Archipiélago de Trang. Vida tras el tsunami


Por Marshall

      Una vez en Tailandia, la cantidad de islas es tal, así como de toda suerte de resorts turísticos con playa, buceo, animalillos diversos, todo tipo de bebercios y de drogas no tan legales que resulta difícil elegir.

    Si me he de quedar con uno de los numerosos archipiélagos, en cuanto a tener un mínimo trato con población local y no solo con otros turistas, sin duda estas son las islas de Trang.
Estas islas son parte de la Tailandia musulmana, la zona sur del país, que se acerca a Malasia, habla otras lenguas y tiene otras peculiaridades étnicas.

    Dentro del archipiélago de Trang se puede bucear, practicar snorkeling, ir en piragua o simplemente vegetar tomando una cerveza, como en cualquier otra zona de playa en Tailandia, pero tiene la ventaja de poder hospedarse en alguna casa de los lugareños, por lo regular bastante amables, y conocer de lo que se vive aquí, que es la pesca, la agricultura y ganadería de subsistencia y, sobre todo, el comercio del caucho.

    Una alternativa interesante en Koh Muk es conocer todo el proceso de producción del caucho y primer procesado del mismo. Es mucho más artesanal de lo que nos podemos imaginar e incluye recogerlo de los vasitos, cocerlo y quitarle el agua manualmente (Más bien pisándolo) y luego secarlo para su venta.

 

    También podemos encontrarnos con los Moken o gitanos del mar, que son un grupo étnico austronesio seminómada que solo se encuentra en el mar de Andaman y que tienen una lengua aislada que no se parece a ninguna otra. Están también asentados en islas como Phuket pero es más fácil verlos en su medio en la zona de Trang. Aunque son amables no les gustan las fotos.

     En Koh Muk, por supuesto, no nos podemos perder una sesión de remo hasta la conocida Cueva Esmeralda, un ojo de agua aislado, similar a los cenotes mexicanos, al que sólo se accede por un pasadizo de 80ms completamente a oscuras.

 

     Y otra estupenda alternativa en Trang es la isla de Koh Sukorn, de talante mucho más conservador (La gente es muy religiosa) y acceso más complicado es un rincón de paz que no se puede uno perder, con la alternativa de disponer de alojamiento en viviendas locales, con desayuno y, si se quiere, comida y cena, aunque las dificultades de entendimiento y las probabilidades de terminar comiendo picantes infernales, son muchas.

     Todo ello sin desperdiciar la oportunidad de ver a una de las tres únicas especies de sirénidos que existen: el dugongo, en gravísimo peligro de extinción y que se encuentra en el Parque Nacional que comprende varias de las islas de Trang.

    Siendo sincero, yo no vi ninguno y no debe ser fácil, sobre todo por sus hábitos nocturnos.

     Transporte: Lo más recomendable para llegar o salir de Trang es el tren. Hay dos servicios diarios desde y hacia Bangkok. Comodísimo, económico y deja en pleno centro de la ciudad.

    Desde la misma puerta de la estación puedes moverte hasta cualquiera de las islas contratando el transporte hasta el muelle y el barquito (No esperéis ningun ferry de lujo)

    El blog del autor: http://yosiplauma.blogspot.com/

Reportaje publicado: jueves, 28 de agosto de 2014

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