La más internacional de nuestras comisarias plásticas no quiere ser la número dos del equipo de Carlo di Pereira porque ella “nunca ha sido plato de segunda mesa. O voy de númera una o no voy ¡Anda y que se vayan a cascala!” comentó la Gran Comisaria al ser sabedora del interés del prócer socialista por llevarla en su lista.
El ridículo sistema de confección de listas en algunos partidos que se denomina “cremallera” y que consiste en que sean alternativamente hombres y mujeres sus componentes (obviando, evidentemente, a homosexuales y transexuales) ha hecho que el candidato socialista a la alcaldía de Zaragoza tenga que buscar a una mujer para que sea su número dos y dada la gran amistad existente entre ambos y su extraordinario reconocimiento mundial como experta en Artes plásticas y fenómenos metereológicos, el equipo de Di Pereira intentó que cediera a sus pretensiones a lo que la Gran Jefa de la Familia Adams se negó en rotundo.
-Estaría bueno que yo que he renunciado a llevar el Museo Thyssen-Bornemisza, el del Prado e incluso renuncié a dirigir el Moma, (que diré para los catetos de esta ciudad que es el Museo de Arte Moderno de Nueva York), me metiera ahora de númera dos del cebollero de Fuentes ¡Quiá! Eso si se lo ofreciera a mi marido, aún, pero ¿a mí? ¡Andaros a cascala, chavales!
-Lo realmente raro es, efectivamente, que no le haya fichado a Su Eminencia el Secretario General ejeano, dados sus extraordinarios conocimientos eólicos….
-Efectivamente, yo siempre dije que “el progreso de La Muela está en el viento que, aunque es invisible, sus efectos no lo son”….Lo mismo podíamos haber hecho en la capital de las Cinco Villas…
-Podría explicar a nuestros lectores cuáles son esos efectos procedentes de un fenómeno invisible…
-Pues es muy sencillo. Uno de ellos y principal es la concentración musical y museística a una sola mano lo que da idea de su importancia. Por ejemplo: el Museo del Viento, el Museo de la Vida, el Auditorio y la rehabilitación del Ayuntamiento de La Muela fueron proyectados por un mismo arquitecto. Eso es conocido como la sinergia invisible del viento que, a su vez, se amplió con la ejecución de la Escuela de Arte de Zaragoza que también realizó el mismo arquitecto aún contradiciendo el criterio de los técnicos de la DGA y siendo concordancia invisible que mi marido, Joan Vasquessi , fuera el director general de la cosa….
-Hablando de mueseos, Gran Comisaria, ¿es cierto que si se hubiera realizado el Espacio Goya, por el mismo efecto correlativo, Su Eminencia hubiera sido la directora?
-Naturalmente. Una de las cláusulas para ese puesto era haber dirigido un museo virtual y ¿quién en Aragol, que no sea yo, ha dirigido un museo del viento, museo que era un clásico en virtualismo europeo y español?
–¿Qué opinión le merece a Su Gran Comisaria el revuelo que se ha montado con el asunto de los subvenciones municipales que por casual concurso han recaído en sus entornos?
-Catetadas propias de una ciudad provinciana habitada porcatetos. Siempre que se acercan las elecciones me tienen que sacar a mí en los papeles aunque en el fondo a quien quieren pillar es al gran pilar de la cultura imaginaria que es mi compañero Vasquessi. Le tienen envidia porque ha hecho más por la cultura que todas las generaciones de consejeros que han pasado por el Pignatelli y el ayuntamiento zaraboliano. El verdadero problema es que mi héroe está formado en la Escuela de Frankfurt y siempre ha sostenido que existen estructuras de poder opresivas dentro de los artefactos culturales tradicionales de la sociedad occidental como el capitalismo, el nacionalismo, la familia nuclear, el género, la raza o la identidad cultural, y que el objetivo del marxismo cultural es utilizar métodos de Marx (por ejemplo, el materialismo dialéctico) dentro de la academia para exponer y desafiar a esa «hegemonía capitalista». Por eso tuvo que tomar decisiones de gran calado tanto en la construcción de la Escuela de Artes como en el fallido proyecto del Espacio Goya….Los técnicos que asesoraban a la contra no eran sino servidores del capitalismo…Y nosotros, los marxistas, estamos por el materialismo del viento o del ladrillo, en general…
-Con el nombramiento de Carlo di Pereira ¿se acabó la diversión?
Es posible. Pero estamos buscando trabajo en la antigua Guinea española. Allí se ha descubierto otro fenómeno invisible que es el petróleo y creo que quieren construir un gran Museo de los Derivados. Seguramente nos presentaremos al concurso los tres…Y en Guinea sí que saben apreciar las dotes de una Gran Comisaria, de un excepcional arquitecto virtual al que ya se le han reventado casi todos los cristales cerámicos de la Gran Escuela Pufo de Artes y de un sublime momio seguidor de Gramsci ¡Hala, periodista de mierda, deja paso que me voy a Malabo a cerrar el concurso de los derivados petroleros!