A lo largo de casi treinta años Ángel Orensanz ha desarrollado una práctica de la escultura de extremada coherencia y totalidad. Para ello ha desarrollado un vocabulario personal de formas y signos que utiliza sistemáticamente: el pez, la cara humana, las manos, las líneas de compensación, los círculos.
La específica forma de su impostación corresponde al lenguaje del arte más contemporáneo, pero al mismo tiempo es esta una obra que rompe con los cánones convenidos de buena parte de la práctica del arte. La escultura de Ángel Orensanz se relaciona con otras disciplinas y otras prácticas de la comunicación y expresión, como diría Hans George Gadamer hablando desde la filosofía hermenéutica: “Todo interpreta a todo”.
Orensanz ha presentado exposiciones de su propia obra en el edificio de Norfolk. St. A lo largo de casi veinte años. Expuso allí su obra “Sum Screen” destinada a Sea Island en 1987 y su escultura está formando allí parte de conciertos, ballet y fotografía que se esparce en todo el mundo en la televisión, video, y las revistas. Pero, sobre todo, este noble edificio se abrió al público en toda su amplitud, ofreciendo cuatro plantas con una retrospectiva titulada Ángel Orensanz: Italian Installacions and Inventions 1992-2001, desde marzo a Junio del 2002. Mas de 200 obras se mostraron al público en una visión conjunta de sus instalaciones en la 49 Bienal de Venecia, la 3ª bienal de Florencia, asó como de Roma, Caserta, Bari, Modena, Regio Calabria y otras ciudades icónicas italianas.
Ángel Orensanz vive y trabaja en diversos puntos del mundo sin ninguna referencia territorial específica o limitadora; si acaso, su única referencia es la ciudad de Nueva York, donde tiene su Fundación y donde el ha echado sus raíces de alguna manera por tratarse de la única ciudad del mundo en continuo flujo y transición. Su estudio, la de Fundación, es uno de los mas antiguos de la ciudad de Nueva Cork, y es al mismo tiempo uno de los núcleos culturales mas vibrantes de Maniatan. El edificio lo descubrió Ángel Orensanz una tarde de invierno de 1986. Le ha dedicado quince años a su restauración y a su revitalización. Edificio relevante del movimiento románico alemán, es ahora un punto de referencia en toda América. Quizás sea esta la síntesis de la obra de Ángel Orensanz.
Lo sorprendente en la obra de Orensanz no es seguir sus cambios, etapas o estilos y su localización en determinada zona geográfica. Orensanz procede desde una aproximación múltiple, plural y sincrónica.
En sus instalaciones en el exterior, Ángel Orensanz implanta su obra de arte en plena naturaleza. El escultor aragonés ha mantenido siempre una preferencia por este tipo de instalaciones.
Ángel Orensanz ha desarrollado una extensísima obra directamente relacionada con espacios arquitectónicos. Son obras que traen a los edificios en que se incorporan un nivel intenso de cuestionamiento, de ruptura de códigos visuales y de enriquecimiento icónico.
Finalmente bien podría ser que la dimensión escultórica mas vibrante de Orensanz sean sus acciones escultura. En este tipo de obras, la pieza escultórica es arte de una situación comunitaria y de un programa artístico global.