Por Martín Ballonga
¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano! Una sección con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevarán por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores.
Ante la dificultad de encontrar un cuidador que le convenga, nuestro amigo José Luis Cortés, ‘Panoja’, ha pedido a la dirección de ‘El pollo urbano’ el teléfono de Pablo Echenique. Esta casa, muy gustosa, se lo ha proporcionado…
El regalo que más ilusionó a Pablo Echenique por el día de su cumpleaños fue el de un amigo que pirateó la película británica de Joseph Losey ‘El sirviente’, ese cuento moral lleno de morbosidad que pone al descubierto el mecanismo de aparición de la servidumbre, y esta es un estado mental que se manifiesta tanto en el siervo como en los amos.
También le gustó el regalo de otro amigo, un poemario de Gustavo Adolfo Bécquer: “¿Qué es el sistema?, dices mientras clavas / en mi pupila azul. / ¡Qué es el sistema! / ¿Y tú me lo preguntas? / El sistema… eres tú”. Todo lo que espera Echenikón de la poesía es puro engaño.
“Chúpame la minga, Dominga, que vengo de Francia; chúpame la minga, Dominga, que llevo sustancia”. Esta fue la jota cantada (o recitada) por Pablo Echenique en una cena con miembros de su partido. Todos, más o menos bebidos, rieron y aplaudieron. Nosotros, sin embargo, nos quedamos con las jotas guarras del difunto Ángel Aransay. No hay color.
La consejera socialista de ciudadanía y derechos sociales María Victoria Broto no quiso ser menos y le contestó a Echenique con esta copla: “Los perros comen las sobras / y las personas cocío./ Y tú me vas a comer / lo que tengo aquí escondío, / que es un bosque muy frondoso: / los pelos de mi chumino”.
A José Luis Soro, más comedido, o más puritano, también le pillaron desbarrando, con unas cuantas copas de más: “El reloj lo hizo el relojero, el mundo lo hizo dios. No hay reloj sin relojero ni mundo sin creador”.
Para cogorza, la que pillaron nuestro director, Dionisio Sánchez, y nuestro subdirector, Carlos Calvo, en la fiesta de despedida de nuestros amigos de ‘El Manisero’. Cantaron a dúo, hasta el aburrimiento, esta jota: “Debajo del puente Piedraa / tengo escondido un melooón. / No se lo digas a nadiee, / y te daré unaa tajadicaa”.
Explosivas declaraciones de Luis Alegre, no sabemos si el de Lechago o el de Podemos: “En el fútbol, como en la vida, no hay que dar nada por hecho, salvo, tal vez, el cariño de una madre”.
Comenzó el curso escolar y los niños regresaron a la rutina del madrugón, el pupitre y los deberes. En el primer día de cole, la consejera de educación Mayte Pérez sonreía de verdad. Se despedía de su hijo animándole: “¡Si vas a ver a tus amigos!”… Lo que pensaba era distinto, claro, algo así como: “Tira par adentro y que te aguante ahora el sistema educativo aragonés”.
Si alguien quiere conocer la catadura moral de Javier Espada, exgerente del centro Buñuel en Calanda, que vea la película mexicana ‘Miente y sé feliz’, que parece hecha a su medida.
Porque la espantada de este pícaro de Calanda da muestras de su ego, vanidad y estupidez. Su locura le habrá llegado después de ver tantas películas de Luis Buñuel, como el Quijote –con perdón del ilustre hidalgo- después de leer tantas novelas de caballería. De ser así, sería el primer caso reconocido en el mundo, porque hace falta ser ‘carnuzo’ para que después de llevar años en el desierto sin llamarse Simón quiera ahora apropiarse en exclusiva del maestro.
Este Espada, tan malhumorado como rencoroso, no tiene remedio. Involucró, entre otras conspiraciones, a Ventura Pons y Antonio Llorens para boicotear el festival de cine de Calanda. Si se dimite, se dimite. Y a otra cosa, mariposa. Como ya observaba Maquiavelo, la mentira es una formidable arma porque la verdad resulta mucho más difícil de creer que la fabulación. Hasta grandes hombres como Alejandro y Julio César no dudaron en utilizar la mentira para lograr sus fines, aunque tuvieron la inteligencia de no abusar de ella.
El festival internacional de cine de Calzada de Calatrava (Ciudad Real) rindió homenaje al actor zaragozano Fernando Esteso, que asistió a la presentación de su película ‘Re-emigrantes’ en una doble sesión en la que también se pudo ver ‘El hijo del cura’. Como para coger las de Villadiego…
Por la pantalla de Ascaso se vieron cortos y largos, y se rindió un especial homenaje a ‘La caza’, de Carlos Saura, con cincuenta años a sus espaldas. La película que no se pudo ver fue ‘Lucrecia dejó la ciudad’ (1981), el mediometraje documental sobre el valle de Jánovas que emitió el programa creado por Rodríguez Puértolas ‘Vivir cada día’. La corporación RTVE exigió un precio demasiado alto para Ascaso. Miguel Cordero, uno de los codirectores de la muestra cinematográfica más pequeña del mundo, fue contundente: “Parece que la radiotelevisión pública ha perdido su vocación de servicio público. No es de recibo pedir 400 euros por un falso documental de 40 minutos en el que los actores, muchos de ellos de la comarca y asiduos de la muestra de Ascaso, nunca cobraron derechos de imagen”.
Ascaso acoge un cine pequeño, de sentimientos, de bajos presupuestos, de pequeño recorrido comercial, aunque grande en su reconocimiento en los festivales internacionales. Nacho Escurrín se acercó a este pueblo aragonés nada más ser nombrado director general de cultura y patrimonio de Aragón, para salir en la foto, pues desde entonces no ha sido capaz de recibir a sus responsables. Incluso les hizo bajar una vez a Zaragoza para luego darles plantón.
Nos ha gustado el libro ‘Memoria de las raíces’, una publicación de casi 300 páginas editada por el centro de estudios locales de Andorra con la colaboración del ayuntamiento de Ejulve. El volumen, escrito en primera persona, narra las experiencias personales de Jesús Calvo Betés, que consigue hilar su biografía con el paso de las estaciones y los quehaceres cotidianos propios de una masada, la convivencia y las relaciones personales. Un legado donde los actuales y futuros ejulvinos pueden rememorar un estilo de vida que se mantuvo vivo durante varias centurias y parece abocado, de forma irremediable, a la desaparición.
Otro libro que nos ha gustado es ‘Los sitios de la Zaragoza inadvertida’, con fotografías de Andrés Ferrer y textos de Antón Castro. Dice Agustín Sánchez Vidal en el prólogo que las imágenes de Ferrer “conducen hasta parajes a veces familiares, otras desatendidos o insólitos”. Y los textos de Castro, “tras referencias perfectamente reconocibles, tampoco tardan en internarse en los territorios más neblinosos de la memoria y la leyenda, considerando la ciudad de muy otro modo”.
A Gustavo Bueno le impresionó un hotelero sevillano que presumía de filósofo, y su filosofía se resumía en tres palabras: jamón, jamón y jamón. “No niego que allí hubiese filosofía, pero el individuo no sabía lo que decía, porque la importancia del jamón es que elimina a todos los moros: es una filosofía españolista frente a la yihad, que no come jamón”.
La última carbajalada. Fuentes de máxima solvencia nos cuentan que el nuevo jefecillo de pantallas y escenarios del consistorio zaragozano fue a visitar a su madre a su Galicia natal.
-Mamá, haré una performance en la Inmortal.
-Hijo, hubiera preferido que no me lo dijeras.
Un recuerdo póstumo para el alcoyano Paco Camarasa, editor de cómics con dos obras premiadas: ‘El arte de volar’, con guion del zaragozano Antonio Altarriba y dibujos de Kim, y ‘Aventuras del capitán Torrezno’, de Santiago Valenzuela.
Otro recuerdo al zaragozano Javier de Pedro, grabador, ceramista, pintor, ilustrador de libros, editor y escultor. Formado en el estudio de Alejandro Cañada, su obra evolucionó del realismo mágico al expresionismo abstracto, de la figuración al informalismo, del cubismo al intimismo lírico. Tras vivir en Zaragoza y París, se instaló en Borja, donde fundó la galería ‘La bóveda’. Retrató a muchos de los habitantes de Añón de Moncayo, donde ha fallecido.
Y un recuerdo final para el cronista bilbilitano Jesús Ibáñez Vela, nacido en Sabiñán, que desde la década de 1960 colaboró en revistas como ‘El mundo de los toros’, ‘Tauridia’, ‘Dígame’ o ‘El burladero’. Desde Radio Calatayud impulsó la tertulia ‘Torerías’.
