El incendio provocado en Sierra Bermeja (Málaga) (I)


Por Jesús Sainz
Corresponsal del Pollo Urbano en Andalucía

    La tarde del 8 de septiembre del 2021 se inició un incendio provocado intencionalmente en Sierra Bermeja, un cordón montañoso en el flanco suroeste de la serranía de Ronda, que gracias a la lluvia se consiguió contener una semana más tarde.

    El 21 de septiembre, el Gobierno central acordó declarar Sierra Bermeja zona afectada gravemente por emergencias de protección civil (ZAEPC).

     Sierra Bermeja contiene el mayor macizo de rocas peridotitas ricas en hierro y platino del mundo, el color rojizo de estas rocas es el que da nombre a la sierra. Su pico más alto es el cerro Abanto, en Parauta, con 1508 metros sobre el nivel del mar. Tiene una vegetación única ya que se originó gracias a la rareza y toxicidad del sustrato geológico (peridotitas) y a su ubicación entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Destacan los pinsapos, un tipo de conífera en peligro de extinción y que prácticamente solo crece en dicha sierra. El pinsapar de Los Reales, con una extensión de aproximadamente 1236 hectáreas, está protegido desde 1989 por la Junta de Andalucía como Paraje Natural.​ El 85 % de las comunidades vegetales existentes en la sierra Bermeja están protegidas por una directiva de la Unión Europea. Tiene más de una veintena de plantas exclusiva o endémicas. La fauna de Sierra Bermeja es una de las más diversas en fauna y flora de toda Andalucía. Destacan de forma especial los invertebrados, con 14 especies exclusivas de la zona, es decir endemismos, predominando entre ellos los coleópteros, plecópteros, tricópteros, arácnidos y moluscos. Pese a ello, la Sierra no ha sido declarada Parque Nacional.  La sierra es una zona donde viven cabras y ovejas, de las cuáles muchas han muerto pasto de las llamas, como han comprobado los servicios de extinción de incendios que han encontrado decenas de animales carbonizados. Pero la que más ha sufrido es la fauna salvaje, conejos, ciervos, corzos y jabalíes.

   A las 21.35 horas del día 8, empezaron a arder dos focos junto a la cuneta de la carretera que va de Genalguacil a Marbella. Desde un principio las evidencias apuntaban a que el fuego fue intencionado. Después de las primeras averiguaciones llevadas a cabo tanto por el Seprona como por los agentes forestales adscritos, el autor o autores del fuego habrían utilizado un líquido inflamable, probablemente gasolina, para prender fuego al monte. La propia Fiscalía advirtió, a los 5 días de comenzar el fuego, que los primeros informes muestran la existencia de varios focos iniciales originados de forma prácticamente simultánea y cercanos a sendos puntos de una carretera poco transitada, con posibilidad de estacionamiento de vehículos, lo «que puede apuntar a una etiología intencional». Además, el fuego comenzó por la noche, con alto viento previsto y en una zona de difícil acceso. Varios factores contribuyeron a la rapidez de expansión y a la virulencia del fuego: la afilada orografía de la zona, el calor, el viento cambiante, el abandono progresivo del campo y el éxodo rural. En 15 años, el valle del Genal, vecino a la sierra, ha perdido el 12% de su población. Dado que muchos de los lugareños que conocían el campo han desaparecido, las quemas controladas que hacían del monte ya no se hacen y se acumula mucho más combustible vegetal aumentado el riesgo de incendios y su intensidad.

     La noche del 9 de septiembre se activó el nivel 1 del Plan de Emergencias ante Incendios Forestales. Durante 6 días no se pudo controlar el fuego que quemó 10.000 hectáreas de bosque, causó la muerte de un bombero, afectó a más de 2.000 especies animales y vegetales, y obligó a evacuar a 2.670 personas de los municipios de Jubrique, Genalguacil, Faraján, Pujerra, Alpandeire y Júzcar. Arrasó fauna, cabras, ciervos, corzos, jabalíes, y flora, principalmente pinos, pero también alcornoques, castaños y, lo que es peor, muchos pinsapos, una especie de pino-abeto único en el    mundo, en un paraje que debería ser Parque Nacional para ayudar a su conservación.

      Pese a que la prensa malagueña publicó de forma unánime que el pinsapar de Sierra Bermeja no fue afectado, lo que yo observé fue es que muchos pinsapos fueron destruidos por el fuego, como se puede ver en el reportaje fotográfico que acompaña a este texto. Así lo confirma el catedrático de Geografía Física de la universidad de Granada José Gómez Zotano quien, tras estudiar los daños causados una vez controlado el fuego, afirmó que “una estimación inicial es que hay más de mil pinsapos quemados. Hay que tener en cuenta además que muchos de ellos se han calcinado por completo y han desaparecido, no queda el esqueleto. Seguramente habrán (sic) más pinsapos afectados de los que ahora mismo puedan verse”. Añade que “el estrés que han experimentado como consecuencia de las altas temperaturas del incendio pueden (sic) hacer que en los próximos meses o años esos pinsapos finalmente decaigan y sean pasto de las plagas o de cualquier otra enfermedad.” Afirma que el incendio es una “catástrofe ambiental con mayúsculas. Es de las más graves que han ocurrido en Andalucía desde los años 50 del siglo XX. La pérdida de un solo pinsapo es un desastre. Andalucía debe custodiar el único árbol endémico que tiene. Si no somos capaces de hacer eso como lo estamos con el lince, nos tendremos que replantear mucho qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. El pinsapo debe ser una prioridad absoluta, porque es una joya botánica única en el mundo y se encuentra sólo en la Serranía de Ronda.” Y añade que, desgraciadamente, “el pinsapo se puede recuperar a una escala temporal de cientos y miles de años.”

     Según Zotano, la gran intensidad del fuego fue debida, según el análisis del, al abandono del monte, a la presión del turismo y a la falta de medidas preventivas. Como vemos el experto en pinsapos no le echa la culpa al “calentamiento global” como hacen los políticos. Añade que la situación sería diferente si la Sierra se hubiera declarado Parque Nacional como se pide desde 2007. “¿Sierra Bermeja cumple los requisitos de la Ley de Parques Nacionales de España para ser declarada así? Sí, sobradamente… ¿Por qué no se ha declarado Parque Nacional? Esa pregunta la deben responder los responsables.”

     Los incendios son etiquetados con un número de generación a medida que crecen en peligrosidad. Los de sexta generación, como el de Sierra Bermeja, son los más peligrosos ya que crean una atmósfera con corrientes internas de aire que suben en grandes columnas de humo formando nubes de ceniza, piro cúmulos, que cuando caen generan una lluvia de fuego.

    El fuego avanzó primero hacia la costa empujado por rachas de poniente de hasta 45 kilómetros por hora y llegó hasta Estepona, donde los bomberos lograron contenerlo a apenas 20 metros de una gasolinera. A los cuatro días de su inició el fuego había avanzado llegando hasta Casares (al este) y al Valle del Genal (en el norte). A las 6.45 horas del martes, debilitado por la lluvia de la madrugada, quedó controlado; Aunque tardará semanas en extinguirse, porque las raíces de los árboles aún siguen ardiendo en el subsuelo. El suelo sobre el que crecen los pinos todavía humea porque el incendio sigue debajo de la tierra. Los árboles siguen ardiendo por dentro y el fuego circula de manera lenta por la falta de oxígeno, pero se extiende por el sistema de raíces y puede salir una semana después fuera del perímetro.

    La tierra en dicha sierra es de color bermejo debido a la peridotita, una roca de origen ígneo que aflora desde la corteza continental de la Tierra. El lecho es rico en materiales pesados, por lo que no son muchas las especies capaces de adaptarse a él. Las especies que lo hacen son extraordinariamente raras, por eso es una zona con una gran cantidad de endemismos o especies específicas de la zona.

    Se teme que se hayan perdido especies únicas en el mundo. Además, si hay lluvias torrenciales, como el suelo está desnudo de vegetación van a provocar una alta erosión e inundaciones. Según Enrique Salvo Tierra, catedrático en Botánica de la UNIA, dice que, dado que el bosque atempera el clima, por la alta tasa de humedad que genera, ahora será más normal tener temperaturas por encima de los 50 grados en la Costa del Sol y que perderemos parte del sistema climático que la hacía tan atractiva, por lo que opina que es una de las mayores catástrofes que se han dado en Málaga.

    Andrés Pérez Latorre, profesor titular de Botánica de la Universidad de Málaga, asegura que no cuentan con la información necesaria para conocer la gravedad de lo que está ocurriendo. En su opinión, nada de esto hubiera sucedido si el paraje hubiera estado más protegido. “Lo deberían haber incluido dentro del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, porque esa figura obliga a elaborar planes de protección contra incendios y habría estado más vigilado”.

    Felipe Román, biólogo y miembro de Ecologistas en Acción, asegura con contundencia: “Sierra Bermeja está completamente abandonada a su suerte de toda la vida, la protección de la Junta de Andalucía es sobre el papel, porque nunca ha habido recursos”. Llevan casi 40 años denunciando que existe un gran peligro de fuego y exigiendo infraestructuras “que nunca han llegado”.

    No muy lejos de Genalguacil, se halla la balsa de agua rodeada por el negro de los pinos quemados, que el alcalde del pueblo, Miguel Herrera, defiende que fue el punto donde se originó buena parte del desastre al no sofocarse “a tiempo” un foco de llamas que se habría producido en sus proximidades. Además, asegura que advirtió en reiteradas ocasiones de la peligrosidad de dicho lugar por su proximidad a una gran masa forestal. “No vamos a permitir que nadie desde la silla de un despacho nos diga cómo tenemos que vivir los lugareños, hay que contar con la gente de aquí y con su forma de ver las posibles soluciones a esta catástrofe”.

     Todas las opiniones anteriores apuntan a que ha habido dejación crónica de la Junta de Andalucía para proteger una sierra sin la cual la Costa del Sol verá deteriorado su clima y las condiciones de vida que atraen a los turistas.

https://www.malagahoy.es/malaga/Viaje-zona-cero-incendio-sierra-bermeja_0_1610841061.html

    Según el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), el incendio de Sierra Bermeja de Málaga lo provocaron «personas inteligentes, con formación en ese campo para hacer el mayor daño posible». Aunque parezca increíble, el presidente de la Junta de Andalucía calificó a los delincuentes que quemaron la sierra como “inteligentes y formados”. Con algo más de sensatez, el coordinador provincial adjunto de los agentes de Medioambiente en Málaga, dijo que bastaba con tener cultura de campo para generar el incendio.

https://www.malagahoy.es/malaga/Moreno-Sierra-Bermeja-incendio-provocaron-personas-inteligentes-formacion_0_1611440005.html

     Moreno ha abogado por un endurecimiento de las penas de cárcel para quienes provocan incendios. No parece que la medida propuesta por el presidente de la Junta de Andalucía pudiera tener mucho efecto en caso de aplicarse ya que sólo un 10% de los incendios forestales que se investigan acaba en condena. Por otra parte, las declaraciones de Moreno han sido criticadas por varios expertos diciendo que el endurecimiento de las penas no resolverá el problema ya que actualmente son muy elevadas (hasta 20 años de cárcel) y eso no frena a los pirómanos. Solicitan como medidas más efectivas el cuidado de los montes y los bosques, y el conseguir que los lugareños hagan quemas controladas de la masa forestal como se hacía en el pasado. Para ello habría que frenar la despoblación del campo e incentivar su cuidado. Pedir el aumento de las penas por incendios provocados es la típica forma que tienen los políticos para quitarse responsabilidades, y para ocultar que el problema real que hace que los fuegos sean tan dañinos es el abandono del monte por parte de la administración.  Cuidar el monte requiere más trabajo, visión de futuro y preparación por parte de los responsables políticos que aumentar las penas que, como opinan muchos expertos, no serviría para nada.

     Según José Luis Mérida, coordinador provincial adjunto de agentes de Medioambiente al frente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), en torno al 70% del monte es privado y el 30% es público en la provincia de Málaga. Aboga por conseguir que la población propietaria no abandone sus tierras incentivando su rendimiento económico mediante la ganadería y la explotación de la madera. Según Mérida, “ahora mismo hay una línea desde Estepona hasta Ronda, pasando por la Sierra de las Nieves hasta llegar a Campillos de 200.000 hectáreas que se pueden ir en un incendio”. El entorno de Sierra Bermeja engloba dos unidades de cuidado del monte, dentro de la división del territorio donde operan los agentes de Medioambiente. Esas dos unidades son la del Valle del Genal y la de Guadiaro. En la unidad del Valle del Genal, donde se produjo el incendio, hay cuatro agentes operativos, el coordinador provincial adjunto y tres agentes para un espacio de unos 20 municipios.

     Sierra Bermeja ha sufrido varios incendios de más de 1.000 hectáreas en 1975, en 1991, 1994, 1995 y 1999. Este mismo año, 2021, esta sierra salpicada de pinos, alcornoques, castaños y pinsapos ya había sufrido dos incendios forestales previos al que ha arrasado la Sierra Bermeja en el mes de septiembre. Ninguno de ellos intencionado pero ambos relacionados con plantaciones de Cannabis. El primero se detectó el pasado mayo en Genalguacil, y se cree que fue debido al fuego hecho para preparar alimentos por unos trabajadores de una plantación de Cannabis. En julio, en el municipio de Jubrique, se tuvo que actuar sobre otro incendio provocado por el tubo de escape de un generador eléctrico que se utilizaba para bombear agua destinada al riego de otra plantación de Cannabis. Estos fuegos afectaron entre 300 y 400 hectáreas.

    En las últimas semanas se ha especulado que tras el incendio pudiera estar, de nuevo, la actividad del narcotráfico o incluso que se desprendiese de una disputa vecinal por asuntos como las lindes y los límites de las fincas, aunque, de momento, ni desde la BIFF -dedicada a estudiar la prueba material, las evidencias y los daños en flora y fauna- ni desde la comandancia de la Guardia Civil -centrada en la prueba personal, los causantes- hacen declaraciones al respecto, ya que se trata de una investigación secreta y que aún se mantiene abierta.

     Hasta el momento, lo que se conoce es que el fuego se inició en dos focos simultáneos en Genalguacil, separados unos cuatro kilómetros por la misma carretera, donde pudieron haber participado una o varias personas.

Continuará

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