Por Martín Ballonga
¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano!. Una sección de Martín Ballonga con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores ¡No te las pierdas! ¡Léelas y divúlgalas!
La productora Setrinca Films va a iniciar en breve el remake de ‘El perro de Vazquezvil’, nueva adaptación de la famosa novela de Arthur Conan Doyle, la historia basada en la vida real de un exsindicalista de la fábrica de electrodomésticos ‘Jalay’ que, tras disfrazarse con traje de pana negra y gafas ahumadas, se hace pasar por intelectual –pese a no tener estudios de primaria-, alcanzando las más altas cotas de ineptitud en los diferentes cargos de cultura que llega a ocupar al amparo del partido de los obreros. Las suculentas mordidas que dará a los presupuestos le harán acreedor de tan cariñoso apodo.
Rojo y Asociados ha decidido introducirse en el mercado del amaño zaragonés bajo el nombre de Redtilea. Su presidente, Huan-Jo Basquet, en exclusiva al pollo metropolitano, ha desvelado cómo surgió la nueva denominación: “Al descublil a mi señolaletolcelse de placel en el sofá, mientras ojeaba una levistapolno, exclamé: ¡H’osthiasPedlín, como reptilea la jodida de la Malía Jesús!”.Carolina, al saberlo, se puso roja.
Jerónimo Blasco y Julio Calvo, el socialista y el popular, se cruzaron peticiones de dimisión en este asunto de las polémicas por las subvenciones de Zaragoza Cultural que, en primicia informativa, destapó ‘El pollo urbano’ –te la agarro con la mano-. El socialista trató de vestir la situación de normalidad, mientras que el popular le exigió que dimitiera, además de reclamar la destitución de Vázquez. Para Calvo, Jeromín “está implicado hasta el corvejón” y el socialista le dijo al popular que “necesita terapia”. La réplica de Calvo fue contundente: “En estos meses que restan hasta las elecciones solo tengo que explotar las minas que ha dejado por el camino”.
Vázquez, asustado ante todo lo que oía en la intervención de control, perdió los nervios y exclamó: “¡Todo es mentira, todo es mentira!”. Y nos recordó aquel diálogo de ‘Casablanca’ en el que Ingrid Bergman le dice a Humphrey Bogart: “¡Miénteme, miénteme, y dime que me quieres!”.
Esos 11.000 euros de subvención es el 20% del total distribuido para artes plásticas. Vázquez ha hecho y deshecho a su antojo en la política aragonesa durante las últimas décadas, manteniendo altos cargos desde que, en 1999, el PSOE retomó el poder en Aragón. Mientras tanto,Marcelino Iglesias contempla desde su atalaya y con enorme aprensión cómo su dilatada obra, doce años en el poder, se agrieta y tambalea a ojos vista con cada revelación del caso Plaza o cada ajuste de cuentas perpetrado a posteriori por algún poder fáctico que él mismo alimentó generosamente pensando que los tigres ahítos no muerden la mano que les dio de comer.
Otras dos subvenciones fueron adjudicadas a dos artistas en relación profesional con Tudelilla y la galería de Carolina Rojo. Estos son YannLetto y Cecilia de Val, que han recibido 5.000 y 6.000 euros, respectivamente. Entre las tres, efectivamente, se repartieron el 40% de las subvenciones. Uno de los miembros del jurado, el pintor Enrique Larroy, ha sido comisariado por Tudelilla, y De Val y Letto regentan ambos un quiosco junto al Ebro, cuya adjudicación es decididamente sospechosa.
De hecho, el zaragozano Enrique Larroy expone ahora una antología de chapas y artefactos en la Lonja, lugar de encuentro anual para reconocidos artistas aragoneses. Con el título de ‘Repaso y puesta a punto’, Tudelilla hace la reseña correspondiente y se adentra en la verdad de su pintura, “una construcción de la visión para testimoniar la dificultad de ver y la necesidad de recurrir a la óptica”. A la ‘Óptica Mola’ la mandábamos nosotros echando leches.
Misteriosamente, el pintor zaragozano Eduardo Laborda, de trayectoria irreprochable, no tuvo reseña alguna de la exposición en la Lonja que se celebró el año pasado, y eso que fue la más visitada de la historia. Y es que la mujer de Vázquez expande sus conocimientos ‘artísticos’ en las páginas de ‘El Periódico de Aragón’ (y lo que me llevo al zurrón), firma asimismo en la revista cultural ‘Turia’, coeditada por el gobierno autonómico, y también es habitual como miembro de jurados oficiales y encuentros culturales sufragados por el departamento de cultura aragonés.
La fúnebre procesión no se detiene, pero el cortijo es tan largo ya que o alguien interviene y lo exorciza –atención al artículo de opinión de Carlos Calvo en este número- o pronto se tendrá que hacer con Aragón entero. Y si no, que se lo digan a los que se manifestaron pidiendo la dimisión de Humberto Vadillo, el don Tancredo baturro, ofendidos de que les llamase el recién designado consejero cultural de la DGA titiriteros, sin saber, los pobres, que son simples títeres al servicio del poder. Por eso mismo, ahora no se manifiestan ni piden la dimisión de Vázquez (Juanjo), que de estómagos agradecidos está el mundo lleno. Ya lo dice la copla: “Al cultureta laureado / no le mires el diente. / Mírale más bien el vientre / de canapés inflamado”. El club de los artistas mudos. O el silencio de los borregos.
Tudelilla, en fin, es la auténtica personalidad en la sombra de la cultura aragonesa, repartiéndose exposiciones y encargos de Concha Lomba, de la universidad de Zaragoza. Un número exagerado de coordinaciones diversas –exposiciones, libros, catálogos, asesorías- ha engrosado el currículo de la mujer de Vázquez, en la mejor tradición del tebeo español.
Hace siete años, por ejemplo, el ayuntamiento de Fraga cobijó una exposición en torno a Miguel Viladrich, pintor ilerdense que desarrolló su obra a principios del siglo XX y vivió en Lérida, Barcelona, Madrid, París y Buenos Aires. En Fraga estuvo unos meses para pintar el encargo de unos murales en el castillo de la población oscense. El pretexto perfecto para que Tudelilla se encargara de comisariar una exposición sobre el artista, de la que cobró más de 20.000 euros, sin incluir otro importe de más de 6.000 euros por el desplazamiento a Argentina (en primera clase) y la estancia en un hotel de mil estrellas para supuestamente estudiar los pasos del pintor catalán en América del Sur. El sur, al parecer, también existe, sobre todo para la mujer de Vázquez, que no consta que haya dedicado investigaciones académicas a la figura de Viladrich.
Casi la mitad de las subvenciones tienen vínculo con la mujer del gerente de Zaragoza Cultural. Él y su mujer han vuelto a hacer lo que hicieron durante doce años en la DGA. Llueve sobre mojado. Numerosas exposiciones coordinadas por la mujer de Vázquez recibieron financiación del gobierno aragonés, como las del CDAN o el encargo que le hizo Tudelilla al entonces consejero delegado de Plaza, Carlos Escó, en la actualidad imputado. Vázquez era viceconsejero de Eva Almunia, que es la esposa de Escó.
Y es que las gestiones de Carlos Escó siempre han estado bajo sospecha y la policía investiga si el exviceconsejero pudo beneficiarse en compras personales, centrándose las pesquisas en una galería en la que se adquirieron dos ‘goyas’ y tres lienzos más por parte de la fundación Plaza, operación cultural que tuvo un coste al erario público de 13’6 millones de euros. Un precio desorbitado, fuera del mercado real.
Para defenderse, muchos de los imputados del caso Plaza no dicen la verdad ni por equivocación, como aquel personaje de Ramón Gómez de la Serna, de tan mala memoria que “se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo”. Y, claro, lo contó.
Sea como sea, ante las críticas recibidas del portavoz adjunto del PP, Pedro Navarro, Tudelilla, muy enojada, lo niega todo, como su marido, el agente de Anacleto: “¿Qué es este acoso? Cada vez que hay elecciones sale mi nombre y el de mi marido. ¿Quién es Pedro Navarro? ¿Qué interés tiene? Me tiene inquina por alguna razón y habla sin tener ni idea”. Y apostilló la mujer de Vázquez, en plan chuletilla: “Por un trabajo para el CDAN solo cobré 3.000 euros y un paquete de cigarrillos”…
Una vez más, el que se la tiene que envainar es el ínclito Juan Bolea, que antes de salir el escándalo de la galería Carolina Rojo no hacía más que escribir gacetillas loando a la chuletilla, al chuletón y al rabo de toro. Este chico no tiene desperdicio. Ni decencia para pedir disculpas. Ya saben, el que parte y reparte se lleva la mejor parte.
La última jerominada. Según fuentes de la máxima solvencia, Jerónimo Blasco, después del mencionado rifirrafe con Julio Calvo, y visiblemente enojado, cogió el coche oficial, se fue de excursión a un lugar desconocido, dejó a su gato comiendo una suculenta merienda y se largó con el vehículo. Pero cuando llegó a casa el gato le estaba esperando en la puerta. Un amigo del ayuntamiento zaragozano le recomendó un lugar más lejano y difícil de recorrer y allá se fue Jeromín de las Graveras con el gato, pero le ocurrió lo mismo. Cuando volvió a casa, el gato estaba esperando en la puerta. El amigo le recomendó, ya en plan definitivo, que se fuese al pueblo más apartado y recóndito de España y así lo hizo nuestro gran jefe. Le llevó a ese lugar donde dicen que Sansón perdió el flequillo y, cuando se encontró con su amigo y le preguntó qué tal le había ido en el último intento, le respondió, muy acongojado, que si no es por el gato no hubiera sabido volver a casa.
Nuestro amigo José Luis Cortés, alias ‘Panoja’, nos ha confirmado que Joan Manuel Serrat fue el más aplaudido en el concierto en homenaje a José Antonio Labordeta, pero que al final del acto le dijo el cantante catalán: “No nací en el Mediterráneo. Tengo que confesarte que nací en el Atlántico, entrando, a mano izquierda”. Y Juanjo Vázquez, como buen padre cultural, tomó buena nota.
(Continuará)
