Por más que se empeñe el concejal de la cosa, las fiestas del Pilar 2016 no dejan de ser unas fiestas de pueblo, catetas, casposas y sin imaginación.
Eso sí, se pueden adornar con palabras de mucho fuste como “descentralización”, “talento local” y demás zarandajas sin fondo alguno. Lo cierto es que la estrella de estas catetas fiestas del Pilar no es otra que el revolucionario y afamado grupo “Pimpinela”.
Hasta ahí hemos llegado. Luego, además se producirá –como todos los años- el pasacalle de bolingas por las calles del centro de la ciudad y en los barrios actuarán los pobres animadores de calle haciendo el melón por una peseta a cargo del erario público y la promesa de una gran zanahoria al año que viene
Otros, camaradas de la revolución también, tendrán más suerte y coparán esos escenarios donde al excelentísimo no le duelo meter pasta: Las Armas y las Esquinas. Incluso algunos hablan de “alistarse a Las Armas” ¿Por qué será?
En fin, amigos, que las fiestas se han hecho para disfrutar y que el gentío tiene más cerebro que su dirigentes. Vamos a regocijarnos, a beber y a bailar y que no nos cuenten milongas. Al pueblo soberano no le importa que haya “curas”. Lo que si le importa es que los que se las dan de tales, “prediquen” ¡A cascala y felices fiestas del Pilar!
