Pelando patatas en enero


Por Cristina Beltrán

    Es asombroso a donde puede llevarte pelar patatas, te metes a la faena de quitar la piel por la áspera superficie del simple, rudo y maravilloso tubérculo; evadiéndote de lo externo,…

…(más que nada por la cuenta que te trae, lo que te llevas entre las manos requiere atención) pensaba yo, mientras pelaba patatas, en las redes. ¡ah! las redes, hay momentos en los que el wasap no te deja un minuto tranquila y si entras en el bucle de los mensajes en una conversación de cálculos encendidos, ¡ni te cuento! La de interpretaciones que se pueden hacen.

    Os habrá ocurrido, formas parte de grupos en los que puede haber parte de la misma gente, las noticas vuelan y saltan de uno a otro en una competencia por dar la primicia, de pronto los grupos callan…TELA…consignas en la sombra, maniobras en la oscuridad, entes pensantes a las que no interesa que el tema se desmadre, manipule o termine en algo inesperado que no se puede controlar, ¡silencio de pronto! menos mal, porque podrían convertirse en una barra de bar virtual. ¡ah! Las redes, pueden ser ingenuas y manipuladas, moldearse como la piel de una patata.

    Esto y más me ha dado por pensar pelando patatas, esta tarde de enero. Las redes, todas en general son   estupendas, para un ratico, una excelente y veloz herramienta de opiniones y convocatorias.

   Sin embargo, el exceso de información y eventos que nos invaden hacen que nos agobiemos ante tanta oferta, nos quedamos en casa tan ricamente, o simplemente quedamos con amistades para tomar algo plácidamente, que apetece, es necesario el placer de la conversación y nos relaja.

   Desde el remanso de casa, todo queda lejos. Voy recuperando un tiempo y un espacio propio, para el arte, para la cultura, para leer y cocinar o escribir unas líneas, todo queda lejos. Tengo que practicar mindfulness y dedicarle más tiempo al taichi, de momento en el rinconcito de mi nuevo estudio realizaré paréntesis exclusivos.

   Enero es un mes afanoso, terminamos de repasar lo del año anterior, estamos a vueltas de todo con cerrar los balances, recuperarnos de los eventos, y por supuesto, saber con lo que contamos para el nuevo año. Han pasado las obligadas noches buenas, navidades, cenicas y otras celebraciones, hemos recogido los belenes, árboles, decoraciones variadas que nos ponen todo perdido y ya hemos hecho de nuevo hueco en nuestros cuerpos tras el colapso sobrealimenticio; pero no cantemos victoria, no van a dejarnos en paz, tenemos que continuar en las calles con nuestras reivindicaciones y acudir a foros para escuchar y aprender.

  Con el nuevo gobierno estatal y la nueva corporación del ayuntamiento ya vamos viendo por donde se va perfilando la intención política ¡cómo cambian las tornas!

    Por ejemplo: nuestro alcalde se ha plegado a las exigencias de la ultra, ultra derecha, está produciéndose un cabreo monumental entre colectivos que trabajan el riesgo de exclusión y con perspectiva feminista, como detalle les cuento, el día 27 de enero fue la conmemoración del día del holocausto, y no se les ocurrió otra cosa a los de Vox que participar en el acto ¿habrán leído y sabrán lo que fue el holocausto? Algunas de las entidades invitadas a participar en el acto, para mantener su dignidad, se negaron a compartir ese espacio y a su participación. Quieren cargarse la oficina de igualdad y transversalidad de género, los planes de igualdad, los convenios de colaboración con entidades que atienden a las maternidades, como no va a ser todo quitar, quieren añadir dineros para la enseñanza privada y concertada lo del pin parental, y asociaciones para apoyar a la mujer embarazada… se las traen sus objetivos

    Desean borrar a la gente que ha luchado y trabaja por mantener los derechos de todas las personas y minorías.

     Los viernes 24 y 31 en el gallinero pudimos escuchar a Luis Felipe Alegre, leía poesía de Rosendo Tello, llenó el local y salimos felices, los oasis de la ciudad nos alegran la existencia. Las II Jornadas Libertarias de CGT, nos pusieron al día sobre trabajo y precariedad, la inauguración fue acompañada de un ágape de gran calidad, servido en la Birosta por el Bisaltico, para presentar una interesante exposición sobre la insurrección anarquista de 1933. Las jornadas se clausuraron con un acto en el cementerio de Torrero para hacer memoria libertaria. Conviene no olvidar aprendiendo y escuchando lo callado tanto tiempo.

    Para empezar con acierto el año me he dado a la lectura de tres libros que tenía pendientes, “La guerra más larga de la historia” 4.000 años de violencia contra las mujeres. de Lola Venegas, Isabel M. Reverte y Margó Venegas. Editado por Espasa. “Juan José Gárate. Tiempo y memoria” de José Antonio Val Lisa, en prensas de la Universidad de Zaragoza y “El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo” de Irene Vallejo, editado por Siruela. Tres obras muy distintas escritas en Aragón que van a traspasar fronteras, de hecho, ya las han traspasado, sus autoras se esfuerzan por llegar a las presentaciones y las buenas críticas, que continúan recibiendo, elevan el interés para leerlas, las recomiendo. Su lectura me ha encantado.

    La revista Crisis fue presentada en hall del Teatro Principal con la palabra frontera como partida común para las colaboraciones en forma de artículos y para las imágenes que en ella se reproducen, servidora ha participado con un artículo titulado “Frontera” y una imagen de un díptico fotografiado por Antonio Uriel, fotógrafo que nos muestra su obra el mes de febrero en la galería A del Arte. Cuando puedan cómprenla o podrán bajarla de internet pronto. Hay artículos muy interesantes de Cristina Marín Chaves, Galo Abraín, Pilar Catalán José Bada, Juan Domínguez Lasierra… por nombrar algunos, la revista cuenta con fotografías y obras de Paco Rallo, Fernando Bayo y otras estupendas firmas. La portada es una muy potente reproducción de una obra de Pedro J. Sanz que incita a explorar el interior y que en conjunto logra gran calidad.

    Paseamos el fin de semana, previa reserva de butaca hasta La Casa del Circo, estupendo local alternativo en lo que fué una nave industrial, ahora ocupada por artistas que trabajan distintas disciplinas y nos convidan a degustar sus actuaciones, con un grupo de amigas nos llegamos ilusionadas bajo la lluvia de enero a disfrutar del espectáculo INEVITABLE de Cristina Verbena, una cuentacuentos única y exclusiva en sus formas delicadas de llegar a envolverte en el escenario con un aura especial, que te deja preparada y en paz para afrontar con tranquilidad, cualquier cosa. Así, sin darnos cuenta, hemos llegado al final de enero, pelando patatas, recordando y haciendo nuestras las tardes de esta ciudad. Aún queda mucho por hacer, perdonen este final, enero termina para mí con nostálgica añoranza, febrero entra despacio y sin pausa.