Munich-Venecia en bici (II) Tirol en un sube y baja


Por Marshall

      Continuando con mi viaje cicloturista, tras pasar la frontera austriaca desde Baviera me encontré con una zona de carretera que puede resultar un poco desagradable pues, especialmente en fin de semana, lleva bastante tráfico.

   La lluvia, además, añadió incordio al asunto. Eso y los cientos de motos que salen a recorrer los Alpes por sus carreteras secundarias ¡Vaya ruidera!

   Desde Munich todo es subida, pero la subida en la primera parte del Tirol es tranquila, con alguna rampa como mucho.

 

 

  A los pocos kilómetros la cosa se calma porque se llega a la orilla de lo que llaman el «fiordo de los Alpes», osea el lago Achen, Achensee en alemán.

     Plenamente preparado para la bici, se rodea por su orilla Este a lo largo de un sendero lleno de lugares donde descansar, playas, embarcaderos y, en todo momento, vistas al lago, encajado entre cimas.

   Aunque el entorno es precioso, sufre una cierta saturación con el buen tiempo, que todos aprovechan para pasear o hacer deporte en el mismo.

    Paradojas del turismo la zona está muy poco habitada y en todo el valle viven poco más de 5000 personas. La mayor parte de la población del Tirol se concentra en las riberas del río Eno.

    Hice una pequeña heroicidad: bañarme. El agua está helada hasta en verano. Una curiosidad: el lago es muy profundo. En algunos puntos llega a los 133m de profundidad.

 

     Una vez que se termina el plácido recorrido por la orilla del lago llegué a Maurach, donde se puede tomar un tren a vapor de corto recorrido pero muy curioso por la pendiente que tiene que descender. 

En bici es impresionante: en unos 4km se descienden 450 metros de altitud hasta la estación de Jenbach. Tuve que emplearme con los frenos a tope y me crucé con una aguerrida cicloturista subiendo.

Jenbach es un nudo de comunicación, dedicado al tráfico ferroviario desde hace décadas. Como es lógico su museo está dedicado al asunto. También es uno de los pueblos con cuestas más empinadas que haya visto en mi vida.

 

    Desde Jenbach a Innsbruck es un paseo por la ciclovía del río Inn, que coincide en recorrido durante 38km con la Munich-Venecia. Plenamente acondicionada, prácticamente plana, aunque un poco monótona y con zonas de polígonos industriales no muy bonitas precisamente. Aún así en algunos puntos unas vistas impresionantes.

 

   Este mismo verano la había hecho en familia en dirección contraria. Me tocó un poco de lluvia pero el tiempo mejoró sensiblemente a la llegada a Innsbruck.

   Y justo llegando a Innsbruck ¡Una carrera popular! Miles de participantes, todo el centro cortado y yo con la bici parado a espera de poder ir hacia el casco histórico.
Había estado hace tres meses y no dediqué mucho tiempo a la ciudad, aunque su zona peatonal es una gozada, en este caso saturada de corredores. Una cervecita rápida a la orilla del Inn y para arriba.

 

      Empecé a remontar ya el puerto de Brenner y me animé a dormir en un prado, con cencerros de vacas de fondo. Todo ello con vistas al trampolín olímpico reconvertido en restaurante de superlujo por Zaha Hadid.

 

      Al día siguiente tocaba subir el paso del Brennero o Brenner, una bonita subida, pero con unas primeras rampas agotadoras de hasta un 16%, que se suavizan a partir del pueblo de Patsch. Sobre todo los 7 primeros kilómetros tras salir de la ciudad de Innsbruck son los peores.

    El paisaje de los Alpes subiendo al Brenner es imponente. Se pueden apreciar incluso nieves perpetuas y varios picos de más de 3000m.

   Se atraviesan varios pueblos muy tranquilos y es bueno tomarlo con calma también

      Por fin tuve sol tras tres días de mal tiempo. De hecho llegó a ser molesto a mediodía, pero se agradeció la sudada tras tanta manga larga.

    Aunque yo esperaba una subida terrible conviene no hacer demasiado caso a la guía, pues se suaviza durante buena parte del recorrido y es más molesto el tráfico que otra cosa cuando no queda más remedio que salir a la carretera.

     Para ello es conveniente seguir las indicaciones de la ruta ciclista y circular aprovechando la carretera local L38 y varias pistas rurales entre pueblos para tomar en el último tramo de la subida la B182 (no queda otro remedio porque el valle se estrecha). Si se tiene la guía gratuita de la ruta está muy bien indicado.

     El último pueblo de una cierta entidad, bastante más agradable si no fuera por el tráfico, es Matrei am Brenner. 

     Desde allí quedan unas pocas rampas y ¡Bienvenido a Italia!

 

Frontera austriaca-Innsbruck, por ciclovía 74km

Innsbruck-Patsch por la vía ciclable 9km (cuestas muy duras)

Patsch-Paso del Brennero (ruta aproximada) 31km


Ruta Munich-Venecia. Etapas en Tirol austriaco 15-16 Septiembre 2018. 114km aproximadamente Campings en lago Achen (Tres), Maurach, Jenbach, Hall in Tirol e Innsbruck (a las afueras). Posibilidad de vivac en la subida al Paso de Brenner.

El blog del autor: http://yosiplauma.blogspot.com/

Artículos relacionados :