La Magdalena


Por Francisco Julio Donoso

La Magdalena tiene un no sé qué,
que yo no sé…
Giras la esquina
de las innumerables esquinas
y te encuentras el lamento
o la alegría de una guitarra.
Es rebelde y tabernaria.
Es el grito en el cielo y los pies en el suelo
de tan sucio tan limpio…
… un vermouth torero
para hallar alegría y consuelo…
Las cosas están cambiando
porque hacemos barrios, porque sentamos
a nuestra mesa al negro y al gitano
porque decimos “Chouckran” al árabe
y aprendemos algo de rumano.
Radio topo irradia en su radio, su radio 
de acción y es y será la voz de los sin voz
Calle heroísmo, rúa Mayor, Alcalá, La torre Palafox, San Vicente de Paúl, Tenerías, Cortesías
Universidad…
hicisteis heroica a esta ciudad.
No son sólo calles.
Son imanes y talismanes en los recodos
de su pasado, en la esperanza de su futuro
Lecturas disidentes en L pantera
o en la biblioteca Frida Kalho
¡Qué bien te hubiera pintado Botero!
Qué bien pintas tú y asombras
al viandante y haces agotar
tanta tinta de tantos bolis
de tantos poetas futuros
como en el origen, enamorados.
Eres la luz y el barrio Sur.
La parte chiquita y andaluza
en la capital aragonesa
eres su zona erógena
¡Cómo avivas la alegría!
¿Cómo alejas la tristeza!
tu que quitas la pena
tú barrio de la Magdalena.
Este barrio ta mío, tan tuyo, es tango
y tiene el alma tanguera
de un gorrión sentimental.
Tiene en las venas la sonrisa de un negro
el grito de una madre, las palmas gitanas,
las estrellas en el suelo,
el saludo cordial, la lucha
y la irreverncia en las pintadas
Cada calle es un encuentro, la Magdalena
el barrio de la plaza y las plazuelas.
La Magdalena te mima 
cuando tu la miras.
Zaragoza no se rinde
desde la Independencia hasta nuestros días
¡Viva la rebeldía!
Barrio de bares
artes y malabares.
Las puertas de la Iglesia
son la portería de un estadio de fútbol
allí juegan y sueñan 
los maradonas gitanos, que tienen como ilusión
el mundo entero.
Croquetones del Entalto
vinagres del Vinagre
y música en el DIxie…
Desde que te trazaron
los caballos de ojos vendados
antiguo barrio de la judería.
Ahora la Santa Inquisición es la policía
Bendita sea tu torre, bendita sea la revolución
bendito todo aquello
que nos lleve a entendernos mejor,
bendito así también
todo el arte que hay en la calle
Eres la morriña zaragozana
la Saudade
el albergue de los foráneos
la esperanza en la cultura,
la alegría de todas las razas,
el centro de Historias
con su exposiciones y tal
en entendimiento en la casa de las culturas
Magdalena no es sólo una palabra
no es sólo un barrio
es una opción de vivir y entender,
un acorde secreto
en el pecho de una guitarra,
el alma de la misma
y todo lo que ello conlleva.
Ya lo dije una vez
tú barrio de la Magdalena me exaltas,
me pones en mi sitio
y me quitas toda la pena.
Viviendo si he de vivir
será cantando a la Magdalena.
SI me fuera al otro barrio o por barco
me perdiera intentaría divisar
desde el mar la Torre de la Magdalena
La torre más graciosa y grandiosa
que hay en Zaragoza
tu, yo, la otra
y aquella somos de la Magdalena
los que paseamos,
nos saludamos
y nos damos la mano…
En este poemario inacabado,
escrito con un lápiz prestado
Que fuxan os ventos, haga cierzo
bochorno o llueva
hagamos que la Magdalena no desfallezca
y es que en Zaragoza
si es que algo vale la pena
es y será la Magdalena

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