La reforma de las pensiones en España permitirá mantener el sistema, pero el poder adquisitivo de los jubilados se resentirá, según la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a los 34 países más desarrollados del mundo.
El estudio prevé que las medidas aprobadas por el Gobierno servirán para mejorar significativamente la sostenibilidad financiera a largo plazo con una reducción del gasto destinado al pago de las pensiones equivalente al 3,5% del PIB. En la actualidad dedica un 9% a este apartado, un poco por encima de la OCDE, pero prácticamente lo mismo teniendo en cuenta la situación demográfica. En relación con otros países europeos, se situará por debajo de Francia e Italia.
El reverso de la moneda será la reducción de las pensiones. Según los cálculos de dicha Organización, la llamada tasa de reemplazo, que se refiere al nivel de la pensión en relación con los ingresos salariales, se verá modificada. Sin las reformas, alcanzaría el 81,2% muy por encima del 57,3% esperado para los 34 estados de la OCDE. Con las nuevas medidas, la tasa se rebajará al 73,9% para un trabajador con carrera completa, es decir, casi un 9% menos, siempre que se cumplan las previsiones.