EDITORIAL

Tiempos de reflexión

    Parece que la “pandemia” deja de arreciar aunque sus coletazos son de “órdago a la grande”.

     Nos estamos metiendo en una situación de paro escalofriante y, por consiguiente,  con familias que se quedan a la intemperie sin visos de cobertura segura. Parece que, poco a poco, mientras llegan las vacunaciones a golpe de tam-tam, nos vamos viendo abocados a un “sálvese quien pueda” de difícil solución…

…para las instituciones que detentan el poder y que pretenden contener la debacle con soluciones de inmediatez que no van a solucionar el gravísimo problema que se nos está echando encima.

      Son momentos de gran dificultad y donde se deberían de imponer  “políticas de estado” de grandes miras y a futuro y no parches de cuadrilla  y de corto recorrido sectario.

   Malos tiempos se atisban en el horizonte y parece seguro que nos va a tocar arrimar el hombro sin egoísmos y pensando siempre en sortear  la  marejada  asidos a un buen arnés hasta que regrese la bonanza que esperamos llegue cuanto antes.

    Y cuando esta llegue, serán momentos para la reflexión, si no lo son ya, y aprender de lo acontecido para no ser sorprendidos, en un próximo futuro, con otro revés a los que parece que está destinado nuestro desaforado modelo social que se está reventando por todas sus costuras.