Por Felix Avanti
El equipo de investigadores del IGPU (Instituto Gastronómico de El Pollo Urbano) culminó hace unos días Osia, (Jaca), un descubrimiento que puede alterar la dieta de los aragoneses en particular y de los habitantes del Tercer Mundo en general.
Desde hace un año se venía observando la textura de las costillas de un par de perros «coker» que deambulaban por la zona. Al tacto todo hacía pensar que eran similares a las de un cordero de 7 meses pero la prueba de fuego consistía en comprobar sus cualidades alimenticias. Los perros fieron sometidos a una dieta herbívora intensiva durante 19 días y fué sazonada adecuadamente al gusto del prepirineo: lechugas, laurel, hojas de boj y leche de vaca en cautividad.
Finalmente fueron despelletados y concenientemente oreados durante 48 horas en el laboratorio del Dr. Mendo Mendíviri , comocido investigador y dietista de reconocido prestigio internacional. Posteriormete y una vrz trocesado se majó durante otras 12 horas en una salsa de vino, ajo y menta María. Posteriormente, se procedió al asado y el resultado no pudo ser más interesante: el sabor era idéntico al de un cordero. Es más, la textura fibrosa del can le daba un punto al paladar extraordinario.
Para celebrar el experimento, todos los asistentes celebraron una fiesta que duró hasta altas horas de la madrugada en memorio de «Lupo» y » » , nombres de los perros gracias a los cuales la Humanidad ha dado un gran paso en materia alimenticia.
Es de destacar que una vez convenientemente analizado todo el proceso, las conclusiones serán elevadas a la Consejería de Agricultura y Ganadería para que la administración aragonesa pueda estudiar esta extraordinaria experiencia y fomentar adecuadamente la cría de •coker para consumo humano, lo que podría hacer de Aragol el primer productor mundial de este tipo de costillas. ¡Enhorabuena al IGPU!