Por Max Calor.
El pasado día 5 de Marzo, en la Iglesia del Corazón de María de Zaragoza, tuvo lugar el bautizo de Dieguito Saura Beltrán quien, pese a su juventud, estuvo en todo momento a la altura de las circunstancias.
Actuaron como padrinos Oscar Saura, hermano del feliz papá y Raquel Beltrán, hermana de la dichosa mamá. Como en todos los bautizos a los abuelos Julio y Gloria y Flor y José Javier, se les caía la baba aunque como gentes previsoras llegaron a la ceremonia provistos de abundantes pañuelos de papel para no dejar rastro de sus emociones.
Siguiendo el signo de los tiempos, la ceremonia fue múltiple y que había tres pequeñajos esperando las aguas del Jordán que, en general se portaron con la excepción de una niña que ya marcaba maneras a grito pelado y por deducción imaginamos que de mayor será una buena pieza.
El oficiante, muy pedagógico aunque de una lentitud desesperante, llegó al final de la faena entre los bufidos de los asistentes que se morían por echar un cigarrillo.
En la puerta del templo se armaron los corrillos para felicitar a los padres, Victor y Adriana, que estaban orgullosos y felices con su pequeño ya cristianado y que nos iban marcando la pauta para acudir al restaurante La Orkidea Negra que de habitual se dedica a preparar platos de carne de animales exóticos (cebra, ñu, potro o canguro) aunque en esta ocasión nos obsequiaron con un potente vermú nacional que fue del agrado hasta de la bisabuela Joaquina que también asistió al festejo.
Felicidades a los padres y que disfruten a tope con la criatura hasta que abandone el nido, ya que el servicio militar no es posible que vuelva a instaurarse en España ¡Enhorabuena!
