Artieda celebra con gran éxito la primera edición de la Fiesta de las Grullas del Pirineo


Por  Adelina Garsón
Fotografias: Martín Germino

    El pasado fin de semana tuvo lugar en Artieda (Zaragoza, Comarca de la Jacetania) la primera Fiesta de las Grullas del Pirineo, un evento impulsado por la Asociación Río Aragón y las vecinas y vecinos del lugar para celebrar su migración…

…y reivindicar la protección de una zona de gran riqueza ambiental, muy afectada por el proyecto de recrecimiento de Yesa.

   Medio centenar de personas se acercaron a disfrutar del evento y a participar en actividades como charlas de iniciación a la ornitología, una muestra de anillamiento científico de aves o talleres de comederos de pájaros con materiales reciclados.

   El temporal de viento y nieve que desde hace unos días impedía a las grullas cruzar los Pirineos —el mayor obstáculo en el viaje hacia sus lugares de cría en el norte de Europa— permitió disfrutar de un grandioso espectáculo natural, con más de 1.200 de estas bellas aves migratorias concentradas alrededor de Artieda.

   Los bandos de grullas se observaron en vuelo, recortadas frente a las montañas nevadas del Pirineo, y también paradas, comiendo y descansando por los campos del pueblo. El evento, al que se acercaron alrededor medio centenar de aficionados a la ornitología y habitantes de la zona con curiosidad por estas aves, pretende consolidarse como la cita anual de despedida de las grullas en Aragón, tras su paso por la laguna de Gallocanta (Teruel) y Montmesa, en Huesca.

   Se calcula que alrededor de 300.000 grullas han migrado este año a través de los Pirineos. Además de la observación de aves, se organizaron varias actividades gracias a la colaboración de la Red de Educadores Ambientales de la Jacetania, el Grupo de Zaragoza de WWF, o el Grupo Oscense de Ornitología (GOO). Por ejemplo, los expertos del GOO realizaron una muestra educativa de anillamiento científico de aves, y quedaron fascinados por la rica biodiversidad del soto del río Aragón, un bosque de ribera que sería destruido si se finaliza el recrecimiento del embalse de Yesa.

     Aunque el “atasco” de grullas provocado por el temporal fue todo un regalo para los amantes de las aves, su parada las obligó a alimentarse en los campos de labor, provocando daños a los agricultores locales, sobre todo en cultivos recién sembrados. Estas bellas aves protegidas son un patrimonio de toda la sociedad, y los daños que provocan no deben ser costeados por los agricultores. Por ello, la Asociación Río Aragón y el Ayuntamiento de Artieda pedirán al Gobierno de Aragón que evalúe la situación y que tome medidas para compensar a los agricultores donde y cuando sea necesario.

   Sólo así podremos asegurar la tranquilidad tanto de las grullas como de las gentes del campo durante su espectacular paso migratorio por Aragón.

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