Dos nuevos poemas de Erasmo Nava Espíritu

145ErasmoNavaP
Por Erasmo Nava Espíritu

Un nuevo resplandor del sol…

Amanece en la ciudad.

Yo, me aferro a mi esperanza.

 A lo lejos:

tiemblan los bosques con sus alas grises y quemadas,

seguidos del dolor latente de los ríos

y la oquedad inerte de los buenos deseos,

con la alegría en la mano y un ramillete de leyes olvidado.

 

Desde lo más lejano allá en el universo

viene volando el sol con «radiación ultravioleta»:

cruza en lo más alto del cielo despejado,

y otras veces permanece quieto: ahí, sólo observando.

 

Vienen después las nuevas primaveras:

con sus doradas mariposas de lento vuelo

y sus flores de radiantes colores,

a disfrutar con su inocencia del resplandor del sol.

 

Un nuevo resplandor del sol emerge de las sombras

y ahora llegan enormes pájaros zumbando:

unos vuelan cansados por el inmenso mar,

y otros se refugian en antiguas ciudades.

 

Algo extraño e inaudito pasa aquí en la Tierra

donde los días viajan eternamente y sin retorno,

y a las fugaces horas les crecieron alas

y vuelan satisfechas por tiempo indefinido.

 

El agua en el océano se encuentra embravecida

por toda la inmundicia que llega día tras día;

delfines y ballenas, temen ya por sus vidas; mientras:

el cachalote herido, cuelga su gran cabeza, y muere.

 

El viento de la noche se llena de tristeza…, y grita:

-«sálvenme que me muero, parece que es asfixia-«;

serán rojos carbones, o serán centrales térmicas;

serán plantas nucleares, o será la misma muerte.

 

El suelo chorrea lodo, y sangre que lo mata:

respira sofocado y lleno de erosión;

son muchos los factores que lo han debilitado:

petróleo, sustancias químicas y tala inmoderada …

 

El planeta cansado de bruces se cayó: quieto sin levantarse.

Son tantas sus heridas, que anuncian ya su muerte;

los nuevos habitantes, al verlo fatigado,

decidieron llevárselo entre cantos gloriosos:

 

«…gran planeta del alma que lloras por la noche,

ojalá sobrevivas a esta prueba mezquina

del humano inconsciente que lleva en su mirada:

la huella envenenada que no lo deja ver…»

 

Nuevas estrellas hay en el firmamento

titilando en espera de un nuevo renacer; ellas,

llegarán a la Tierra con luces de betún y el pelo suelto,

y con una sonrisa descalza en vez de pies.

 

Descenderán de esas naves extrañas y brillantes

en playas encantadas y remotas,

caminarán aprisa por toda la costera

de aquel inmenso océano que cruza la bahía.

 

Con devoción inaudita y por la noche

se detendrán a orar a su dios en el camino;

y ya con su alma renovada:

elevarán sus cantos por el mundo.

 

Lucharán los nuevos hombres con cubiertas de plata

montados en caballos genuinos y con brío:

irán hacia los montes, al reino de los pájaros

y bajarán al desierto a unirse con lagartos.

 

Una capa de ozono de enormes ojos rodea al planeta

y esa capa de ozono en la mirada parece que va herida;

y el sol potente con rayos de color ultravioleta

cruza veloz y trémulo los azulados gases de la atmósfera.

 

Llegarán nubarrones y lluvias torrenciales,

se borrarán los límites entre el mar y las costas;

habrá un sol sofocante entre caminos y pueblos,

y la esperanza inquieta: vagará sola en el mundo.

 

Urge que los humanos se levanten como sombras piadosas

y reduzcan los gases y demonios de efecto invernadero;

urge evitar una catástrofe de fauces negras y climática

que reniegue de todo y acabe con la vida aquí en la Tierra;

 

en fin,

urge que el ser humano…, vuelva a ser humano,

y que sus obras le permitan disfrutar su vida aquí en la Tierra.

 

  

Mi abuelo

La tarde cae como arcoíris lento y profundo

y los campos de mi pueblo se llenan de alegría.

Alguien sacó el recuerdo y se puso a meditar:

es mi abuelo con su caballo blanco cargado de esperanzas

y su rutina de gigante que nunca lo abandona.

 

Por el camino escarpado y con pasos que retumban en la lluvia

pasa mi abuelo como un sol de escaso fuego y se detiene,

recorre con su sombra de genio y su silencio de ave

las tierras de labor con collares de niebla y viento seco.

 

Después y con un sombrero ancho que todavía aletea,

arrea sus vacas y becerros con olor a yerbas nuevas;

cruzan en caravana con ojos de leopardo hacia el potrero

y al romper el alba del siguiente día:

ordeña felizmente sus vacas con infinito olor a monte.

 

Esa felicidad con luz opaca casi mortecina

rueda por la llanura como sonrisa que se apaga;

mientras la noche toma forma de un profundo sueño

y los colores de la aurora se quedan detenidos.

 

Pero la intensa rutina de mi abuelo aún no termina,

sus peones en las tierras de labor lo esperan:

que llegue con su gran sonrisa de paloma en vuelo

y tome el arado que los bueyes con mirada de buitre:

tiran de sí como la tormentosa noche.

_¡Abuelo!…, para un momento tu sedienta rutina y dime:

_eso que brilla intensamente en tu mirada…, ¿es tu alegría?,

_¿es la suave sonrisa que en el tiempo se quedó dormida…?,

_¿o el infinito amor que le tienes a tu gente con murmullo de abejas?,

_descansa abuelo, que tu verdad bañada de silencios ha sido dicha.

Publicado en: http://www.palabrasdiversas.com/palabras/poetas_dentro.asp?nombre=Erasmo%20Nava%20Esp%EDritu

 

Erasmo Nava Espíritu

 Erasmo Nava Espíritu, 1950, Mochitlán, Estado de Guerrero, México.

Reside en Distrito Federal, México.

Licenciado en Economía, Maestro en Ciencias en Planificación del Desarrollo Regional, y Poeta.

Actividades en la Secretaría de Educación Pública.

 poetasenlared.com/poetasenlared/erasmo_nava.html

 revistaliterariaazularte.blogspot.com/2008/01/erasmo-nava-espritupoesa.html

 palabrasdiversas.com/palabras/lapalabra2.asp

 destiempos.com/n17/erasmonava.htm

 destiempos.com/n19/erasmonava.htm

 sabersinfin.com/index.php?option=com_content&task=view&id=532&Itemid=45

 

Bibliografía:

Ha publicado los libros de poesía:

Oración a los humanos y otros poemas, edición de autor, Ciudad de México, 2002

Cuando los Dioses hablan y otros poemas (de lo cotidiano a lo trascendente), Editorial Garabato, Ciudad de México, 2007

La danza mortal de las Palmeras, Editorial VersodestierrO, Ciudad de México, 2011

 Es miembro de REMES:

 redescritoresespa.com

 erasmonavaespiritupoesia.com/

 erasmonavaespiritu@hotmail.com

 

Artículos relacionados :