Las casas de los horrores / José Luis Llera


Por José Luis Llera Gil

    Puede decirse que,  desde hace bastantes años,  estoy vinculado a  las Residencias de Ancianos de nuestro país y …

…alguna del extranjero y, por consiguiente, de quienes en ellas se alojan o los cuidan,   lo que me autoriza a escribir  estas líneas  en mi afán espero y deseo constructivo.

   En  estos momentos de nueva fase de la emergencia sanitaria que nos está  tocando vivir, ciertamente muy dolorosa de mantener por los ciudadanos,  todavía me ponen los pelos de punta las cifras de muertos de personas mayores y el modo de auténtica soledad en la que lo hicieron.

    Únicamente hemos oído quejas razonables sin duda,  de familiares de internos en estos Centros que se lamentaban  de las condiciones, tristes para todos ellos, de problemas de búsqueda de sus seres queridos fallecidos en Ciudades grandes, etc. y me hacía  pensar lo felices que eran algunos  mayores y lo disgustados, con razón, de sus allegados.

   Me creo que las quejas de estos últimos eran exageradas por cuanto parecían que sus familiares  estaban  alojados en Residencias, para ellos Casas de los Horrores, por obligación,  aun cuando no siempre es así.

   Bien es cierto también, que los medios de comunicación publican lo que les viene  a cuento o deben publicar si quieren seguir recibiendo ayudas económicas del Gobierno, y esto, sin duda, hace mucho daño a buen número de personas.

   Sea cual sea esta circunstancia los cerca de 20.000 fallecidos que estaban albergados en Residencias de toda España es una cifra que debiera avergonzarnos a todos.

   Bien es cierto que las personas residentes son de edad muy avanzada o por tener enfermedades degenerativas, pero puedo decir y ahí sí que está mi experiencia, que  son sumamente felices aun cuando estén recordando en muchos momentos  a sus familiares pero no siempre criticando el porqué de su estancia en una Residencia.

   En estos Centros he tenido ingresados a familiares y amigos y ciertamente estaban muy felices  y desde hace cerca de 30 años hasta hoy, he llevado a cabo actividades altruistas, estimo que de interés para ellos,  aun contando con el desinterés de quienes deben prestar su apoyo a estas iniciativas aunque  no sean sus organizadores. No se cómo no nos damos cuenta de  que la Tercera Edad es un coto cerrado para la percepción de ayudas y, así nos va,  pero  además  una generación que parece que estorba.

  Nuestros mayores  merecen todo nuestro afecto, pues en nuestro pais han vivido épocas ciertamenente muy duras las primeras de su existencia, mejores las segundas y de reposo, tranquilidad y gratitud (al menos debieran serlo) los últimos días de su vida. Ciertamente  haciendo Patria y procurando lo mejor también para sus familiares.

  Pero lamentablemente no es así. Las personas mayores, ahora se ha visto clarísimamente, ni cuentan y ni valen para nada. Son JUGUETES rotos CUANDO JAMÁS DEBIERA SER ASÍ. ¡ Cuanto lo siento ¡

   Ellos han contribuido a que España haya sido un país ejemplar en muchos sentidos en la esfera internacional, a pesar de los políticos,  y eso sumado al escaso beneficio que perciben de pensión y que en muchos casos comparten con sus hijos y nietos,  es  más meritoria su actuación  y  merecen siempre nuestra permanente gratitud.

   En estos meses  de intento de control de la pandemia los españoles hemos vivido confinados en nuestras casas  y ahora además sumamente controlados con mascarillas, sin vernos asiduamente las familias y en muchos casos  con privaciones económicas.

  Quiero destacar finalmente la labor de  tantas personas, colectivos y empresas, apoyando a todos nosotros y que como único agradecimiento, en esos momentos, únicamente podían esperar a las ocho de la tarde para ofrecerles nuestros emocionados aplausos. Son muchos miles en  España jugándose la vida sin ninguna ilógica queja y apoyando otros a paliar la pandemia con su actuación,  medios y ayudas económicas.  Este es el mayor ejemplo, aun cuando haya sido minimizado por los políticos, que solamente tenían el deseo, cuando no otros,  de salir en TV ofreciendo impresiones favorables de su actuación de cara a la pandemia.

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