Nosotros a lo nuestro

    Somos muchos los que día a día nos  vamos saliendo de la campana informativa que generan los poderosos e  interesadísimos inversores en la futura gestión de  sus “primas”. Y el resultado no puede ser más  agradable:  no pasa nada. También es verdad que todavía no sabemos si es la calma y el silencio que precede  al fragor de la batalla o que simplemente toda esta “crisis” no es más que un montaje cuyos decorados del futuro estreno ya se van adivinando.

    La verdad es que los seres humanos, alejados de las áreas de influencia del poder y sus sicarios, tenemos soluciones milenarias para subsistir e incluso para disfrutar viéndolos llorar porque se han comido miles de millones de ladrillos y esa digestión aún con la cartera forrada, no les deja dormir. Y eso nos alegra a los que miramos la feria.

 

     Y van a pasar más cosas casi seguro.  Y los que no tenemos nada más que las ganas de vivir vamos a reírnos  a mandíbula batiente. El otro día, un “contratado” publico despotricaba contra los hasta ahora sus “cuasi compañeros” y manifestaba que el 75 % de ellos (funcionarios, naturalmente) no merecían cobrar ni una miserable pensión no contributiva porque simplemente  no dan ni golpe. Es decir que se ganan sus abultadas nóminas calentando silla y sin producir ni una humilde mierda sobre su mesa. Bueno, ya vemos pues, que las cosas se van aclarando. La luz ha de venir de la cueva. Son los políticos y los funcionarios los que se han de partir la cara antes de que se la parta la gente desesperada. Los banqueros y cajeros (de las Cajas) tienen mucho que poner en el tapete de  esta manita de poker que nos dicen que vamos a jugar en los próximos meses si -como ellos mismos azuzan-  lo peor aún está por llegar.
   
    Y lo que es seguro es que si el ensayo se alarga,  no quedará en la cancha ni derecha ni izquierda, ni sindicato ni patronal  proclive a la negociación con los gobiernos  a cambio de formación y liberados, ni 15-M, ni manitas girando los aplausos y las unanimidades… Habrá hostias a espuertas.

    La gente, los ciudadanos, poco tenemos que hacer ahora. Quizá someternos a una buena cura para desintoxicarnos de tanta basura informativa que tan solo pretende acogotarnos: pronto veremos para qué.  O irnos a los pueblos, a pasar el veranito con la familia….comer tortilla bajo los chopos y si la cosa se tercia, templar el ánimo en las buenas bodegas de nuestra tierra….

Y si los jefes afectados quieren subir la “prima” hasta mil puntos, a nosotros nos   suda la polla. Si nos intervienen, a lo mejor los pobres comemos más…¡Igual hasta los sindicatos nos regalan un piso! Total, los va a tener que derribar…..¡Ay, ay , ay, que todo esto sabe a Calisay!

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