Robin Hood / María Dubón


Por María Dubón
https://mariadubon.wordpress.com/

     A todos nos cae bien Robin Hood, el héroe-forajido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres.

     Que Jeff Bezos tenga una fortuna estimada en 113.000 millones de dólares y que haya personas cuyos ingresos son 0, nos parece injusto. Es más, consideramos que habría que redistribuir la riqueza para que Brezos no tenga más de lo que necesitaría en diez vidas vividas en la opulencia y que todas las personas tengan unos ingresos que les faciliten vivir con dignidad.

     En los países desarrollados el número de pobres excede en mucho al de ricos. 2.153 milmillonarios tienen más dinero que los 4.600 millones de personas más pobres del planeta. El 1 % más rico tiene tanto dinero como el 92 % más pobre. El problema a la hora de redistribuir el dinero de una forma solidaria y justa es que si se obliga a pagar más impuestos a las grandes fortunas, se largan con sus millones a un paraíso fiscal, y acaba pagando poco pelo, la casi extinguida clase media.

    Al Gobierno de España le ronda por la cabeza crear un impuesto para que los millonetis del país aflojen la mosca. Así que ya han debido poner su dinero a buen recaudo en Luxemburgo, Países Bajos o Irlanda, sin ir más lejos. En poco tiempo, desde marzo, han volado 26.300 millones. Está constatado que este tipo de impuestos no sirven para redistribuir la riqueza. Por desgracia, esa justicia a lo Robin Hood es engañosa y genera más pobres y más ricos. Ya se puso en práctica en Cuba. Con la revolución se confiscaron las propiedades, pero el Estado fue incapaz de generar riqueza y repartir los beneficios.

   La guerra entre ricos y pobres es tan vieja como la humanidad, no terminará nunca y siempre perderán los mismos: la gente sin conocimientos financieros, que trabaja y paga sus impuestos. Todos trabajamos varias semanas al año solo para pagar impuestos y cuanto más trabajas, más impuestos pagas. Sin embargo, los ricos, cuanto más ganan, menos pagan, porque se mueven en el mundo de las finanzas como pez en el agua, tienen pasta, tienen poder, tienen conocimiento y siempre se adaptarán para que cualquier situación les resulte favorable.

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