos pagaron con sus vidas el intento. La destrucción causada por el Muro se hizo notar en el distrito. Numerosos edificios fueron derribados, y las tumbas del cementerio Sofía fueron cambiadas de sitio para ensanchar las instalaciones fronterizas.”

     Las fortificaciones que se construyeron en la frontera de las dos mitades de Berlín durante 1961 y 1989 se pueden dividir en tres tipos. Durante la fase que empieza en 1961, se construyo un muro con alambre de espino. Detrás del muro se colocaron obstáculos para los vehículos, y otras barreras y vallas adicionales de una manera desorganizada.

     A mitad de los años 60, las tropas comunistas empezaron a crear el “Muro moderno”. Era una franja uniforme sellada por dos muros. Los soldados derribaron todas aquellas viviendas y removieron toda la vegetación que obstruía la vista para sus disparos. Se añadieron barreras y torres de control a la franja fronteriza. Se creó un camino, conocido como el “camino de patrullaje”, para las tropas fronterizas. Al comenzar los años 70, la apariencia del Muro cambió de nuevo.

    El Muro en 1975 intentaba parecer menos amenazador pero igual de eficiente. Para ello se hicieron tests de su efectividad utilizando ayudas como escaleras, ganchos y camiones. Se instalaron barreras en las cloacas y desagües e incluso algunos se aseguraron con alarmas. El viejo muro se reemplazó por uno nuevo que duraría hasta 1989. En el año 1983, los líderes comunistas, más preocupados por las apariencias, removieron la mayoría de los bunkers, las esteras con pinchos de acero, las barreras anti-vehículos y los perros de caza.

    Aparte de las muertes durante los intentos de fuga, el Muro generó mucho sufrimiento entre familias separadas y se dieron casos de bodas en la cercanía del muro para que los familiares del lado comunista pudieran ver la ceremonia. En enero de 1985, los dirigentes comunistas volaron una iglesia localizada al lado del muro, la Iglesia de la Reconciliación. Durante la demolición de la torre de la iglesia el día 28 de enero, unos trabajadores escondieron la cruz de metal para que no fuera destruida. Esta cruz fue escondida hasta que en 1995 fue devuelta a la parroquia.

    Durante décadas, la frontera controlada severamente por el ejército  sirvió a los comunistas para mantener su poder en Alemania del Este. Sin embargo, el intento de controlar a la población alemana en el este utilizando un régimen basado en el control de las fronteras, la interferencia del estado y la represión, fracasó cuando el régimen comunista colapsó de forma permanente en 1989. Muchos alemanes del este huyeron hacia el oeste democrático a través de Hungría y Checoeslovaquia.

     Más y más personas empezaron a pedir públicamente  el respeto del los derechos civiles y el derecho a viajar. Al final, cientos de miles de manifestantes acabaron con la dictadura comunista. La llamada Revolución Pacífica y la caída del Muro en otoño de 1989 señalaron el final del poder del partido comunista en la Alemania del Este tras haber infligido mucho sufrimiento al pueblo alemán.

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