Por Ruben Enciso
Creéis que lo habéis conseguido al confinar a la mitad de la población mundial por un virus, el Corona. Vosotros los neoliberales que tenéis fe en la banca de los paraísos fiscales y la bolsa.
Los fabricantes de armamento, o los especuladores de los Mercados de futuro de la producción alimentaria en Chicago. Vosotros que con la ayuda de los medios de comunicación en vuestro poder, que usa un virus como cabeza borradora de vuestro pasado, creéis que la mitad de la población mundial ha hecho un acto de fe en vuestra propaganda para quedarse incomunicada en su casa, y se ha quedado.
Pero no ha sido un acto de fe, si no que ha sido un acto de confianza en la clase médica y científica porque nos han aportado información desde la primera fila de la pandemia. Esos médicos y técnicos que han atendido a la población enferma, y que han resistido a la precariedad y recortes que habéis realizado en el sistema público sanitario. Esos expertos que no se han creído vuestros embustes privatizadores apoyados por la publicidad de aseguradoras médicas que venden humo a través del WhatsApp.
Ha sido un acto de confianza en las personas que está investigando desde empresas inimaginables y que han podido solucionar aquí la fabricación de respiradores o material sanitario contra el virus, y tenemos confianza en investigadores públicos que sufren la escasez provocada y sortean también la muerte en su trabajo.
Tenemos confianza en la solidaridad popular en tiempos de crisis. Demostrada en guerras despiadadas en conflictos de vuestros intereses neoliberales que producen grandes bolsas de sufrimiento a nivel mundial. Somalia, Sudán, Afganistán, Irak, El Congo, las actuales del Yemen y Siria, o la prometida por vosotros sobre Irán. Guerras alimentadas por las monarquías depredadoras y países imperialistas como en el golpe de estado neoliberal en Bolivia en 2019.
Tenemos confianza en la solidaridad que fue desbordada en la gente pero que no creyó hace tiempo en vuestros embustes demostrados en las guerras criminales de los Balcanes, Argelia, Crimea o Ucrania, Libia o el Líbano.
Tenemos confianza que no es lo mismo que la fe, en que la población con la solidaridad desbordante como lo está haciendo ahora, vamos a poner límites a la voracidad compulsiva, a vuestra acumulación interesada de escasez y miseria en los otros que produce sufrimiento sin redención.
Que tenéis paraísos fiscales como Luxemburgo, Andorra, Gibraltar y otros publicados lo sabemos. Que os confináis contra los virus y el pensamiento crítico en islas, guetos, o en Davos, rodeados de pistolas que se revolverán contra vosotros porque la tiranía nunca ha estado segura. Que tenéis cómplices bien pagados lo sabemos, pero también saben que os desentendéis de ellos cuando no os son útiles como presidentes, monarcas y papas.
Tenemos confianza en que la población es consciente que vuestro modelo económico dejó de funcionar y que vendéis el “sálvese quien pueda” bendecido aún con agua bendita.
Sabemos que la solidaridad es justicia social y que vuestra caridad os libra de impuestos justos. La solidaridad desbordante es la solución demostrada por la población en las crisis provocadas por vosotros los neoliberales, neocom, fachas, populares, o como os queráis llamar próximamente. Solución en la que vosotros no podéis entrar porque ha hecho callo en vuestro cerebro un modelo depredador, y es que en vuestro cerebro está también el virus a erradicar.
Seguimos pues con una confianza cada vez mayor en el pensamiento crítico y en la cultura que se extienden en todas direcciones como una gigantesca bacteria saludable contra la propaganda neoliberal, neocom, populares, o como queráis llamaros próximamente.
