Desde el diván: ‘Perros de paja’, de Sam Peckinpah


Por José María Bardavio

     Podría Amy Sumner apartarse de la ventana, ignorar sus miradas,  proseguir con lo que está haciendo. Pero como chica progre de la década de los sesenta sigue desnudándose aun sabiendo que le miran  vorazmente.

Título original: Straw Dogs
Año:1971
Duración: 113 min.
País:Reino Unido
Dirección: Sam Peckinpah
Guion: David Zelag Goodman, Sam Peckinpah (Novela: Gordon M. Williams)
Música:Jerry Fielding
Fotografía:John Coquillon
Reparto:Dustin Hoffman, Susan George, David Warner, Peter Vaughan, T.P. McKenna,Del Henney, Sally Thomsett, Peter Arne, Colin Welland, Donald Webster,Jim Norton, Ken Hutchison, Len Jones

Producción: ABC Pictures presents a Daniel Melnick Production

 

     Termina de quitarse el sostén manteniendo el rostro imperturbable para dejar bien claro que los ignora. Si alguien tiene la  culpa son  ellos por mirar donde no deben, y no ella por desnudarse en el cuarto de baño de su casa. 

     Y es exactamente ahora, al ver nosotros el plano general del cuarto de baño, cuando entendemos la razón del desnudo. Y es que al retirarse de la ventana, girando sobre sí misma para dirigirse hacia la bañera, en ese instante, y no en otro, entendemos los espectadores el sentido del desnudo. Sin la aparición de la bañera al fondo del plano, no podríamos saber si está o no está exhibiéndose ante el grupo de hombres que trabajan en el tejado del cobertizo de enfrente.

     La secuencia no sólo sirve para evaluar la personalidad de Amy (¿es una exhibicionista?, etc) sino  como respuesta a lo que ella misma trata de inculpar a su marido, profesor de matemáticas, que ha conseguido un año sabático para venirse a Irlanda a escribir un  libro. Amy piensa a veces, que David ha dejado unos meses la universidad para dejar de enfrentarse con algunos miembros de su Departamento que aspiran a ocupar su puesto. Es por ello que Amy piensa que David, a veces, es un cobarde. Así que también sería ella muy cobarde si se alejara de la ventana mostrándose atemorizada o insegura por la mirada lasciva de los operarios que están reparando el tejado del cobertizo de enfrente.

    La película irá demostrando que Amy es la equivocada, que su marido  (Dustin Hoffman), es un valiente cuando lo reclamen las espantosas circunstancias que vivirán, con los simpáticos lugareños convertidos en violadores y asesinos implacables.

    Esa secuencia de Amy en la ventana esconde, en dos movimientos, dos significados muy precisos. Al primero lo llamaría Provocación: Desnuda en la ventana Amy parece querer excitarles, que alguien se fije en ella, decepcionada de su  intelectual marido ocupado en su libro y demasiado poco ocupado de ella. El segundo movimiento le llamaría La verdad: en el instante mismo de la aparición de la bañera el cuarto de baño queda convertido en un espacio epifánico de la moral de Amy. La bañera despeja el conflicto creado en el primer movimiento (Provocación) porque simplemente estando la bañera allí da fe de la verdadera intención de Amy , que no está para exhibirse, para dejarse ver por los insolentes mirones, está allí   para bañarse, como demuestra irrevocablemente el empezar a desnudarse y el recorrido de Amy en el cuarto de baño, hacia la bañera al fondo. 

    Y deducimos también que exponerse a los que arreglan el tejado es inversamente proporcional al no enfrentarse David a sus colegas de Departamento. Y que las consecuencias de la conducta de Amy, que antepone  sus convicciones a la prudencia (del donde fueras haz lo que vieras), acarrea sobre ellos dos, la violencia de un grupo de cobardes que defienden con el crimen la presencia de extranjeros y sus ideas progresistas.

     Pero lo asombroso reside en entender que siendo David un hombre extraordinariamente valiente y responsable como demuestra finalmente ser, no  se enfrentara a los miembros de su Departamento. Y es  que un matrimonio de canallas dedicados veinticuatro horas  a destruir lo que es  verdaderamente valioso (los colegas del Departamento) genera una fuerza tan descomunal en esa región tan opaca llamada Universidad como la generada por todos los demonios del averno dedicados en exclusiva ( esa es la verdadera dedicación  exclusiva que ejercen ) a la destrucción sistemática del Saber. La avalancha de lo feo. Perros de paja.

El blog del autor: http://bathtubsinfilms.blogspot.com

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