Un nacimiento y dos aniversarios

Por Carlos Calvo

  Las publicaciones literarias están en peligro de extinción. Pero su papel es fundamental para que haya un debate intelectual. O un diálogo de calidad, más profundo, más argumentado que el que se da en las redes.

   Este tipo de publicaciones –ya sea en formato de revista o de libro- exceden el terreno convencional del mundo de las letras en particular y el de las artes en general para mezclarlo todo con lo que le pasa a la sociedad.

  Un nuevo medio de comunicación global y panhispánico de la lengua española acaba de llegar en su versión divulgativa impresa trimestral a los quioscos y librerías, a la red de internet y, como broche, la culminación con una revista científica semestral de investigación. ‘Archiletras’, que a ella me refiero, es el proyecto más personal del periodista Arsenio Escolar, al que un giro inesperado le desvía de su camino inicial: ser maestro de lengua y literatura, una pasión que perdura pese a los avatares de la vida.

  Con ‘Archiletras’, pues, nace una revista para un público culto en general y sirve, sobre todo, como herramienta de trabajo para profesionales que tienen la lengua como su materia prima, ya sean profesores de español, lingüistas, filósofos o traductores, y todos aquellos profesionales que tienen el lenguaje como motor de labor principal, ya sean escritores o publicistas, periodistas o sociólogos, políticos o politólogos. Lo que sostiene este sueño es el potencial económico, social, vital y cultural que aúna el castellano, con casi seiscientos millones de hispanohablantes en todo el planeta, para que cualquier tema local pueda estar al alcance de cualquier usuario esté donde esté.

  Un medio de comunicación hecho en castellano se puede consumir de manera instantánea en cualquier parte del mundo. Y esto es lo que pretende Arsenio Escolar: convertir ‘Archiletras’ en un gran foro de formación, debate, promoción, evolución e investigación de la lengua española, que es nuestra. Para ello, en este primer número colaboran, entre otros, Juan Manuel Bonet, Marián García, Ana Cruzat, Paco Barciano, Albert Martínez López-Amor, Carlos Santos, Alberto Gómez Font, Marco Schwartz, María Echaide, Víctor Núñez Jaime, Begoña Piña, Fernando Ávila, Javier Rada, Laura García Arroyo, Miguel Máiquez, Manuel Saco, Julio Somoano, Irene Lozano, Álex Grijelmo, Rafael Reig, Miguel Somorilla, Óscar Esquivias, César Javier Palacios, Elena Álvarez Mellado, Estrella Montolío, Sonia Remiro, Zanya Escolar, Rafael del Moral y Mar Abad.

  Si hay que celebrar el nacimiento de ‘Archiletras’, también hay que hacerlo con los aniversarios del semanario ‘El Cultural’, dirigido por Blanca Berasátegui, y el trimestral ‘Turia’, bajo la coordinación de Raúl Carlos Maícas. En el editorial del número conmemorativo de los veinte años de ‘El Cultural’, Luis María Anson, en funciones de presidente, escribe: “La larga caravana de las espaldas serviciales, de las literaturas casposas, de los cursis con peana, ha enganchado a algunos competidores. No a ‘El Cultural’, que se ha convertido en la revista de referencia de la vida intelectual española. Y no solo por señalar el mérito allí donde se encuentra, sino, además, por un trabajo periodístico que ha ofrecido a los lectores exclusivas espléndidas, debates de fondo, atención semanal a los acontecimientos en torno a la poesía, la novela, el ensayo, la filosofía, el teatro, la ópera, el cine, la ciencia, la música, el arte, el vídeo, la arquitectura, las manifestaciones todas de la gran cultura”.

  ‘El Cultural’, para todas estas disciplinas, se ha rodeado siempre de un sobrio equipo de redactores, colaboradores y críticos. Ahí están, en este número especial conmemorativo, los Pere Gimferrer, Nuria Azancot, Nadal Suau, Túa Blesa, Manuel Borja-Villel, Elena Vozmediano, Luisa Espino, Alberto Ojeda, Alberto Conejero, Arturo Reverter, Carlos Reviriego, Enric Albero, José Manuel Sánchez Ron, Javier López Rejas, Álvaro Guibert…

  España, unida a Iberoamérica, pugna por el liderazgo de la cultura universal y se encuentra en el grupo de cabeza de la expresión intelectual, pese a la degeneración que padece hoy el idioma. Vuelvo a Anson: “El término cultura se aplica a casi todo y se habla de la cultura del botellón, de la cultura del transporte, de la cultura del pimiento morrón… En ‘El Cultural’ solo tiene cabida la alta cultura, la que, desde los clásicos grecolatinos, cultiva el espíritu en sus más elevadas expresiones intelectuales. A los que nos sucedan en esta hermosa labor, les pediría, con la voz ya encanecida, que se esfuercen por adaptarse al mundo digital que llega y que no pretendan seguir anclados en un mundo que se va”. Toda una declaración de intenciones.

  Por su parte, ‘Turia’ entrevista al escritor barbastrense Manuel Vilas en su número especial, en el trigesimoquinto aniversario de su creación. También se da a conocer un amplio artículo de Antonio Tabucchi sobre el cineasta manchego Pedro Almodóvar, y el ‘experto’ italiano se atreve a vincularlo con Luis Buñuel y, a través de este, con el Goya de los ‘Caprichos’. Hay gente para todo. A mi modo de ver, tanto Vilas como Almodóvar son dos auténticos ‘blufs’ en sus respectivas disciplinas. O dos jetas. Vilas, por ejemplo, se permite el lujo de decir: “Me mueve el ánimo de hacer pensar y no quiero lectores tontos”. Vale. Menos mal que nos queda Portugal, y ‘Turia’ endereza su aniversario con una entrevista a fondo con Fernando Aramburu, realizada por Emma Rodríguez, en torno a las peligrosas ideas de las patrias cerradas, reservadas para los naturales del lugar. Es curioso, pero la entrevista es casi mejor que el propio libro. Igualmente se dedica un amplio monográfico al pintor Víctor Mira, otro que tal. El pintor y escultor turolense Fernando Navarro es autor de la ilustraciones que protagonizan la portada y el interior de la revista. Otro turolense, Juan Villalba Sebastián, escribe sobre el salmantino Agustín Sánchez Vidal, estudioso de Buñuel y esperemos que detractor de Almodóvar. ¡Abajo las caenas!

  La cultura, maldita sea, no es un arma, sino una necesidad. Por ahí empieza siempre lo bueno. Solo hay que saberlo contar. Porque el nacimiento de ‘Archiletras’ o los aniversarios de ‘El Cultural’ y ‘Turia’ sirven para celebrar la cultura profunda, argumentada. Para bien o para mal. Equivocada o no. Y escrita sobre las vides abiertas de la palabra, allí donde se esperguran los rastrojos. La verdad que nos hace libres.

Artículos relacionados :